Capítulo 20: Lágrimas de plata. (5/9).

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Aliza empieza a limpiar las heridas de las niñas con mucho cuidado. Flandre, luego de analizar el  buen comportamiento de su joven prima, se da cuenta que le hace recordar a su madre. Al morder el labio inferior, cerró los ojos para no llorar hasta que comienza a gemir.
-¿Qué ocurre, Flan?- preguntó Aliza con preocupación-. ¿Acaso te duele algo?
-N...no- contestó la niña con sollozos-. Yo...extraño mucho a mamá y a papá... ¡Eso fue peligroso!- y entonces comienza a llorar sin control. Remilia la abraza para consolarla, dándole el sentimiento de compasión en su ser. De repente, Remilia recuerda aquel abrazo de la joven cuando tenía ocho años. Aquel cálido abrazo que la hacía dormir bajo los brazos de una mujer con amor maternal. También recuerda esa amistad con ella, que ya nunca los abandonó. Aquellos recuerdos los conservó en su corazón.

-Remilia...- dijo una voz femenina de una joven, que pronto todos la escucharon-. Remilia...Flan...¿Están bien?
-¿Quién dijo eso?- dijo Koakuma con temor.
-¿Una voz en medio de una mansión?- añadió Meiling un poco confundida. La voz le volvió a decir a las niñas:
-Remilia...Flan...¿Se encuentran bien?
-¿Quién eres?- preguntó Remilia y Flandre alzó la vista.
-Soy yo...Ustedes ya me conocen. Soy Aliza...- les respondió la voz.
Era la voz de Aliza que se escucha sólo en la mansión. En ese instante, las velas se apagaron hasta volver a prenderse. Un viento helado reinó en toda la habitación y las sirvientas se llenaron de temor al escucharse pasos ligeros hasta ver a una joven de cabello largo hasta la cintura vestida de blanco como la nieve; su cabello también es del mismo color, sólo que brillaba como la luna; sus manos y pies tenían marcas de clavos; a su alrededor hay mariposas blancas volando y una de color celeste voló hacia las niñas y sus ojos permanecen siempre cerrados; su rostro permanece totalmente lleno de belleza y con su mano derecha sostiene una linterna con una luz blanca similar a una estrella. Al reconocerla, los ojos de Remilia brillaron de tristeza, al igual que los ojos de Flandre. Lo que sus ojos observaron es como si vieran a una entidad angelical reencarnada en una mujer. Michaela, al ver el alma de la joven en persona, se acerca hacia ella, incluyendo Flandre.
-¡Se...señorita Scarlet, no...!- exclamó Meiling quien ya se encuentra asustada por la aparición del espectro. Pero el brazo de Barbora Aliza la detuvo.
-Espera- le respondió. Al ver a la niña, su corazón se llenó de tristeza. Lágrimas de hielo le salen de sus ojos-. ¿Aliza?

Pronto ella reconoció a su hija Aliza, por lo que las tres se acercaron hacia ella. La joven empieza a llorar sin control al ver el alma de su hija en la Mansión. Una mano le extendió y la joven madre alzó la vista.
-Mamá, estoy bien- le contestó Aliza con una tierna sonrisa-. Yo nunca te abandoné.
-Aliza- dijo Remilia con una mirada triste y con serenidad-. ¿Qué sucedió ahora?
-Tienes que ayudarla- contestó Aliza-. Mi muerte fue el mismo día en que ella sufrió.
-Dímelo.
-Viernes 13 de enero de 1879. Esa fue la fecha en que morí y si ella no puede liberarse de su dolor, lo mismo me pasará si no puedo ser liberada de su trágico pasado.
-¿Qué?- dijeron Remilia y Barbora Aliza en coro.
-¿Acaso estás atrapada en...?
-Sus ecos del pasado- añadió Aliza al abrir sus ojos mostrándose de un color rojo con lágrimas de sangre y la mariposa se tiñe del mismo color-. Yo no puedo liberarme, pero tú sí puedes hacerlo junto con tu hermana.
-Pero...Flan es sólo una niña- volvió a decir Remilia con preocupación y asombro mezcladas entre sí-. Si la lastimarían, entonces podría resultar herida.
-No- respondió Aliza-. Ella te ayudará a que ella no lastime a personas inocentes- y al dirigirse hacia el balcón, con las lágrimas carmesí corriendo en sus mejillas, le dijo a Barbora Aliza con una triste sonrisa-: Mamá, te amo.

Una vez dicho esto, alza su mano izquierda hasta poner su dedo índice y su dedo pulgar como una pistola en su frente hasta caer de espaldas. La joven Barbora Aliza comienza a gritar desgarradoramente de terror y empuja a sus sirvientas hasta correr con velocidad hacia la puerta de enfrente y salir al jardín. Lo único que vio fue su vestido blanco manchado de sangre y, con un ataque de pánico y dolor mezclados de horror, comenzó a gritar en voz alta:
-¡¡Te salvaré, mi querida niña!!

Touhou Biological Clock. (TouhouMaria#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora