Capítulo 4: La pequeña muñeca de cuerda del jardín escarlata.

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Al anochecer, Remilia cargó en sus brazos a su pequeña hermana Flandre, que se ha dormido después de un paseo en la playa. Después de llegar a casa, Alice agarró el conejo de peluche y arropó a la niña pelirrubia aún dormida con su manta. La madre besó a la niña en la frente y le dijo:
-Dulces sueños, Flan. Mi pequeño angelito.
Y entonces, cerró la puerta. Remilia también se va a la cama en su habitación y su madre la arropa y le da un beso de las buenas noches. Cuando se dirigió la sala, se encontró con un bonito dibujo hecho por su amada hija más pequeña. Al verlo, en su rostro se dibuja una sonrisa al ver la más bonita obra maestra.

"Cielos, pensó Alice Eleonor con una sonrisa pequeña, Flan es tan inteligente".

Y subió a las escaleras hacia su habitación. De pronto, vio algo extraño en las paredes y observó que de ellas chorreaba un líquido rojo similar a la sangre, y aparece un espejo empañado que mostraba a una niña vestida de una sucia bata manchada de ese mismo líquido rojo que sale de la pared. Los ojos de Alice Eleonor se llenaron de terror y, con una espada, se armó de valor al ver que la niña caminaba hacia ella.
Los ojos de la niña eran de un color escarlata, pero Alice soltó la espada, cogió una pistola del cajón, metió una bala y le apuntó al espejo, gritando:
-¡Dejanos en paz! Por favor, no lastimes a mi familia!
Apretó el gatillo y...¡BANG! El espejo se rompió, hasta salpicarse del mismo líquido rojizo. Alice se tapó los oídos cuando un grito desgarrador se escuchó por última vez.

-¡¡¡¡AAAAAAAAAHHHHH!!!!

Unas horas más tarde, Alice Eleonor suspira mientras sostiene con sus manos la taza de té.
-Oye, Alice- dijo una chica de cabellos y ojos violetas llamada Patchouli Knowledge mientras lee un libro-. Si suspira de manera cansada, podría convertirse en un suspiro hereditario a Remi.
-Tienes razón- contestó burocráticamente Alice-. Creo que en un futuro los doctores pueden recetar un buen libro para así reducir la depresión moderada.
-La entiendo muy bien, señora Scarlet- añadió Patchouli al cerrar el libro y tomar su taza de té-. Pero, no todos pueden sufrir la depresión no solamente en la mente, sino en el corazón. Y como amiga de su hija mayor, también debo darle algunos consejos de cualquier duda y/o una pregunta sin respuesta alguna.
-Usted tiene mi gratitud, Patchouli. Hoy tenemos que hablar de Remilia.

Annette, una de las primeras ministros de la familia Scarlet, se sorprende y añadió:
-¿Eh? ¿Significa que la señorita Scarlet hizo algo malo, señora Scarlet?
-No es eso- contestó Sammy, la hermana gemela de Annette-. Al contrario, podría estar en un lío últimamente.
-No, nada de eso- dijo Alice-, es acerca de la herencia de la Mansión Scarlet y su ascenso a ser la heredera.
-Así es, señora Scarlet- añade Patchouli después de cerrar su libro hasta que éste vuela como un ave. La pelimorada chasquea sus dedos a su ayudante.

-¡Sí!-se escucha la voz dulce hasta aparecer una chica de pelo y ojos rojos. Es Koakuma, la ayudante y sirvienta de Patchouli, a quien es leal hacia ella-. ¿Qué es de lo que usted desea, señorita Patchouli?
-Traeme el libro de la constitución de la familia Scarlet y aquella caja que encontraste.
-¡Sí!-aceptó alegremente la pequeña demonio.
-¿Aquella caja?-dijeron en coro Annette y Sammy.
-¿A qué se refiere "aquella caja", Patchouli?
La hechicera le sonríe mientras lanza una pequeña sonrisa. El quejido del peso de la caja que trae Koakuma era muy grande, porque la caja estaba hecha de pino y con algunos detalles de flores pintadas en la madera. Al lanzarla con mucho cuidado, literalmente empieza a temblar la biblioteca.

-¡Recorcholis!-exclamó Sammy al ver la caja-. Más bien parece un ataúd que una caja. Hasta un niño no puede superar ese peso.
-Exacto-dijo Patchouli y volteó hacia Alice-. Abralo.
La mujer abrió la caja hasta ver a una muñeca de cuerda muy bien parecida a su pequeña hija, a excepción de un detalle: una cuerda en su espalda detrás de su cabello rubio; el vestido estaba muy bien planchado y bordado a mano, y lo más curioso es porque sus ojos son de un color rojo carmesí mientras que en sus pequeñas manos llevaba una tacita de porcelana. Esta muñeca no es más que la muñeca de cuerda que podría haber pertenecido a la familia.

-¿De qué muñeca habría llegado aquí?
-Es una muñeca de cuerda encontrada por Koakuma y las demás sirvientas recientemente.
-No estoy segura de que esto puede ser muy parecida a Flan.

En ese instante, tocan las campanadas de la medianoche. Las sirvientas que se encargaron de la vigilancia nocturna empiezan a prepararse.
-Bueno, mañana en la mañana hablaremos del asunto de la muñeca. Por ahora, iré a pasearme en el jardín.
-Que goce usted de su paseo, señora Scarlet.

Touhou Biological Clock. (TouhouMaria#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora