Capítulo 15: Memorias fragmentadas.

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-¡...aste!- grita la chica luego de que Remilia abriera los ojos con dificultad-. ¡Mataste a sus padres!
-¡Yo sólo quería darles una lección que no todo es perfecto!- responde Yukari enojada.
-¿¡Pero quiere saber cuál es el maldito resultado de eso!? ¡¡Robando la inocencia de un niño!!- concluye la chica con lágrimas en los ojos-. ¡Y la verdad duele porque la única que salió afectada es usted!
-N...no...te...va...va...vayas- dijo Flandre con su voz entrecortada, quien está viva antes de perder el conocimiento.
-No te preocupes- contesta la chica con lágrimas en los ojos al darle un beso en la frente a Flan-, sólo... Duerme un poco- y empieza a correr hacia el bosque hasta que empieza a llorar por lo que Yukari le robó la inocencia a la pequeña niña. Remilia se queda horrorizada por la macabra escena y Yukari es sujetada de las manos por dos sirvientas, paralizada en un estado de shock y con culpa de lo que ha hecho: arrebató la vida de sus padres. Como si no quiere mirar eso, Remilia cierra los ojos mientras agarra con fuerza la mano de Flandre. Los familiares no pudieron creer que esa muerte se diera en frente de dos niñas, así que Aliza es la penúltima en ser la cabeza de la familia, a causa de que ella padece de una enfermedad del corazón. Uno de los familiares denuncia a Yukari por lo que ha hecho; las sirvientas llevan a las dos niñas para sanar sus heridas. Como si estuviera llorando, estuvo nevando blancos copos de nieve sin nubes y bajo la luz de la luna. Todos se quedan con una profunda tristeza al perder a Alice y a Anthony en una fiesta alegre, pero para evitar enterrarlos en Navidad, deciden esperar a que se entierren los dos cuerpos en febrero del próximo año.

25 de Diciembre.
3:00 a.m.

Remilia abrió los ojos lentamente hasta ver que ella está en su cuarto llena de vendajes en casi todo su cuerpo, incluso en su frente, que no paraba de sangrar. Ella es aún consciente de lo que pasó y al levantarse de su cama, observa con horror en el espejo que salió malherida y llena de vendajes desde su brazo izquierdo hasta el tobillo. Rápidamente se cambia, agarra de su cajón una caja de cerillos; toma uno de los cerillos y lo prende hasta poner la llama del fuego en la vela. La luz de esa vela parecía iluminar la habitación y Remilia decide ir a revisar cómo está su hermana. Se pone su manta y toma aire hasta que suspira con cansancio, así que abre la perilla de su puerta con mucho cuidado por temor a despertar a alguien.

Afortunadamente nadie está despierto. La peliazulada camina con la vela en su mano derecha, andando por el pasillo mientras que la luz de la vela ilumina el lugar. La calma y el silencio reinan en la noche, dando cuenta de que no se pudo oír más que el sonido de la tormenta de nieve, las ramas de los árboles golpeando el vidrio, los ronquidos de Meiling quien se quedó a cuidar de la pequeña niña, el sonido de las manecillas del reloj hasta algunos sonidos que no conoce, como las risas de los niños que se van desapareciendo. Antes de dirigirse a la habitación de Flandre, camina hacia la puerta principal, donde recuerda que su padre recibió a ella y a su hermana con cargar a la niña en sus brazos después de llegar a casa, por lo que su corazón siente una profunda tristeza al recordar esa felicidad. Al dirigirse a la sala, recuerda a su padre leer el un libro y que Flandre y ella abrazan a su madre con una sonrisa; y por último, se dirige a la habitación de su madre, donde ella presentó a su hermana al nacer; y que pudo recordar los cuentos de hadas que contaba su madre, que ahora ya no son más que memorias de cristal hechos en mil pedazos. Al cerrar la puerta, se arrodilla en el piso y comienza a llorar de dolor; dos gotas de lágrimas caen en el piso al sentir esa clase de dolor en su alma. Se abraza a sí misma y se acuesta en el piso al no poder soportar esa tristeza. La felicidad que ha estado en la Mansión Scarlet ha sido extinta por completo, incluso el tiempo parece detenerse por su propia cuenta como si la profunda depresión se convirtiera en una tranquila melancolía. De repente, siente una cálida sensación en su cuerpo de ese amor que no se debe olvidarse. Era como si el alma de su madre estuviera abrazándola, y Remilia se levanta para ver. Pero nadie vino. Se dirige a la habitación de su hermana, quien se encuentra aún dormida junto con Meiling. Finalmente dio un suspiro de nostalgia y agarra una silla para acompañar a su hermana y a Meiling. Una lágrima cae en la manta de la niña, y entonces cierra sus ojos.

Hola a todos, queridos lectores:
Este capítulo es muy triste debido a que no pude resistirme a escribirlo. En este caso, Remilia siente tristeza y deja vu después de la muerte de sus padres. ¡Pobrecita Flandre! Mi querida niña se sintió traumada y Remilia la protege. :'(

Bueno, en fin. Para terminar el año, habrá una super luna y quiero decirles que no se olviden de tomar fotos y disfrutar su año nuevo. :)
Espero que les haya gustado este triste y emotivo capítulo.
¡Y ya casi vamos al final, damas y caballeros! Así que estén preparados para el final. Pero antes, haré un concurso para escoger el final que se escribirá el día 04 de enero del 2018 para despedir el año.

Atentamente:
La autora.
MareMobox45.

Touhou Biological Clock. (TouhouMaria#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora