Capítulo 32: Memorias de una madre.

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En la sala familiar de la Mansión Scarlet, Flandre comienza a dibujar a sus padres junto con ella y su hermana; no obstante, con color negro le raya las caras de su padres y le agrega crayón rojo como sangre y comienza a arrugar el papel hasta tirarlo en el suelo. La niña abraza su conejo Copo de Nieve y agacha su cabeza con lágrimas en los ojos, como si le doliera su propio cuerpo hasta sangrar. Se acuesta en el piso sin soltar a Copo de Nieve y comienza a apretar sus ojos. Como si tuviera frío, comenzó a temblar. Luego de unos minutos, se queda profundamente dormida. Su respiración se puede escucharse en el silencio abrumando en la sala, ya que no había nadie más que ella. De pronto se escuchan pasos ligeros en el pasillo de la residencia y se abre la puerta; alguien cargó a Flandre aún profundamente dormida y la llevó a su habitación. Después de varias horas, la niña se despierta al sentir mucha sed, abriendo sus ojos y levantándose para ir por un vaso de agua. Como estaba oscuro pero los pasillos eran iluminados por la luz de las velas de los candelabros, se va directo a la cocina descalza y con Copo de Nieve, vestida con su bata blanca de dormir que le llega hasta la rodilla. Abrió la puerta y se dirigió por un vaso de agua, pero por alguna extraña razón el piso estaba helado pero a Flan no le dio importancia y comienza a caminar. Sus pasos hacían eco por todo el pasillo como si de una casa se tratase y llega al lugar. Al abrir la tapa del barril, coge un vaso y recoge el vital líquido hasta tomarlo con los ojos cerrados. De repente, se escucha que un plato se rompió.

—¿¡Q...quién está ahí!?—exclamó Flan al voltear rápidamente. Pero no hubo nadie, sólo se escuchaba el sonido de la madera crujiendo y las gotas de agua cayendo en un plato. La niña comienza a agarrar un cuchillo de mantequilla para defenderse por temor a los ladrones y se lo coloca debajo de su manga y recoge un palo de escoba para darle un golpe en la cabeza a cualquier intruso.
—¿Qu...quién está aquí? ¡S...si no te muestras de una vez cortaré cada pared y cada puerta para encontrarte!—gritó Flan al soltar el palo de escoba y cogió un hacha de cortar madera con mucho cuidado de no despertar a nadie. De nuevo se escucharon los extraños ruidos, haciendo que la pequeña niña se paralizara del terror y que le tiembla su cuerpo hasta los huesos. Sus nudillos comenzaron a sangrar y el hacha cayó de sus manos hasta el piso sin cortarle sus pies o sus dedos; para evitar correr, Flan aprieta su brazo muñeca izquierda hasta que ésta sangrara luego de encajar sus uñas en lo más profundo de su piel.
—No tengas miedo, por favor —se escuchó la voz de una joven mujer haciendo eco.
—¿Qui...qui....quién eres? —preguntó Flandre al no poder contener sus lágrimas del miedo mientras sudaba frío y al ver una luz de color blanca, se queda sin aliento para gritar cuando se apareció el fantasma de una muchacha. La niña comenzó a gritar horrorizada y comienza a correr hacia su cuarto, pero el fantasma de la joven le grita:
—!!Espera~!! ¡¡Sólo no entres en pánico y escucha~!!
—¡¡Alejate de mí, no me toques porque me aterran los fantasmas que dan mucho miedo!!—gritó Flan, no sin antes de tropezarse con una muñeca hasta que su cuerpo choca con la pared y con una ventana. Flandre grita de dolor.

¡¡AaaaAaAAAAAAAAAAAAAAA!!

Remilia, Patchouli, Koakuma, Meiling, Paulette, Michaela, Clarith y Alize se despiertan. Alize comienza a correr rápidamente hasta la cocina y al quedarse en shock, puso sus manos en su boca y gritó con histeria:
—¡Dios mío! ¿Qué pasó?
Pero al no terminar, Remilia observa a su hermana malherida y con mucho horror. Un horrible escalofrío recorrió lentamente a Remilia por la espalda y pensó: "¿Qué pasó aquí?" y de repente apareció el fantasma de la joven.
—......
—¿Pero qué acaba de suceder aquí? —preguntó Alize hasta desmayarse.
—¡Alize!—exclamó Remilia—¡Alize, despierta por favor!—y se dirigió a su hermana con lágrimas en los ojos y gritó con pánico:
—¡Flan, por favor abre tus ojos! ¡Abre tus hermosos ojitos por favor, hermanita!¡N-no!—y abraza el cuerpo de su hermana al romper el llanto.
—No fue mi intención asustarla, lo lamento—dijo el fantasma de la joven.
—¿Q....quién eres?—preguntó Remilia al alzar su vista hasta ver a la hermosa dama de cabellos dorados como el sol y hermosos ojos azules como diamantes, cuyos labios son de un color melocotón claro y llevaba un vestido blanco como la nieve y con una corona de hermosas rosas blancas.
—Deberías haberme conocido—confesó el espectro—. ¿No te acuerdas de mí acaso con estos años? Soy yo, María. Sé que fuiste buena con mi querida niña, Remilia.
—¿C...cómo sabes mi nombre?
—Porque siempre he sido tu familiar y jamás te he conocido, pero al menos sí lo hiciste al conocer a ella.
—........................
—Traté de decirle a ella que me escuchara y decirle que yo no soy mala.
—Lo siento mucho, ella estaba aterrada y....
—Te comprendo. Sé que ella jamás fue mala y quiero decirte que esa misma joven que conociste fue mi amada hija adoptiva—repuso María al lanzar un suspiro de nostalgia y lleva su mano en el pecho—. Mi querida niña, fue muy feliz al estar a mi lado y jamás la olvidaré.
—Espere un momento—añadió Patchouli—. ¿Acaso esa joven fue...?
—Mi adorada niña adoptiva. Yo no puedo descansar en paz al no poder verla crecer y me gustaría que ella estará con una nueva esperanza—contó María con lágrimas en los ojos.
—Mary....siempre me preocupé por ella y ahora que ya tengo el poder de controlar y ver los hilos rojos del destino, dime qué debo hacer y juraré que si alguien lastima a ella y a mi familia, deberé que ser responsable de mis acciones.
—Querida, yo estaría agradecida con mi promesa de que le hice a ella desde hace mucho tiempo.
—¿Y cuál es?
—Por favor salva a mi hija de estar encarcelada en su dolor, tú eres la única esperanza de ella...y dile que ella...sea parte de la familia....y que la amaré por siempre—concluyó María, no sin antes de darse un abrazo y un beso en la frente de Flandre. Después de que amaneciera, con el viento se esfumó el alma de María....la amada joven que siempre recordará a la muchacha como su hija, y que ahora descansará en paz en el cielo, junto con su esposo y hermanos en el jardín celestial.

Descansa en paz, María...
Siempre estarás en nuestros corazones.

Touhou Biological Clock. (TouhouMaria#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora