"Hearent"
S.M Guzmán.
Capitulo XXVIII
Sus manos temblaban con el pequeño pañuelo mojado de agua entre sus palmas no le permitió a nadie más que lo tocara. Ella se encargo de desvestirlo, cerrar la herida con un hechizo que le pidió a su madre y ahora debía limpiarle la sangre seca que se había adherido a su piel. Apretó sus labios en una línea recta mientras conducía su mano restregando cada centímetro de piel, las lágrimas bañaban su rostro y su garganta ahogaba los sollozos de dolor. Respiro con dificultad cuando se inclino humedeciendo el paño en la ponchera de agua, vio con frustración el líquido transparente volverse carmín.
No lo retuvo más, no podía seguir haciendo la fuerte, cuando por dentro su alma se desmoronaba como un barranco, cuando su pecho se oprimía ahogándola de suplicio. No podía seguir actuando de fuerte cuando el hombre a quien más había amado en su vida estaba tendido en esa cama sin soplo de vida. No podía, simplemente no podía.
El pañuelo resbalo de sus manos cuando su cuerpo convulsionó ante su llanto, se giro al pequeño taburete y contempló con más precisión a Theodoro. Rogaba porque él mismo la despertara de esa pesadilla, porque ella o él abrieran los ojos y todo quedara como un amargo recuerdo que la vida no le había quitado la luz que puso en ella.
── Abre los ojos por favor ── Se hecho encima de él apretando sus manos a la piel fría. ── Por favor Theo, despierta ── Enterró su cara en hueco del cuello. ── ¡Despierta! ── Gimió con dolor. ── ¡¡Despierta!! ── Su voz se corto ante sus gritos.── Por favor ── Rogó apretándose más a él, y sintiendo el gélido que anunciaba la letal puñalada a su corazón.
Grito hasta el punto de la afonía cuando la realidad le atravesó el pecho, lloro hasta que las lágrimas se secaron en su interior. Se torturo así misma besando sus labios fríos, aplatanándose la vida con los recuerdos que la litigaban de forma tangible creándole heridas que no sabría como curar. Se recostó a su lado tomando una de sus manos hasta conducirla a su vientre.
Cerro los ojos ante el contacto, y sintió de forma desgarradora como una bolita se movía en su abdomen ante el contacto frío. Le había negado a Theo, la dicha de saber que se convertiría en padre en el momento que supo de su embarazo. Solo tenía mes y medio ¿Y que quedaba después? Él no disfrutaría ninguna patadita, ni como su vientre se fuera hinchando, no estaría presente cuando su hijo llegara al mundo. Apretó la mano con fuerza sintiendo las lágrimas rodar hasta el final de sus orejas.
Él no lo vería crecer, no pelearía por cual fuera su primera palabra, por saber a que casa pertenecería cuando llegara al colegio. Él no estaría presente físicamente quizás, pero no iba a dejar que su hijo no supiera del gran hombre que fue en vida. Lo valiente que era, le relataría con detalle hasta el brillo en sus ojos cuando sonreía ¿Por qué como olvidar ese brillo magistral de su mirada? Se negaba a ello rotundamente.
Limpio sus lágrimas hurgando en su interior fuerza para continuar, lo limpio completamente y vistió como mejor pudo dedicándose ese momento para ella misma, finalizo de abrochar el último botón de la camisa blanca, para después ponerle la túnica de gala. Acuno el rostro dentro de sus manos dejando un beso en sus labios.
── Toda mi vida ── Susurro con recelo y promesa para si misma. ── Toda mi vida, te voy amar.
"── ¡Pequeña he llegado! ── Ginny, se levanto del mueble y él sonrió atravesando la sala para abrazarla a su cuerpo. ── No sabes cuanto te he extrañado mi amor ── Beso la coronilla de su cabeza.
── Yo te he extrañado más que tú ── Se soltó de él avanzando a la cocina. ── Te prepare una asado para la cena ── Saco la bandeja del honor. ── No sabia si te gustaba por lo que he...
── Shhh ── La callo poniendo un dedo en sus labios.── Lo que mi princesa prepare yo lo comeré ── Beso sus labios suavemente.── Así muera de intoxicación en el proceso ── Rió con ganas mientras ella entornaba los ojos con fastidio.
Theodoro, le quito la bandeja de las manos dejándola a un lado, le rodeo la cadera con sus manos levantándola, para sentarla sobre la encimera, busco sus labios con una urgencia desesperada. Roces furiosos, lengua acariciándose en el gusto divino de sus bocas. Se separaron cuando el aire les manifestó ausencia, Theo soltó un suspiro después sonrió abrazando con fuerza a la mujer que tenia frente a él.
── ¿Y eso? ── Pregunto con cautela ella con las mejillas rojas y un hormigueo en su vientre.
── No sé porque tengo la necesidad de demostrarte en cada instante que te quiero Ginny ── Ella apreso sus labios nuevamente.── ¡Te quiero joder! ── Beso sus labios presionándolos con fuerza.
── Promete que esto no se va ha acabar ── Suplico ella rodeándolo con sus piernas y tratando de acercarlo más a su cuerpo.
── Ginny ── Susurro tomándole el rostro entre sus manos.── Te voy amar toda mi vida ── Roso su narices. ── Toda mi vida pequeña".
Cerro la puerta tras él con un pesar inmenso, se encontraba perdido en el limbo que se había convertido su mente en esos instantes. No podía explicarse así mismo que había sucedido realmente, recordó el preciso momento en que encontró el cuerpo de Astoria, tirado a mitad de la entrada la mansión, iba ha morir ese día de no haber sido por Nott.
Nott, siempre él apoyándolo, conteniéndole sus ataques de locuras brindándole su hombro para que llorara sus penas. Se inclino hacia adelante sosteniendo sus rodillas cuando el llanto y dolor lo doblaron con tanta sutileza.
¿Cómo iba evitar volverse loco? ¿Cómo evitaría que el dolor no acabara con él? Si su punto de equilibrio se había ido. Su amigo entrañable, su hermano de elección, su fiel compañero. Se enderezo de golpe dirigiendo su atención al mueble frente a él. Lo voltio con ligereza volcando su rabia en él. Tenía toda la intensión de convertir los muebles en residuos.
La familiaridad de olor a cereza se coló en su olfato y en menos de dos segundos los brazos de la castaña lo aprisionaban con fuerza. No se giro a corresponderle se mantuvo firme en su lugar, sintiéndose patético, débil. Quiso separese pero ella lo impidió aferrandose más él.
── Perdí a mi amigo ── La ira contagiaba sus palabras. ── Perdí a mi hermano ── Sus palabras se contagia de nostalgia dejando caer así su primera lágrima cuando la realidad lo golpea.
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Haerent
FanfictionAhí estaba ella desnuda ante esos ojos grises que la devoraban con su mirar, su piel se erizo cuando sintió la mano de él rozar su zona intima. Ya no existía dudas, había sido atrapada por Draco Malfoy, y sus más bajos instintos. #188 FANFIC 13/12/1...