Haerent

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"Haerent"

S. M Guzmán

Capitulo XXX

La noche había caído por fin en un tiempo que a Draco, le pareció casi interminable para que se acabara ese fatídico día aunque tampoco le urgía despertar la mañana siguiente para enterrar a su amigo. Arthur, le había dado un botella de Wisky de fuego, cosa que agradeció en un asentimiento pues el liquido amargo era lo único que cesaba aquel hormigueo en su estómago.

Llevo el vaso a sus labios para tomar un sorbo del líquido marrón caliente, arrugo el rostro ante el sabor para después restregar su rostro con frustración mientras su mente comenzaba a armar los pasos de los próximos días. Debía hablar con Ginny, para ponerse de acuerdo de donde enterrarían a Theodoro, ante su pensamiento volvió a ingerir otro trago. Lo correcto seria que Nott, fuese enterrado en los aposentos de la mansión Nott.

Tenía que mover todas las influencias que pudiera para poder recuperar los vienes de familia Nott, y que el bebé de su amigo disfrutara los beneficios de su dinastía. Lanzo el vaso con fuerza el cual se estrello volviéndose añicos.

── Amor ── El calificativo lo hizo buscar su voz encontrándose con ella recostada de la puerta. No la escucho entrar por lo tanto no sabia cuanto tiempo llevaba allí, analizo sus facciones buscando algún rastro de lastima en ella pero lo halló.

Se puso en pie estirando su brazo para que ella se acercara, cuando la tuvo cerca la estrecho contra su cuerpo con necesidad infinita a la que ella respondió con la misma devoción cayendo en el vinculo inefable que los unía de forma tranquilizante. Ni el mejor Wiski de fuego, ni el mejor vino de elfos añejado lograban esa serenidad en él que olor que desprendía su locura.

── Después de mañana quiero irme lejos contigo. A otra ciudad si es necesario, a otro continente a cualquier lugar que me permita a estar a tu lado sin ningún tipo de miedos ── El quejido en que fue dicha la oración logro que la muchacha se aferrara aun más a él.

Nada podía separarlos eso estaba más que claro a ellos los unía no solo un hechizo de atadura, los unía la sangre de inocentes, la tentación de sus cuerpos, el pecado de asesinar para estar juntos. A ellos los unía el hambre por el amor a todo riesgo aunque en esos instantes quisieran la serenidad.

── ¿Quieres escapar de la realidad? ── Le cuestiono únicamente para escuchar la ferviente respuesta que terminaría de romper su equilibrio y unirlo a él nada más a él.

── Tú eres mi realidad Hermione. Eres mi locura, mis sueños, mi estabilidad, mi descontrol. Contigo estoy completo sin ti me desalmo. Me convierto en una bestia sedienta de calma que solo apacigua cuando...

── Draco ── Gimió interrumpiéndolo para que se detuviera no es por que le asustara lo que podría oír quería que se detuviera por ella ya había aceptado ese lado de él.

── Hermione, por más cosas que pasen, por más que yo te tenga entre mis brazos ── Apretó la fricción gloriosa entre ellos.── Sigo creyendo que esto es irreal. No solo el pesar de la pérdida de Theodoro, que me hace mantener los pies en la tierra...

La castaña se aparto con brusquedad de él dejándolo atónito por un instante hasta que sintió los labios de la muchacha sobre los suyos con una ferocidad que solo él podía brindarle o eso creía hasta ese instante. Con la misma fuerza con la que ella se lanzo en su boca él la atrapo a su cuerpo en forma rustica chocando ambos torsos, sintiendo así el roce febril de los senos haciéndolo gemir.

La levanto haciéndola enroscar las piernas a sus caderas sin dejar de chupar sus labios, recorrer su cavidad en una danza divina de lenguas. Se lanzo a tientas en la cama con ella encima, acaricio la espalda atreves de la tela fina de la camiseta. Sus bocas se separaron cuando sus pulmones exigieron respirar juntaron sus frentes pidiendo oír así el sonido del deseo. Draco, rozo sus labios en un pequeño beso para dejar reposar su cabeza hacia atrás nuevamente mientras la castaña se refugiaba en su pecho cerrando los ojos para poder descansar.

── Te amo ── Susurro ella consiguiendo una caricia en su mejilla.

.....

Ginivra, estaba recostada de la puerta con la mirada fija en el cuerpo tendido en el camastro por momentos su serenidad la perturbaba, sus lágrimas parecían escasearse cuando su dolor se minimizaba pero era errónea su teoría al fijar su vista al pasado.

── Theo, Theo, Theo ──Murmura en un quejido frecuente ronco y amargo. Desgarrándose el alma con los recuerdos constantes de sus caricias y palabras amorosas.

── Ginny, amor por favor debes comer algo ── La voz de Molly, se escucho del otro lado de la puerta.

── No quiero nada ── Gimió con desgana limpiando algunas gotas de su cara.

── Es por tu bien y el del bebé que esperas cielo.

Las palabras la hicieron convulsionar nuevamente en su llanto.

── ¡No quiero! ¡Hoy quiero matar este dolor! ── Soltó un alarido volviendo sus manos puños haciendo presión con sus uñas en las palmas atravesándose con las finas garras.

── Ginny por favor ── La angustia de la señora era más que notoria espero algo más pero no consiguió lo que quiso.

── Por favor por esta noche madre déjame sola.

── Cualquier cosa que necesites no dudes en ir a nuestra habitación. Si deseas duermes con nosotros así como cuando eras niña y tenias miedo de quedarte sola.

El dolor perforo sus sentidos nuevamente en una estocada profunda cayendo de las pocas horas que faltaban para amanecer y ella seguía atrapada en esa pesadilla que en cada segundo era más aterradora. Escucho su nombre a lo lejos quiso protestar en negativa creyendo que era su madre pero lo descarto al toparse con la figura al lado de la cama. 

  ── Amor ──  Las palabras de Ronald, la helaron consiguiéndole erizar los vellos  del cuerpo con toda la torpeza del mundo se puso en pie  temblando por un frió que la toco de forma avasallante.

  ── ¡¿Que haces  aquí?! ── Gimio con prisa y terror. Ronald, camino hasta ella estirando su brazo para brindarle una caricia con el roce de látex de su guante, ambos cerraron los ojos una por asco y el otro por el anhelo de experimentar el pequeño tacto incapaz de hacerlo.

  ── Vamos a volver atrás ──  Las palabras escalaron de su garganta con dificultad.──  Voy a devolverte tu felicidad ── Abrió sus  ojos encontrándose con los interrogativos de su hermana. ──  Voy a serlo por que te amo.  

  ── ¿Volver atrás? ──  Pregunto incrédula negándose a las ideas que se formaban en su mente. El pelirrojo asiento con un gesto complacido.

  ──  Así es amor... Pero a cambio debes completar por mi lo que pide el hechizo.

  ── ¿De que hechizo hablas? 

── Un sacrificio debe llevarse a cabo para viajar al pasado. Un corazón debe detenerse para girar el tiempo. Tú decides amor regresamos atrás y salvamos a tu esposo para tener una vida plena llena de felicidad junto a ti gracias a tu sacrificio Ginny ──  La pelirroja retrocedió temerosa de las palabras. ──  Puedes matar a alguien de esta casa Ginny, a Malfoy, por ejemplo gracias a él yo quede así ──  Observo los guantes de sus manos sin mucho interés. ──  O puedes apuñalar tu vientre. Una criatura inocente, un ser sin maldad puede  mejorar la invocación ──  Ginny, instintivamente cubrió su vientre con ambas manos. ──  ¿Dime Ginny, lo hacemos? ¿Revivimos a tu amor? ──  Ronald sonrió disfrutando su posición. ──  ¿A quien matarás para salvarlo? 

  Las palabras escaparon de la boca de la pelirroja sin detenerse casi por inercia,por el pleno instinto de maternidad y egoísmo.

  ──  Draco Malfoy.  

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Buenas noches Haerencistas, me complace anunciarles que Haerent, entro  en el concurso #LetrasDeSol2018 les pido su apoyo.