No, no, no, el proyecto no es lo que creen, o lo que yo creo que creen. No tiene nada en absoluto que ver con Cameron, o alguna otra cosa parecida, de hecho el proyecto no lo creé yo.
Adivinen quién lo creó, la señora Alice Thompson.
Ésta mañana que me levanté fui por agua fría al refrigerador y encontré un lindo aviso puesto sobre la puerta del mismo que decía.
Proyecto Conocer A Molly.
Comer juntas
Jugar juntas
Dibujar juntas
Ir al parque juntas
Pasear al perro juntas¡Te faltó ir al baño juntas!
Cada uno de los items tenían en frente un cuadrado, el que indica si está realizado o no.
Y Alice antes de entrar a su cuarto para terminar de organizar su cabello dijo ––Puedes hacerlo en el orden que desees cariño
––¡¿Esto en serio?! ––grité señalando refrigerador.
Volví a mirar la lista y en la última fila dice: «pasear al perro». El psicólogo ayer me informó que la locura de Alice es incurable, y no tiene ninguna forma de tratarla.
––¡¿Tenemos un perro?!
––Lo traen en unos minutos ––respondió Alice.
Me desmallaré si a Alice le sucede algún otro desfase.
¡Ni pienses que iré al parque contigo Molly!
Me acerqué al cuarto de Alice e ingresé con cuidado.
––¿Por qué haces esto mamá?, suficiente con aguantar a Molly todas la mañanas
––Cariño escuchame, se que puede sonar muy frustrante para ti pero debes aprender a querer a Molly ––habló paciente––, de alguna u otra manera
Salí del cuarto enojada, lista para ducharme, y pasar un día completo con Molly, al fin, quisiera o no debía hacerlo.
Minutos después de ducharme y salir en vuelta en la toalla encontré a Molly en mi cuarto.
––Hola Molly
––Hola ––dijo con un caramelo en la boca.
En su muñeca había una de mis pulseras, y sosteniendo aún la toalla me acerqué a ella para observar mejor.
––¿De dónde la sacaste?
––De aquel cajón ––señaló mi nochero.
Le sonreí invitando a que saliese del cuarto, pero ella insistió, tuve el impulso de golpearla pero recordé que un ataúd es demasiado caro.
No lo digo porque pensaba matarla, sino porque Alice me mataría a mi antes de tocarle un cabello a Molly.
Gritando y muy enojada Molly salió logrando dejarme sola por unos minutos.
Cambié mi ropa y organicé mi cabello atándolo.
A través de la ventana se veía un día realmente lindo y soleado, ¡Perfecto para pasear el perro de Molly!
Almorcé más temprano de lo habitual y me quedé por un rato en el sofá esperando a que Molly terminara de organizarse.
Cuando el perro llegó Molly salió corriendo a abrazarlo.
––Ben vamos
––¿Le pusiste Ben al perro?
––Sí ––dijo enojada cruzando los brazos.
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Pulseras de papel [Completa]
Teen FictionHazel lleva pulseras «extrañas» en ambas manos. Aquellas pulseras traen consigo una bonita historia y han de formar otra mucho mejor. Tienen un gran significado: su pasado y con él su familia, por lo que sin ellas siente ser nadie. Hazel perdió lo q...