Extra ¡Extra!

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Capítulo 43 | Contacto
(narrador por Cameron Mitchell)

––Mitch si no lo haces ya, Hazel volverá con Matt ––dijo Elizabeth comenzando a alterarse–– ¿Acaso no piensas en eso?

Respiré profundo ––No es tan sencillo como dices ––ya me estaba hartando escucharla, pero creo que tenía razón––. ¡¿Qué?! ¿Quieres que vaya y le diga a Hazel que fui yo quién le escribió? ¿Así nada más?

––Sí, es tu última oportunidad, no querrás verla con Matt ¿o si? ––se cruzó de brazos y cerró un poco los ojos mientras sonreía.

–– ¿Esto es un chantaje o una advertencia? ––la miré neutro.

––Depende de como lo mires ––alzó ambas cejas.

Bufé resignado –– ¿Qué tienes en mente? ––aplané mis labios e introduje las manos en los bolsillos.

––Que vayas a casa de los Thompson y le digas a Hazel lo que sientes ––la noté seria.

––Está bien, iré donde los Thompson pero no te aseguro que le diré a Hazel quien soy aún ––cerré los ojos por unos segundos.

––¿A qué te refieres con eso? ––achinó los ojos desafiándome.

––El objetivo de todo esto es que no vuelva con Matthew, pero no estoy preparado para decirle la verdad así que hazme un favor ––me miró atenta––, véndale los ojos.

––Mitchell ¡Es un estupidez! ––gritó.

––Escribeme en cuanto estén listas, no demoraré en llegar ––le guiñé un ojo.

––Pero... ––bufó y pataleó con los puños apretados.

Di una vuelta en mi propio eje y abrí la puerta para entrar a casa. Subí a mi cuarto inmediatamente. Me recosté sobre la cama, coloqué mis brazos debajo de la cabeza y crucé los pies mientras mantenía los ojos cerrados. Comencé entonces a sentirme nervioso, era porque vería a Hazel en pocas horas o minutos, no estaba seguro, todo dependía de Elizabeth y su llamado.

El móvil vibró y lo revisé  de inmediato.

Mitch ven en quince minutos. (No se te ocurra tocar la puerta)
Enviado a las 18:04

De un salto brusco me levanté de la cama para buscar que ponerme. Luego de revisar me vestí con lo que creí apropiado para visitar a Hazel: unos blue jeans, un par de tenis grises, una camiseta un poco sencilla y un abrigo.

Me observé en el espejo una vez antes de dejar el cuarto y despedirme de Rose.

–– Adiós cariño, ¡Cuidate! ––la escuché decir al instante en que cerré la puerta.

Caminé por la acera sin prisa pensando en Hazel y en qué me diría en cuanto llegara.

Me acerqué a la puerta sigilosamente, poniendo mi mano al rededor de mi oreja para intentar escuchar algo.

––Cuando escuches varios pasos hacia ti sabrás que es él, nadie más vendrá a la sala, ¿Comprendiste cariño? ––alcancé a escuchar la irritante voz de Elizabeth.

Había llegado el momento. Abrí la puerta con cuidado y vi a Elizabeth guiñarme un ojo justo antes de desaparecer de la sala por la puerta trasera. Saqué el móvil de mi bolsillo y me dirigí al sofá donde se encontraba Hazel, que me había recibido con una cálida sonrisa que devolví aunque no la viera.

Pulseras de papel [Completa] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora