Sí, ya entendí lo de los diez tontos grados de inclinación hacia mi.
No me dejaré manipular, Liam.
Alejé a Liam de mi a la fuerza.
––¿Qué haces? ––dijo Liam.
––El proyecto de matemáticas lo haré sola, y mi relación sentimental también, ¿entendiste?
Pretendía gritar pero me imaginaba a Liam cacheteandome después de eso.
Camine unos pasos hasta el siguiente pasillo ignorando los llamados de Liam.
Trece palabras dichas a Liam con las que sentí tener poder.
¡Leeds power!
Sonreí y entré al aula.
––Eli ––fui ésta vez yo quién la arrastró hasta el pupitre.
Solté la mochila y saqué el cuaderno y mi lápiz, que de hecho solo se le puede sacar punta diecisiete veces; tengan claro que no creo en eso.
Y se pueden escribir al rededor de cincuenta mil palabras con él.
Rayando la margen inferior de mi cuaderno negro me recosté sobre mi lado izquierdo, mientras que escuchaba las palabras del profesor.
––¿Tienes idea de dónde esta Mitchell? ––le pregunté a Eli luego de que terminaron las clases.
––Rose no permitió que viniese en ese estado, aunque no vi que tan mal estaba
––Muy mal de hecho ––dije.
––¿Y desde cuando te interesa Mitchell?
Me puse de todos los colores; salimos a la entrada del instituto.
––Solo pregunto por lo que sucedió ayer, nada más –––enfaticé.
––Nada más, claro ––sonrió.
¡Eli ¿podrías callarte?!
––La salida que te hablé ––continuó hablando Eli–– será hoy
––¿Hoy? ––hice un puchero––, debo organizar casa y no creo terminar temprano
Ni siquiera hoy mismo.
––Sería una cita doble, Asher y Yo, Tú y Mitchell
––Ya te dije que solo me preocupe por lo sucedido, es solo eso
¡Solo eso!
«Sí, por supuesto»
¿Tú también estás con Eli?
––No es nada comprometedor cariño, tendrán espacio para verse la película completa ––alzó las cejas, ambas a la vez.
––Es una, luego la otra ––alcé las cejas una después de la otra.
––Como digas ––Eli subió los hombros.
Caminamos al rededor de 2,1 kilómetros directo a casa.
Pensar en matemáticas me cansa al igual que pensar en respirar.
Inhala, exhala.
Pero debo prepararme para realizar el trabajo sola, no será tan difícil.
Tomé las llaves de mi bolsillo, una música extraña proviene de la sala de mi casa.
Me asome a la ventana, era la señora Adler, y como olvidar que existe.
––Buenas tardes ––saludé con la mano.
La casa está limpia casi por completo.
Di un saltito de alegría y grité sin abrirla boca.
ESTÁS LEYENDO
Pulseras de papel [Completa]
Genç KurguHazel lleva pulseras «extrañas» en ambas manos. Aquellas pulseras traen consigo una bonita historia y han de formar otra mucho mejor. Tienen un gran significado: su pasado y con él su familia, por lo que sin ellas siente ser nadie. Hazel perdió lo q...