Parte 11

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~*~

- No me gusta verte tomar eso cada que respiras.

Yoona le quita la cajita de leche de plátano, era obvio que tenía que ver con la tipa con la que había estado revolcándose hasta ese día, algo le decía que había sido la misma, porque un hábito no se te pega si no es que pasa tiempo con esa persona. Además de que recuerda a la perfección el nombre... Tae.

- Pero me gusta... - Minho se defiende y hace un puchero para que se la devuelva.

- No te hará daño?

- No, es solo leche – se encoge de hombros – y no creo que termine obeso por eso – hace otro puchero y Yoona se parte de la risa, cubriéndose la boca de forma delicada con sus manos que mostraban sus uñas estilizadas.

- Pero no te gusta lo dulce – insiste de todas formas.

- Sí, pero ESTO si me gusta – se defiende señalando la cajita e incrementando el nivel de su puchero para que su novia dejara de cuestionarle, además era solo leche!!

- La sigues viendo? – pregunta insegura como nunca en su vida.

- Eh? – Minho se incorpora y busca en los ojos de su novia si hay algo de burla, pero no... - de que hablas?

- De la tipa con la que te revolcabas.

Minho hace lo imposible para esconder su sonrisa, Yoona estaba CELOSA!!!... con seguridad ese día la tierra dejo de girar como mínimo! y estaba celosa de una supuesta prostituta... que en realidad era un hombre... con el que si se revolcó, pero sobre la leche de plátano, porque el chiquillo era demasiado torpe... tan inocentes. Mierda. No podía decirle que aún era virgen... mierda.

- No, como crees... - le roba un beso – estas como decirlo... celosa, eso es nuevo para mí.

Ambos ríen por eso. Era cierto. Yoona jamás había mostrado un ápice de celos por nadie, quizás porque estaba muy segura de que tenía toda la atención de su novio y eso sumado a que seguro nadie podía competir con su belleza.

Se besan pon un largo instante y se miran, como deseando algo más.

- Oppa, quiero ir a bailar – Minho le sonríe, verla bailar era uno de sus deleites favoritos, quizás el mayor en su vida.

- A la orden.

Yoona se incorpora rápidamente y va a alistarse a su habitación. Después de todo era domingo, podrían hacer lo que quisieran.

Mientras tanto Minho se siente en una burbuja, como jamás antes, estaba quizás más enamorado que antes, porque todo era de maravilla y hasta Yoona estaba celosa, eso era algo inédito y quizás pasaría a ser parte de la historia universal. Se habían pasado esos tres días juntos, casi sin separarse, primero en el departamento de Minho y luego en la casa de Yoona, como una pareja perfecta, se divertían mirando televisión y saliendo de compras... ahora saldrían a bailar, el mayor deleite de Minho.

Yoona sale de su habitación y Minho da las gracias el tener la boca cerrada, porque de otra manera estaría babeando como un idiota e inundando todo su departamento.

- N.. nos vamos? – pregunta mientras torpemente se pone de pie y Yoona ríe nerviosa.

- Sí.

Se toman de la mano y caminan hasta coger un taxi, iban a bailar y beber, así que lo prudente era no conducir. Entran a la mejor discoteca de la ciudad y tan llena como siempre, encuentran un par de asientos en la barra. Después de pedir un par de tragos, se miran y se ríen de sí mismos, sentían como si estuvieran en su primera cita.

Voy a Pagarte Lo Que QuierasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora