Voy a Pagarte Lo Que Quieras

Parte Final

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Los años pasaban y su amor se hacía cada vez más fuerte, los detalles de su amor incondicional jamás faltaban, más aun esas demostraciones de amor que los hacían sentirse como si estuvieran enamorándose un poco más; y como tanto habían soñado su familia estaba completa, con su pequeño que vivía más que contento con sus padres que le daban todo su amor.

- Yoogunnie! Apresúrate! – Minho arregla su camisa por enésima vez antes de salir rumbo al aeropuerto.

- Appa! – se quejaba Yoogun haciendo un puchero al ver a su papá arreglarse por encima ves y él ya estaba listo desde hacía una hora atrás – tu eres el que está atrasado! – se quejaba de que su padre siempre tardase tanto a la hora de ir al aeropuerto a recoger a su Taemin appa, siempre la misma historia se repetía, siempre.

- Aish! Ya voy!

Minho coge todo lo necesario y junto a su hijo van a recoger a Taemin que llegaba de un viaje en China.

- Vamos hijo.

Taemin decidió estudiar en una academia que no estaba vinculada con su 'familia', su interés por esa universidad se había perdido por completo, pero aun así, las puertas se abrían de una en una. Mientras estudiaba trabajaba de modelo con Key y participaba en performances junto a Amber para el grupo de Jonghyun y Onew. Así, pudieron pagar las pensiones de su academia, además de que pronto terminarían de pagar ese préstamo en el banco con el que compraron esa pequeña casita.

Minho ya no trabajaba en aquella pequeña empresa, porque un día se dio cuenta de que ya era hora de trabajar por ese sueño que alimentó junto a sus mejores amigos y su novio que le apoyaba siempre con una bonita sonrisa y palabras llenas de cariño. Y junto a ese proyecto su novio se haría profesor de baile, mientras Jonghyun y Onew enseñarían canto, Amber y Key darían clases de modelaje y enseñarían diseño.

Mientras Yoogeun fingía ser un Power Ranger, Minho se veía en el reflejo en esa gran ventana una vez más, porque eran sus cumpleaños y su amor estaba llegando después de una gira de casi medio año. Y quería verse excelente.

- Allá esta appa! Minnie appa!! – escucha el grito de su hijo y después de arreglarle la ropa toma su mano y juntos van a recibir a su amor que salía de esa puerta sujetando su maleta – appaaaaaaaaaaaaaaa!!! Minnie appa!!! – chillaba Yoogun contento llamando la atención de todo el mundo. Y Minho no sabía qué hacer para que le dejase de decir Minnie como si fuera su menor, bueno al menos le día appa sin falta.

- Hijo no hagas tanto alboroto! – le regaña haciendo un puchero y este sigue saltando contento, como cada que veía a su Taemin appa que lo mimaba hasta no poder.

- Appa!!! Appa!! – chillaba con voz aguda.

Taemin sonríe al ver a su amor y su hijo esperándole, haciendo alboroto como cada que lo iban a recoger al aeropuerto. Se sentía tan feliz de que esas palabras que Minho le regaló aquel día, diciéndole que sería su hogar... las estaba cumpliendo y él... esperaba que su regalo fuera a gustarle a su amor. Tantos años y aun sentía esas mariposas en la boca del estómago cada que lo veía simplemente tan hermoso y, dios, esos ojos junto a esa sonrisa enorme que tanto le gustaban siempre fueron y, estaba más que seguro, que serían sólo suyos. Su Minho, aquel que lo era simplemente todo para él. Aquel por el que se esforzaba y hacia todo pensando en su amor que parecia siempre estar acompañándole.

- Hola amor – envuelve sus brazos en el cuello de su amor que pegaba sus frentes.

- Hola cariño, bienvenido – sonríe y se dan un beso sonoro que les hacer reír, tan enamorados, como si ayer hubieran asistido a aquella fiesta en la universidad y luego de tantos problemas Minho pisara esa pequeña casa por primera vez para nunca siquiera pensar en marcharse, aquella pequeña casita que se apoderó de su corazón junto a su único habitante que cuidaba su corazón con toda su alma.