Voy a Pagarte Lo Que Quieras

Parte 58

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- Umma! ya termine – se quitaba los guantes después de lavar la loza – puedo ir donde hyung y appa? – pregunta como niño y su abuela le sonríe. Era su nieto tan enamorado.

- Si cariño, ve.

- Gracias!

Después de acomodarse el gorrito, los guantes gruesos y su abrigo sale al encuentro de su novio y su abuelo. Avanza un poco hasta el lugar donde solían guardar los troncos para el fuego durante el invierno.

Camina y se acerca a escondidas para que su abuelo no le regañara, además quería saber si estaba interrogando demasiado a su novio.

Escucha su conversación y se arrepiente de haber querido husmear. Todo empeoraba al escuchar los sollozos de su querido abuelo.

Con el corazón doliéndole y sus pensamientos e ideas hechos una maraña sale a caminar a despejar su mente. En medio de esa tormenta de nieve camina sin rumbo alguno, intentado creer que todo lo que escuchó era mentira, que desaparecerá junto a esa nieve que se amontonaba imponente sobre todo, una sobre otra le hacían sentirse demasiado ... solo.

- Iré por él!

Era lo último que dijo mientras se ponía rápidamente de pie y salía corriendo, aunque no conocía nada no podía dejar solo a su novio, no podía simplemente dejarlo.

Camina lo más rápido que podía sobre esa nieve que seguía cayendo copiosa, recorre la misma calle y se dirige hacia la plaza. Entra pero no había nadie. Todo estaba completamente vacío, ni las tiendas que cuando llegó estaban abiertas, todo cerrado.

Intenta clamarse y mira para todas partes, no había señal alguna que podría seguir, ninguna. Estaba en un lugar que desconocía por completo y no sabía dónde buscar a su novio.

Sin embargo, una extraña sensación se hace presente mientras esta en completo silencio y se sentía impotente, inútil. Era como escuchar la voz de su corazón, eran sensaciones extrañas que le obligaron a caminar.

Camina y camina sin saber a dónde se dirigía, pero aun así, continuaba dando paso tras paso. Llega a una especie de colina, donde habían más árboles, continua subiendo aunque le parecía peligroso.

Una especie de alivio se asienta en su corazón al ver a su novio sentado sobre un tronco, debajo de un árbol que le cubría de la nieve que caía copiosa.

Se acerca lentamente y se sienta a su lado mientras Taemin le miraba sorprendido, porque era su escondite desde pequeño, ese lugar al que solía huir cuando alguien le hacía sentirse demasiado mal.

Se toman de la mano aun con esos gruesos guantes, mientras ven en completo silencio cómo ese panorama se pintaba aún más blanco.

- Hyung - Minho le mira y extrañamente siente que quisiera verle llorar, quizás porque el dolor escondido u oculto era aún peor...

- Dime amor - le deja un besito en la frente, uno que hace que su novio se sienta querido.

- Es cierto? – mira y esas lagrimas que parecían resistirse ahora se hacían presentes – Kai es mi hermano? – pregunta con voz quebrada y Minho asiente.

Esa respuesta le deja pensando en demasiadas cosas, en aquellas veces que se pelearon, en todo lo que tuvo que soportarle, en aquellas veces en las que saludó con una sonrisa al padre de Kai y vio de lejos a su madre que salía de viaje. Eran sus padres y no lo habían reconocido, le habían tratado como a un extraño más ¿cómo rayos no se dieron cuenta de que estaban delante de su hijo, la sangre de su sangre?. Eso además de que cuando audicionó a aquellas academias y vio al padre de Kai y a Kai, supo que nada saldría como deseaba. Y así fue. ¿cómo podía tener malos presentimientos con su propia familia? Dios, en ese momento no lo sabía y ahora simplemente parecía demasiado.