Daniel no llegaba y yo empezaba a preocuparme, dijo que nos veiamos para cenar, ya son las 11 y no aparece, se que parezco esposa preocupada pero ¿eso voy a ser no?. Segui sumida en mis pensamientos hasta que sonó mi celular, me habia llegado un mensaje era Daniel.
No voy a poder llegar
a dormir, tengo mucho
trabajo, nos vemos mañana
-Daniel¿Como que no va a venir a dormir?, genial noche sola, sarcasmo detectado, subí a ponerme la pijama y baje de regreso a la sala a ver una película. Desperté al día siguiente torcida, me había quedado dormida en el sillón, subí a bañarme, a ponerme ropa limpia y me dirigí a casa de los Evans.
-Buenos dias- dije entrando a la cocina.
-Buenos dias hija- dijo mi padre.
-¿Y Daniel?- pregunto mi mama mientras leia el periódico.
-No ha llegado- dije restandole importancia.
-¿No llego a dormir?- pregunto Drew en tono de burla.
-Andrew... - dijo su madre lentamente llamandole la atención.
-Buenos días familia- dijo Daniel entrando en la cocina con una ramo de rosas rojas.
-Buenos dias hijo- dijo mi padre feliz.
-Sara, estas son para ti como disculpa por no haber llegado ayer- me dijo dándome el ramo a lo que yo solamente me le quede mirando mientras me ponía roja de la pena, las rosas no me gustan, se me hacen algo muy genérico, pero este había sido un detalle muy considerado de su parte.
-Tómalas- me dijo mi madre codeándome mientras me sacaba de mis pensamientos.
-Gracias- dije tartamudeando.
-Ahora podrías explicarme ¿porque no llegaste a dormir?- pregunto el señor Evans con cara de pocos amigos.
-Tuve una emergencia de trabajo- dijo restándole importancia
-Y ¿Cual trabajo? Si es que se puede saber- precunto Drew con una sonrisa de lado en su rostro.
-En uno nuevo proyecto que estoy trabajando con Max y Robert-
-¿De que se trata?- pregunto Alicia emocionada.
-Es secreto, todavía no está completamente establecido-
-Que curioso...- dijo Andrew con voz de detective, a lo que yo respondí rodando los ojos.-Estoy segura que ha de ser algo importante- dijo mi padre para quitar la tensión en el aire que habían formado Daniel y sus padres.
-Por supuesto que lo es, sera una sorpresa- dijo sonriendo para después darle un mordisco a una manzana verde que estaba en un bowl de la barra.
Ya habíamos almorzado todos, y ahora nos encontrábamos Daniel y yo en la sala de nuestra casa mirando una película, si es que se puede decir que el la estaba mirando, solo veía la pantalla de su celular y reía de vez en cuando.
-¿Con quien hablas?- pregunte con voz tierna acercándome a el
-Que te importa- contesto cortante y yo retrocedí lo que había avanzado, el se dio cuenta y se acerco a mi para después pasar su brazo derecho por mis hombros
-Lo siento mucho, el trabajo me esta volviendo loco estoy muy confundido- me dijo mientras miraba a un punto fijo en el suelo
-¿Como confundido?- pregunté sin entender a como podría estar confundido
-Es complicado- dijo parándose del sillón
-¿Siempre si tendremos la cita?- le pregunté después de unos minutos de silencio
-Claro, ve a cambiarte, yo te espero aquí en la sala- dijo con una media sonrisa
-De acuerdo, no tardo- dije subiendo las escaleras de prisa pero volví a bajar igual de apurada
-¿Pasa algo?- preguntó confundido
-¿Que me pongo?- pregunté tímida
-Lo que quieras estará bien- me dijo riendo bajo
-Esta bien- volví a subir y me puse un vestido blanco flojo que me llegaba por el muslo, unos tenis blancos, una chaqueta de mezclilla y unas cadenas delgadas doradas al rededor de mi cuello, cepille mi cabello y deje mis ondas sueltas, me perfume y al final tome mi pequeño bolso rojo, estaba lista,mi maquillaje era sencillo, lo único que resaltaba eran mis labios rojos, baje las escaleras lentamente hasta llegar frente a Daniel que se encontraba sentado en el mismo sillón mientras no quitaba la mirada de la pantalla del celular que tenia entre sus manos, carraspee con la garganta para que volteara, me miro de arriba hacia abajo y sonrió, y ahí estaba de nuevo mi enrojecimiento en la cara, debía dejar de hacer eso.
-Te ves muy bonita- me dijo mirándome fijamente a los ojos
-Gracias-dije apenas pudiendo sacar las palabras de mi garganta
-¿Vamos?- me preguntó ofreciéndome su mano, asentí con la cabeza y la tomé
Actualizando a petición de @rosaamelia16 💖 gracias por leer. Xx
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La promesa que cambio mi vida
Teen FictionSara Blake una chica de 18 años, hija de exitosos empresarios y con el corazón roto, se entera que su padre hizo una promesa hace 17 años con un amigo que le cambiará la vida por completo. Buscas una novela con humor?, amor? Y una que otra decepción...