-Despierten- escuche a lo lejos
-Si, ya es tarde flojos- dijo otra voz conocida
-Uhm- se quejó Daniel
-Que bonitos se ven brazados- dijo Nori, ¿Desde cuando estoy abrazada a Daniel?
-Hola pulgas- les dije mientras me desenredaba de los brazos de Daniel y frotaba mis ojos
-Ya es tarde- dijo Leia quejándose
-Si, muy tarde- complemento mi hermana
-¿Tarde para que?- preguntó mi compañero de cama
-Queremos ir al cine- dijeron las dos niñas
-Leia, tenemos sala de cine, pueden hacer palomitas y ver una película ahí- dijo Daniel mientras se volteaba al otro lado para disponerse a dormir
-Papá dice que nos lleves, y que después tienes una reunión con gente grande- dijo Leia
-La reunión- gritó Daniel para seguido pararse de un brinco y ponerse unos pantalones
-¿Estas seguro que quieres ir así?- le pregunte
-Si, ¿que tienen de malo?-
-Que esos son míos- conteste para después reírme junto con las niñas
-Con razón no me subían- dijo apenado para después unirse a nuestras risas
-¿Que hora es?- pregunté
-Son las 9- dijo Nori
-La película es a las 9:30, apúrense- nos regaño Leia
-Ya vamos enana- contestó Daniel riendo, me levante de la cama y fui al baño para hacer mis necesidades y cambiarme con unos jeans claros, una playera grande blanca y unos vans negros, tome mi bolso pequeño negro con cadena y me hice una coleta, me maquille un poco, corrector, polvo, rímel y labial, me coloqué perfume y salí del baño
-Wow, te ves muy bien- dijo Daniel, iba vestido con una playera blanca, pantalones negros y converse negros y una chaqueta de mezclilla, sus chinos estaban algo despeinados. Me sonroje al instante, que vergüenza, no sé si seguimos en los mismos términos, ayer me besó, amanecimos abrazados y ahora me dice que me veo muy bien y yo me sonrojo, trágame tierra.
-Gracias, tu igual- dije avergonzada y salí rápido de la habitación, no puedo acostumbrarme a esto, todo cambio en su manera de tratarme de un día a otro, ¿que rayos le pasa?, baje las escaleras dispuesta a buscar algo que comer en el refrigerador
-Boo- dijo alguien con voz grave y grite
-Soy yo, soy yo, no grites- me dijo Drew mientras reía
-Tonto, casi me da algo-
-No seas exagerada, ni siquiera lo grite, literalmente solo dije la palabra boo- dijo riéndose aún más
-¿Como entraste Drew?- preguntó Daniel mientras bajaba las escaleras
-Tengo llaves- dijo obvio
-Ya no es el invernadero familiar, es mi casa, no puedes entrar cuando quieras- dijo serio para después ir a la cocina
-¿Está enojado?- preguntó Drew
-Es su estado natural- dije riendo contagiando a Drew, últimamente no había hablado con el, había tomado unas actitudes raras, primero era un caballero, luego un intento de psicopatía, luego alguien que me cubría de Daniel y ahora parece un joven despreocupado y juguetón
-Ya vámonos- dijeron las niñas mientras bajaban corriendo la escalera
-No corran en la escalera- dije en tono un poco alto
-Si mamá- dijeron todos arrastrando las palabras, para después reír ya que habían coincidido en decir lo mismo
-No es gracioso, lo digo enserio, se pueden caer- dije defendiéndome pero la risa me ganaba poco a poco
-¿Andrew irá con nosotros?- preguntaron las niñas después de que todos paramos de reír
-No, Nataniel tiene cosas que hacer- dijo Daniel seco
-¿Nataniel?- pregunte confundida y después voltee a ver a Drew que estaba rojo como un tomate
-No te rías Sara- dijo tratando de esconder su pena
-¿Te llamas Nataniel?- dije riéndome, ese nombrea no le quedaba para nada
-Andrew Nataniel Evans II, príncipe de Genovia- dijo Daniel haciendo burla a su nombre, no aguante más y estalle en carcajadas, amaba la película a la que Daniel se refería y podría jurar que casi me hago pipí en los pantalones
-No iré a ningún lado con ustedes, deberías de defenderme- me dijo Nataniel con la cara aún más roja si es que era posible
-Lo siento, me ha causado mucha gracia- dije tratando de hablar normal, pero fue en vano ya que rápidamente la risa se apoderó de mí de nuevo
-Me avisas cuando regreses para la junta- le dijo a su hermano y salió corriendo de la casa
-No se de que te ríes Corentin- le dijo la pequeña Leia, paren el mundo
-¿Corentin?- pregunte con lágrimas en mis ojos de tanta risa
-Cállate Leía- dijo Daniel o más bien "Corentin" rojo a más no poder
-Su nombre verdadero es Daniel Corentin Eizen Evans- no.puedo.creerlo
-¿Tienes tres nombres?- pregunte atacada de la risa, aunque no creo que me halla entendido nada gracias a que no lograba completar las palabras
-Si- dijo Daniel enojado y aún rojo
-Y su verdadero nombre es Leia Celestin- dijo Corentin para molestar a Leia
-Cállate Daniel, tu nombre es más feo- dijo la pequeña defendiéndose, a lo que yo reí
-¿Porque tus padres les hicieron eso?- dije aún riendo junto con mi hermana, los hermanos Evans solo se fulminaban con la mirada mientras sus caras se encontraban rojas
-Ya vámonos al cine- dijo Corentin tomando mi muñeca y jalándome hacia la salida
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La promesa que cambio mi vida
Teen FictionSara Blake una chica de 18 años, hija de exitosos empresarios y con el corazón roto, se entera que su padre hizo una promesa hace 17 años con un amigo que le cambiará la vida por completo. Buscas una novela con humor?, amor? Y una que otra decepción...