La promesa que cambio mi vida

Capitulo 11 parte 4.Hospital

Empecé a rodear la casa buscando laguna posible entrada a la casa que no fuera la puerta principal, al lado de la casa había un gran árbol comencé a treparlo pero gracias a que no soy nada ágil ni tengo buenos reflejos caí como plasta como unos dos metros hacia abajo haciendo un ruido extremadamente escandaloso.
No sentía mis piernas, empecé a sentir miedo, no podía articular ninguna palabra, solo oía una voz masculina que no supe identificar, la oía muy lejos casi como si viniera de otro lugar y después solo vi oscuridad.

-Tuvo una contusión muy leve, mañana en la mañana la daré de alta y se podrá llevar a su novia de vuelta a casa-
-Prometida- dijo Daniel interrumpiendo la voz de un hombre que le daba indicaciones de cómo me encontraba, yo seguía con los ojos cerrados, pero por el sonido de la voz de Daniel podía decir que estaba a un lado mío, el tono de su voz se oía preocupado, angustiado, no entiendo por qué, el hombre acaba de decir que no es nada grave y solo caí dos metros, además puedo perfectamente abrir los ojos, pero no lo haré, tengo otro plan.
-Hola, el doctor dijo que solo tuviste una pequeña contusión, dice que no es nada grave, pero aún así estoy preocupado, no has abierto los ojos desde hace 5 horas, ya son las once de la mañana, cuando caíste del árbol pensé que alguien estaba intentando entrar y al salir a revisar te vi tirada a un lado de la casa, que tonto de tu parte intentar entrar por la ventana- dijo en tono de voz cansada
-Dany, creo que deberías ir a casa a tomar un baño y dormir un poco, no has dormido nada, ¿ya te viste en el espejo? Por favor ve y descansa un poco- ¿No ha dormido? Pero que rayos,no llevo tanto aquí dormida
-Tu madre tiene razón, vete a descansar, nosotros nos quedaremos, no te preocupes, mi hija es mucho más fuerte de lo que parece- dijo mi padre con voz tranquila, esta no era mi primera vez en un hospital, pero era la primera vez por algo tan poco grave, decidí terminar con esto y abrí los ojos
-Hola- dije mientras entrecerraba los ojos ya que el resplandor de las luces del cuarto me calaba en la vista, rápidamente todos voltearon a verme
-Hola, ¿Estas bien? ¿Te duele algo?- me preguntó Daniel apresurado mientras se arrodillaba aún lado mío
-Hola, estoy bien, quiero irme de aquí, la cama es incómoda- dije con cara de disgusto
-Arreglaré las cosas para ver si puedes salir hoy en la tarde- dijo el señor Evans antes de salir por la puerta
-Buenas tardes, buscó a Sara Mclaine...- se escuchó una voz muy conocida afuera en el pasillo. -En la siguiente puerta joven- le respondió al parecer una enfermera, en eso se abrió la puerta dejando ver al castaño claro de cabello rizado que tanto me hace reír, Ed.