La promesa que cambio mi vida

Capitulo 9 parte 5 Buenas noches

-Desperté en nuestra cama tapada con una sabana, el cuarto estaba oscuro y se oía ruido afuera, mucho ruido más bien-
-Te dije que te largues, me vale una mierda lo que pienses- escuche mientras bajaba las escaleras, los gritos parecían venir de La Cocina, seguidos por un estruendoso ruidoso
-¿Que demonios estás haciendo idiota?-  le grite a Daniel al ver aquella escena, Drew se encontraba apoyado en la pared ya que fue anteriormente lanzado por un Daniel con cara de pocos amigos
-Quiero que se largue de mi casa- fue lo único que salió de los labios de Daniel mientras miraba fijamente a su hermano y exhalaba fuerte y repetidamente
-No puedes decirme qué hacer, esta casa también es mía-
-Joder Sara dile que se vaya- me miró suplicante
-Esta bien, vámonos Drew- dije al mismo tiempo que jalaba al chico del brazo
-¿A donde vas?- dijo mientas tomaba mi brazo y me jalaba levemente hacia el
-No pienso volver hasta que te tranquilices Daniel- le dije soltándome de su agarre
-De acuerdo, lárgate, siempre prefieren a Andrew el idiota- gritó mientras se dirigía al cuarto dando pasos largos

-¿Que fue lo que pasó?- le pregunte a Andrew mientras me ofrecía una taza de té, habíamos llegado directamente a la sala de sus padres hasta que el se ofreció a traérmelo para calmar los nervios
-No lo sé Sara, yo solo le hable con la verdad y eso le molesta, nunca ha podido con la verdad- explicó tranquilamente mientras le daba un sorbo a su té
-¿Pero que fue lo que le dijiste?- replique queriendo saber
-Solo te diré que no le gusto, ya no preguntes más porque no te diré- dijo cortante y después lo aligeró mostrando una pequeña sonrisa
-Esta bien- dije en voz baja mientras llevaba mi mirada a mi taza de té vacía
-Es hora de dormir, tu habitación está disponible, pero si quieres puedes dormir conmigo- dijo totalmente sereno
-No gracias, dormiré en la mía- ¿Quien demonios es este Andrew? No es el mismo que conocí cuando llegue
-Como tu gustes, descansa- dijo ya más amable y con su tono de voz de siempre

No podía dormir, llevaba horas moviéndome de un lado al otro en el gran colchón vacío, era extraño estar así, sola, y se que solo llevo dos meses durmiendo con otra persona pero enserio se nota su ausencia, no hay quien me jale la cobija, ni quien tire patadas leves solo para molestar, hasta podría decir qué extraño sus ronquidos, después de pensarlo un rato tome la cobija con la que estaba tapada y me la puse encima para seguido caminar hacia la puerta del cuarto y bajar las escaleras hasta la puerta del jardín, entre a nuestra pequeña casa del invernadero y cerré la puerta, todo estaba completamente callado, subí las escaleras y noté que la puerta de nuestro cuarto estaba abierta y de ella salía una tenue luz que venía del baño, entre y la apague para seguido recostarme en mi lado de la cama
-Sara ¿eres tú?- me preguntó Daniel que estaba girado en dirección contraria a mi
-No, soy Peter Pan, si soy yo tonto ¿quien más?- le conteste mientras reía por su pregunta
-Regresaste- dijo mientras se volteaba quedando nuestras caras a muy poca distancia, sus ojos se veían brillosos a La Luz de la luna que entraba por la ventana
-No podía dormir- le explique algo nerviosa por su cercanía mientras lo miraba fijamente
-Yo tampoco- me dijo bajando su mirada
-A de haber sido por La Luz que dejaste prendida- le dije obvia
-La deje prendida para ti-
-¿Para mi?- pregunte confundida
-Si, tenía la esperanza de que regresaras, y si lo hacías decidí dejarla prendida para que pudieras ver por dónde ir, no quería que pasara lo de la ve pasada -Me dijo haciendo referencia de la última vez que me tocó a mí apagar La Luz, no veía nada y me tropecé con uno de sus zapatos y caí al piso como plasta
-Si recuerdo- dije mientras empezaba a reírme acto al que el se unió, después nos seguimos riendo sin razón alguna hasta que después de unos minutos el interrumpió las risas
-Descansa S- dijo mientras depositaba un beso en mi frente
-¿S?- le pregunte levantando una ceja
-Si, es tu apodo- dijo mientras se tornaba algo rojo - Ya me voy a dormir- dijo para seguido voltearse al mismo tiempo que yo caía en un profundo sueño.