Capitulo 8 Auch

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El solo me miró  y reflexionó ante lo que le dije, se mantuvo en silencio unos minutos para luego comenzar a hablar.
-Lo siento- fue lo que salió de sus labios dejándome a mi atónita ante sus palabras, lo había dicho tan seriamente y en su cara reflejaba que lo decía enserio -Tienes razón, fui un completo cabron por cómo te trate, no merecías que te tratara así, y sé que Naomi puede ser un poco desagradable aveces pero cuando la conoces es menos irritable, solo dale tiempo, y Andrew es un idiota, es mi hermano, mi naturaleza es tratarlo mal- termino de decir mientras llevaba un bocado de  raviolis a su boca
-¿Menos irritante? Por favor, Naomi es el anticristo personificado- dije riendo ante la absurda opinión de Daniel sobre su novia
-Okey, puede que Naomi no sea la persona más amable, o divertida, o cualquiera de esas cosas, pero creo que siento algo por ella-
-Estoy de acuerdo- ¿estoy de acuerdo? Pero qué tontería acabo de decir, admito que no supe que contestar ante su confesión de sentimientos hacia perraomi pero por mí estaba bien ¿no? Digo si a Daniel le gusta otra persona por mí está perfecto porque así no me caso con el ¿no?
-¿Estas bien? Estas pálida- me dijo mientras me miraba con preocupación en su rostro
-Si, es solo que creo que se me bajo el azúcar, Daniel yo solo... -
-Dani, mira lo que compre, estoy segura que te va a encantar- dijo perraomi mientras lo abrazaba por detrás
-Que bien, ¿quieres que nos vayamos ya?- el le dijo mientras sonreía y dejaba un beso en su mejilla, !auch¡ golpe bajo para mi autoestima, pero pus él puede hacer lo que quiera, no somos nadab
-Si, vámonos- termino de decir ella para seguido tomar a Daniel de la mano e irse caminando dejándome a mi atrás
Subimos al auto y llegamos a casa de los Evans, Daniel llevó a Naomi a "nuestra" casa mientras que yo decidía quedarme en la casa de los Evans, no quería estar cerca de los dos, sentía raro, era como una sensación nada agradable.
-¿Quieres jugar con nosotras?- oí una voz muy familiar desde La Cocina, eran Nori y Leía que me miraban expectantes de mi respuesta
-Claro, ¿a que vamos a jugar?-
-Hay que jugar a las princesas- opinó Leía mientras sonreía ampliamente
-De acuerdo a las princesas será- dije para después pararme y caminar detrás de ellas hasta la habitación de Leía

La promesa que cambio mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora