El solo me miró y reflexionó ante lo que le dije, se mantuvo en silencio unos minutos para luego comenzar a hablar.
-Lo siento- fue lo que salió de sus labios dejándome a mi atónita ante sus palabras, lo había dicho tan seriamente y en su cara reflejaba que lo decía enserio -Tienes razón, fui un completo cabron por cómo te trate, no merecías que te tratara así, y sé que Naomi puede ser un poco desagradable aveces pero cuando la conoces es menos irritable, solo dale tiempo, y Andrew es un idiota, es mi hermano, mi naturaleza es tratarlo mal- termino de decir mientras llevaba un bocado de raviolis a su boca
-¿Menos irritante? Por favor, Naomi es el anticristo personificado- dije riendo ante la absurda opinión de Daniel sobre su novia
-Okey, puede que Naomi no sea la persona más amable, o divertida, o cualquiera de esas cosas, pero creo que siento algo por ella-
-Estoy de acuerdo- ¿estoy de acuerdo? Pero qué tontería acabo de decir, admito que no supe que contestar ante su confesión de sentimientos hacia perraomi pero por mí estaba bien ¿no? Digo si a Daniel le gusta otra persona por mí está perfecto porque así no me caso con el ¿no?
-¿Estas bien? Estas pálida- me dijo mientras me miraba con preocupación en su rostro
-Si, es solo que creo que se me bajo el azúcar, Daniel yo solo... -
-Dani, mira lo que compre, estoy segura que te va a encantar- dijo perraomi mientras lo abrazaba por detrás
-Que bien, ¿quieres que nos vayamos ya?- el le dijo mientras sonreía y dejaba un beso en su mejilla, !auch¡ golpe bajo para mi autoestima, pero pus él puede hacer lo que quiera, no somos nadab
-Si, vámonos- termino de decir ella para seguido tomar a Daniel de la mano e irse caminando dejándome a mi atrás
Subimos al auto y llegamos a casa de los Evans, Daniel llevó a Naomi a "nuestra" casa mientras que yo decidía quedarme en la casa de los Evans, no quería estar cerca de los dos, sentía raro, era como una sensación nada agradable.
-¿Quieres jugar con nosotras?- oí una voz muy familiar desde La Cocina, eran Nori y Leía que me miraban expectantes de mi respuesta
-Claro, ¿a que vamos a jugar?-
-Hay que jugar a las princesas- opinó Leía mientras sonreía ampliamente
-De acuerdo a las princesas será- dije para después pararme y caminar detrás de ellas hasta la habitación de Leía
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La promesa que cambio mi vida
Roman pour AdolescentsSara Blake una chica de 18 años, hija de exitosos empresarios y con el corazón roto, se entera que su padre hizo una promesa hace 17 años con un amigo que le cambiará la vida por completo. Buscas una novela con humor?, amor? Y una que otra decepción...