Capítulo 9

13.6K 1.1K 542
                                    

-Ya sabes como debes de comportarte ¿no? -pregunta mi padre viendo con aprobación mi apariencia.

-Si -respondo sin observarlo, arreglando mi vestido, a decir verdad lo hago más por nervios que por tratar de verme bien.

-En todo momento habla con respeto ante tu señor y no olvides de no observarlo directamente a los ojos.

-Si -Termino de acomodar mi cabello y me siento en el sillón de la sala esperando a que Zigor llegue.

-Tu hermano y yo te dejaremos a solas con él, por lo cual muestra la buena educación que haz tenido de tu familia -Dice levantándose al escuchar la puerta ser golpeada.

Mi corazón late rápidamente y mis manos tiemblan

-No me decepciones Eider -Me lanza una última mirada y luego va a recibirlo.

Me levanto, escucho a mi padre saludar y luego pasos acercándose hacia la sala, con cada paso que dan más fuerte mi corazón late haciendo que una retumbante sensación se escuche en mis oídos.

Veo unas botas aparecer ante mi visión, bien lustradas y las típicas que Zigor las utiliza siempre, marrones.

Inclino mi cabeza saludandolo y él solo hace un gesto con su mano restando importancia al formalismo.

-¿Quieres tomar algo mi señor?

-Agua -Responde cortante sentándose en el sofá. Yo rápidamente busco la jarra y lo sirvo.

-Yo estaré en la habitación contigua, señor, si necesitan algo solo llamenme -Habla mi padre, Zigor asiente con la cabeza y mi padre sale de la habitación.

Trato de controlar mi respiración mientras me siento en el sillón frente a Zigor.

Nos quedamos en un silencio muy incómodo, él bebiendo mientras me observa, yo mirando al suelo con mis manos sobre mis rodillas.

-Me ha hablado tu padre muchas cosas buenas sobre ti... Puedo notar con tan solo observarte que eres una mujer fina y elegante.

-Si señor.

-Me ha dicho que nunca lo haz desobedecido.

¡Y sí que mi padre habla de maravillas sobre mí!

-Nunca señor.

-Mirame Eider.

-Pero-

-Mirame- Habla ahora demandante.

Lentamente alzo la cabeza mirándolo a los ojos, tiene un color muy bonito, marrones claros, diferentes a los de Neón que es verde claro.

Él me mira de una forma tranquila por lo cual hace que mis nervios se disipen un poco.

-¿Quieres hacerme alguna pregunta?

Lo miro sorprendida.

-Sé que tendras un poco de curiosidad por mi, preguntame lo que quieras, no soy tan aterrador como mi hermano- Habla sonriendo un poco.

Eso es verdad, incluso hay varias mujeres que temen más a Neón que A Zigor.

Titubeante, pregunto.

-¿Por qué me haz elegido a mi como una candidata a ser tu esposa?

Él cambia su mirada a una seria.

-Necesito a una esposa con buena imagen.

¿Solo eso? Eso no es respuesta suficiente.

Lo observo levantarse acercándose a mi.

-Levantate, Eider.

Al instante obedezco quedando frente a él, alzando un poco la cabeza al ser él más alto que yo.

El Pecado De Ser MujerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora