Capítulo 30

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Camino en la habitación mordiendome las uñas esperando ansiosa el resultado.

Prácticamente había rogado a una de las sirvientas del Palacio el conseguirme una prueba de embarazado lo más cautelosa posible y luego la había hecho jurar su silencio ante mi mostrandome desesperada en el momento.

Pasaron dos días, tan solo dos días luego de haber tomado los consejos de la mujer y ya sin poder aguantar he decidido averiguar por mí misma y no esperar a que mi cuerpo me muestre los síntomas.

Tengo la esperanza de que sí esté embarazada, en esos dos meses he tenido atraso de mi ciclo menstrual y además tengo apetito más de lo normal.

Pero luego la negatividad me ataca y pienso que puede ser causado por todo el estrés que he estado pasando últimamente, el golpe de emociones y el cambio drástico en mi vida son un factor fundamental en esto.

No, no, no.

La negatividad atrae la mala suerte, debo de ser positiva.

Y ahí nuevamente pienso.

¿Qué será de mi al afirmar mi embarazo?

No estoy preparada y tampoco sé que me deparará en esta nueva ruta.

Estoy siendo estirada entre los dos bandos y ninguna es conveniente en estos momentos.

Neón ha cumplido con su palabra y no me deja salir del Palacio hasta que esté seguro de mi embarazo.

Lo noto ansioso en cada momento, esperando algún síntoma o al dormir acaricia mi panza mimandome así todas las noches.

Me detendo y respiro profundo cerrando mis ojos.

Lentamente las abro y al ver el resultado es inevitable no soltarla echandola al suelo.

Negativo.

Neón me matará.

Las lágrimas comienzan a recorrer por mi rostro y el temor se instala en mi corazón.

Mamá...

¿Cómo podré salir de ésta?

El Pecado De Ser MujerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora