El Pecado De Ser Mujer

Capítulo 31

Parpadeo abriendo los ojos, siento caricias húmedas por mi cuello y noto a Neón encima de mi cuerpo besando lentamente ésa área.

Sus brazos están extendidas a cada lado de mi cabeza mientras él se mantiene entretenido por mi cuello.

Cada amanecer es algo normal encontrarlo de esta manera, sin que yo pueda sentirlo, desnuda mi cuerpo. Nunca logro que escuche mis reclamos y él sólo se excusa diciendo que es mi culpa por quedarme profundamente dormida.

Sus toques son siempre bien recibidos por mi cuerpo, pero las marcas en mi cadera e incluso en mi nalga demuestran lo brusco que es en el acto. Lo que aún no llego a acostumbrarme son sus mordidas en mis pezones, es su pasatiempo favorito en mi cuerpo y es lo que yo más odio por el dolor que siento luego de terminar el acto y si el dolor dura varios días, se entretiene pegando mis nalgas.

Nunca lo entenderé, definitivamente.

En una de las noches, me animé a preguntar si él mantenía relaciones con sus anteriores esposas.

Él rompía a carcajadas diciéndome que estaba celosa y que solo llegaba a tener relaciones en el día del casamiento pero que luego se aburría y le entretenía más el torturarlas.

No sabía si sentirme aliviada o no con su respuesta.

Observo el techo de la habitación y suspiro ruidosamente.

Negativo.

Aún no sé cómo decírselo. Tengo tanto miedo.

-¿Qué tienes? ¿No te gusta que te toque?- Pregunta de repente Neón dejando de besarme y mirarme impaciente.

-No, solo...

Pienso en las palabras correctas, si decirlo o no, sé que mi futuro no es muy bueno para mi en estos momentos.

-Solo... quiero visitar a mi papá- Me acobardo, cambiando mis palabras.

Definitivamente no puedo decírselo.

Neón lleva una de sus manos a mi cabello y la acaricia.

-No me gusta verte tan decaida, ¿Visitar a tu padre hará que te sientas mejor?

Yo asiento mirándolo suplicante.

-Está bien, llamaré a tu hermano para que venga por ti- Habla tranquilo.

-Gracias.

-Eider- Me mira serio- No hagas nada estúpido en mi ausencia.

Yo asiento con la cabeza.

-No lo haré.

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La esclava abre la puerta principal del Palacio y al ver a mi hermano entrar rápidamente me acerco a él lanzandome a sus brazos mientras Neón se mantienen serio detrás nuestro observandonos.

-Te he extrañado tanto- Murmuro en sus brazos.

En respuesta, Enrique me abraza aún más fuerte inhalando en mi cuello.

Al notar de que nos mantenemos abrazados por largos segundos, me separo y sonrío tímida pero Enrique me mira sorprendido.

-¿Qué carajos te pasó en tu brazo?- Grita alterado y yo destrocedo asustada.

Mi voz se niega a salir al no saber que palabras exactas soltar.

-Mi esposa fue encontrada con otro hombre en el día de nuestro casamiento y tuve la obligación de corregirla.

-¿De esta manera?- Dice acercándose enojado a Neón- ¿Era necesario que le cortaras la mano?

Neón lo observa sin ningún tipo de expresión, inmutandose ante la bravura de mi hermano.