Capítulo 49

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Los días pasaron y todo se fue tranquilizando en mi vida.

Ocurrieron sucesos que aún no tengo muy en claro el porqué sucedieron y hasta ahora me pregunto si ha sido mi culpa.

Mi hermano. Enrique.

Nos abandonó, abandonó su hogar, a su padre y a su hermana.

Simplemente dejó un pequeño papel diciendo de que ya no aguantaría seguir en un lugar donde le recordaría que jamás sería feliz y que vería a su hermana feliz con otro hombre.

Eso me hizo sentir fatal.

La esclava, quien se había recuperado rápidamente, me había confesado que fue él quien le clavó el cuchillo en el abdomen cuando ella trató de detenerlo, ese mismo día con su último "Te quiero" había abandonado a su familia.

Y él quería llevarme.

Mi padre había llorando durante un día entero, al ver que su único hijo hombre lo había abandonado. Tanto era su sufrimiento, que simplemente pude quedarme callada viéndolo.

Milos había desaparecido durante días y luego una mañana, como si nada, había aparecido diciéndome si necesitaba de su ayuda.

Papá amistosamente lo había aceptado, ganándose su cariño luego de haberme salvado.

Milos hablaba y hablaba, tratada de que yo diga más de una palabra en las conversaciones, pero al verlo no podía dejar de pensar en Neón.

Tengo tantos agujeros en mi corazón, que simplemente no pude volver a actuar con normalidad.

Quisiera formar una familia, tener a un hombre que quiera a mi hija, ni siquiera deseo que me ame, solo que acepte a mi hija y que sea un padre para ella.

Tenía la esperanza de que junto con mi hermano, educarla, hacerla sentir en una familia verdadera pero él ya no está.

Observo a Milos quien sostiene en estos momentos a mi hija mientras yo preparo la comida, mi padre no está y la esclava se encuentra ayudándome, Milos no se ha despegado de mi y de mi hija, viene todos los días a visitarme con el permiso de mi padre.

Aun no sé que es lo que quiere ganarse con todo esto, él al parecer se ha encariñado verdaderamente con mi hija y sí, pienso que es bueno, pero es tan difícil para mi volver a confiar en un hombre.

Él recorre cargandola por toda la sala, hace esto todos los días, viéndose como un verdadero padre para ella pero, lastimosamente, mi corazón se niega a aceptarlo.

Hay algo, hay una estúpida espina en mi corazón que duele y que me reclama el haber terminado de esta manera.

No volvimos a hablar de Neón en la casa y tan solo unos días atrás, me habia enterado de que él había dejado una carta de renuncia en el concejo, sin dar explicación sin reclamar absolutamente nada y que había abandonado el Palacio.

Hasta ahora nadie sabe donde se encuentra, que es de él, muchos rumorean de que se ha unido al grupo de los "rebeldes", otros dicen de que se ha casado y se ha ido a vivir lejos de aquí.

Y otros hablan de que se ha suicidado.

Al enterarme de eso no había podido dormir durante noches, con tan solo observar a mi hija me recordaba a él, observar mi brazo me hacía recordar a él.

Todo, sus sarcasmos, sus risas e incluso su voz recorre en mi mente todas las noches torturandome.

La esclava al darse cuenta trataba de hacerme sentir tranquila, al saber que entrar en depresión no es bueno en estos momentos de mi vida, no es bueno para mi hija.

-Déjame terminar con esto y ve con Milos- Me susurra la esclava tomando la cuchara y revolviendo el caldo.

Le agradezco para luego acercarme lentamente hacia Milos quien al verme me sonríe ligeramente.

-¿Me dejas cargarla?

Milos rápidamente me pasa a la bebé con mucho cuidado sin dejar de verme con una sonrisa.

-¿En serio aún no decides un nombre para ella?

Niego con la cabeza observandola.

-Realmente no se me pasa nada por la mente y no quiero ponerle el mismo nombre que el mío, quiero que sea algo muy especial, si estuviera mi mamá estoy segura que habría sido más fácil.

-¿Cómo se llama tu madre?- Pregunta Milos confundido.

-Tenía el nombre más hermoso- Digo sonriendo, sin querer decir su nombre- ¿Sabes? Hay una historia sobre ella, era tan hermosa, de que con tan solo mirarla te sentirias atraído por ella y al hablarla enamorado y hubo un hombre, tan solo uno, que conquistó su corazón, el corazón de una mujer que decía nunca enamorarse.

-¿Y tú?- Habla Milos de repente y yo desvío la mirada en él- ¿Tú no estás enamorada?

Lo observo seria al igual que él a mi y decido ser directa.

-No creo enamorarme de un hombre después de todo lo que me ha pasado, ni siquiera de ti.

Milos frunce sus cejas y niega.

-Odio a las mujeres que dicen no poder enamorarse por sufrir tan solo un poco.

-¿Sabes qué?- Hablo alzando la voz- Si haces esto solo para conquistar mi corazón, creo que deberías de dar media vuelta e irte y no volver- Milos me observa sorprendido y yo sigo manteniendome seria- No eres malo pero creo que aún eres muy inmaduro para estar conmigo.

-¿Después de haberte ayudado me dices esto? Si no era por mi, Neón aún estaría contigo haciéndote sufrir.

-Si no era por ti, no habría perdido la mano, Neón no me obligaría a ser tan rápido madre por sus celos a causa de ti, sería un hombre seguro conmigo y hasta capaz, hubiera vivido bien con él con una hija sin complicaciones.

Milos me observa airadamente dando luego media vuelta.

-Me decepcionas tanto, al final, terminaste defendiendo a tu propio verdugo.

Al verlo alejarse de mi, no sentí arrepentimiento ni culpa.

Me sentí malditamente bien por haber dicho las palabras que tenía guardadas dentro de mi.

La esclava me observa sorprendida y yo la sonrío.

-No necesito ser dependiente de un hombre, después de todo las mujeres somos fuertes ¿No?

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¡Buenas!

¿Cómo Nos Está Tratando La Vida?

Me Hacen Reír Mucho Con Sus Comentarios ¿Saben? Aquí Hay Muchos TeamNeón Y TeamMilos Creo Que También, TeamIncesto Ni Hablar...

El Pecado De Ser MujerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora