Capítulo 22

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-¿Cuántas son las mujeres sobrantes?- Pregunta Neón, observando a las desdichadas, unas tienen un poco de sobrepeso, otras son muy flacas o tienen el color de piel oscura.

El ayudante de Neón comienza a hacer el conteo, bajo la atenta mirada de los padres decepcionados de sus hijas.

-Son catorce, mi señor.

-Todas las mujeres, coloquense al lado de sus respectivos dueños- Vuelve a hablar autoritario Neón.

Obedecemos, camino lentamente, mientras él se levanta y al colocarme al lado suyo, toma mi mano sin prestarme mayor atención.

-Las catorce mujeres trabajarán en el palacete como esclavas- Dice Neón haciendo una señal a los guardias, ellos se acercan a las mujeres y las toman del brazo- Cada una serán reubicadas por las antiguas trabajadoras, alegrense y sean agradecidas, su señor tuvo compasión por ustedes y no les ha dado como esclava a otros hombres.

Ellas inclinan la cabeza antes de retirarse, terminando así el acto de compromiso. Aprieto su mano haciendo que él me observe.

-¿Qué pasó de la primera mujer? La que fue castigada- Pregunto en un susurro para que solo él sea capaz de escucharme.

-Ella estará bien, también trabajará aquí, pero a causa de su desobediencia estará encerrada por unos días- Responde tranquilo.

Asiento con la cabeza y vuelvo a mirar al frente.

Papá me observa, puedo notar la palidez en su rostro.

-Da anuncio público, su señor se casará dentro de dos semanas- Habla Neón a su ayudante- No quiero que cizañeros ronden en el palacio, incluyo por mi prometida, quiero que dos guardias resguarden su hogar.

El hombre asiente.

Papá con pasos inseguros se acerca a nosotros, al estar cerca nuestro estira su brazo y agarra la otra mano de Neón.

-Quiero darle la bendición y pedirle que cuide a mi hija, con mucha paciencia -Dice sonriendome triste- Ella es mi mayor tesoro, lo único que deseo para mi hija es que sea feliz y que tenga muchos hijos.

Desvío la mirada, nunca pensé que llegaría el momento en que escucharía estas palabras de la boca de mi padre.

Neón aprieta su mano y lo observa orgulloso.

-Su hija es ahora mi mayor tesoro, juro hacerla feliz y tener descendientes antes de su muerte, el mayor orgullo de un padre es ver a los nietos - Habla tan seguro, que por un momento creo en sus palabras- Ahora mi gozo es completada al recibir la bendición de mi suegro, estoy agradecido- Dice inclinando la cabeza.

Estoy tan sorprendida por sus palabras, es la primera vez que lo escucho hablar de esta manera. El Neón arrogante y sarcástico ha desaparecido, hasta mi padre se encuentra sorprendido.

Papá le sonríe soltando su mano.

-Aprovecha y convive con tu padre estos pocos días - Habla Neón, besando mi mano antes de soltarla- Luego tendremos tiempo de hablar.

Asiento y agarro el brazo de papá alejandome de él.

Asiento y agarro el brazo de papá alejandome de él

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El Pecado De Ser MujerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora