Capítulo 40

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Abro los ojos y me levanto lentamente, colocando mi mano sobre mi panza ya abultada.

-¡Déjame ayudarte señora!- Habla apresurada la esclava mientras se acerca a mi ayudándome a levantarme de la cama.

-Gracias- Murmuro haciendo muecas de dolor.

Me acerco a la silla frente al espejo y me siento comenzando a peinar mi cabello.

-¿Le duele su espalda?- Vuelve a hablar la mujer.

-Es realmente horrendo el dolor, no deja de dolerme incluso en la cama- Digo frunciendo el ceño- Tengo miedo, no quiero parir aún.

La mujer sonríe un poco mientras arregla la cama.

-Tienes casi nueve meses de embarazo ¿No? Aún tienes un poco de tiempo para prepararte.

-¡Pero es que tengo miedo! Todas las mujeres hablan diciendo de que es horriblemente doloroso- Digo entrando en pánico- ¿Cómo me preparo mentalmente?

-Tu esposo te ayudará a estar tranquila en el día de tu parto- Dice aún sin dejar de sonreír.

-¿El señor? Él no ayuda en nada- Murmuro mirando mi panza- No quiero que él esté presente en el día del parto.

-¿Por qué? Él ha estado ayudándole en todo el tiempo, incluso puedo decir que él es muy atento contigo.

-Es solo porque estoy embarazada, luego cuando tenga al bebé y me quede gorda, tendrá mujeres de aquí para allá- Respondo fastidiada.

-Eso es cierto, la mayoría de los hombres son así- Habla dándome la razón por fin.

Nos quedamos calladas al ver a Neón abrir la puerta de la habitación y entrar con su típica expresión de "No me importa nada"

-Largo- Habla Neón con voz tranquila.

La mujer rápidamente hace una reverencia y se retira.

Suspiro exasperada y sigo prestando atención a mi cabello ignorando a Neón.

Él camina lentamente hacia mi y saca de mi mano el cepillo tirandola al suelo.

Coloca sus manos sobre mis hombros y comienza a masajearlas suavemente mientras yo cierro los ojos inclinando mi cabeza.

-¿Aún te duele?

-Si, mucho- Respondo dejando salir un suspiro.

Deja de masajearme para tomar mis brazos y levantarme, yo lo observo de reojo recostando mi cabeza por su pecho.

-¿Qué?

Él sigue mirándome tranquilo.

-Nada- Responde acariciando mi espalda con sus manos- Es a ti la que te ocurre algo.

Cierro mis ojos aguantando las lágrimas.

-No deja de dolerme la espalda, las piernas y los pechos- Digo presionando mi frente sobre su pecho- Eso hace que me ponga más nerviosa, no sé que hacer, no sé si esto es normal.

Mi cuerpo abruptamente, al cumplir los cinco meses, atacó diciéndome "aquí tienes tus síntomas inexistentes" una mañana amanecí con horribles dolores en todas partes de mi cuerpo, dificultandome de gran manera el movilizarme.

-¿Y si tienes trillizos?

-¡Ni en broma! No bromees con eso Neón- Hablo desesperada.

-Es realmente muy grande- Coloca su mano sobre mi panza- Es la primera vez que veo algo así.

-Luego de esto nunca más volveremos a tener uno- Digo tratando de convencerlo.

-¿Cuántas veces tendré que repetirtelo? Tendremos hasta que mi pene no dé más.

Sonrío burlona.

-Entonces ésta es la última- Susurro.

Neón golpea fuertemente mi trasero con su mano.

-Luego no te quejes.

Las discusiones entre los dos han disminuido considerablemente, simplemente Neón ha dejado de hablar de más y yo me he mantenido a raya con mis palabras, los dos hemos hecho un acuerdo silencioso, mucho más, en este período de mi embarazo.

Simplemente me cansé. Y estoy segura que Neón también se ha cansado de todo esto, tanto como él y yo odiamos las discusiones y aunque, muchas veces, quisiéramos gritarnos palabras para nada bonitas, al menos de mi parte, mantenemos silencio.

Neón ha hecho todo lo posible para que yo esté contenta en todos estos meses, lo he notado, me ha llenado de lujos, más de lo necesario, pregunta cada día si deseo algo, incluso ha hecho que mi padre venga a visitarme para sentirme feliz.

Y noto la frustración en su mirada al no corresponderlo.

-¿Tienes sueño?

-Si.

Neón me ayuda a acercarme a la cama y yo busco una manera de estar cómoda, una posición donde el dolor en la espalda disminuya.

Luego de unas horas, mi cuerpo entró en parto.

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El Pecado De Ser MujerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora