Desperté y lo primero que vi fue a la mujer más hermosa a mi lado, Sara yacía recostada boca abajo su respiración era calmada y tranquila, sonreí al recordar la noche anterior ¡Wow! Que regalo me había dado Sara por lo menos había tenido unos 4 o 5 orgasmos.
Me acerque a ella y le besé cuidadosamente la mejilla, me levante de la cama y busque en una de los cajones de mi ropa un bóxer limpió me lo coloque y salí de la habitación.
La voz de Bruno Mars se escuchaba a volumen moderado a través de todo el departamento hasta llegar a la cocina que era el lugar donde me encontraba, preparando un rico desayuno tenía la mesa puesta y los Hot Cakes listos, mientras freía los huevos unas manos se posaron en mi cintura, sonreí y apague la llama para darme vuelta y verla, tan solo con una de mis poleras que le llegaba hasta las rodillas, su cabello estaba desordenado en resumen se veía totalmente adorable.
-Buenos días.-Me baje a su altura y bese sus labios ella enredo sus manos en mi cuello jugando con mi cabello.-
-Buenos días mi amor, has preparado el desayuno que rico-Dijo sonriendo.
-Bueno luego de ese regalo de cumpleaños es lo menos que puedo hacer.-Dije y rei.
-¿Te gustó?- Pregunto.
-¿Gustarme? Me encanto, gracias.-Dije y bese su frente.
-No hay de que, lo disfrute y mucho.- Dijo.
-No más que yo, pero no quiero iniciar una discusión así que a comer.-Dije y ambos reímos.
-Genial porque muero de hambre.- Sara fue a lavar sus manos.
Nos sentamos a desayunar mientras la música seguía sonando era extraño no estar con Emma, pero aun así era lindo volver a estar como antes, cuando el desayuno paso yo comencé a ordenar todo mientras Sara se iba a duchar para ir por nuestra hija a casa de sus padres, lave las cosas que ocupamos, despeje la mesa y ordene un poco la sala, todo en compañía de mi gran amiga la música.
Unos 20 minutos luego de ordenar y dejar todo listo Sara apareció ya arreglada se veía tan hermosa ella me dijo que era mi turno de ir a ducharme asentí y le di un beso corto en los labios para desaparecer por el pasillo.
El agua tibia golpeaba cada parte de mi cuerpo ayudando a relajarme, también sacando cada rastro de sudor causado por Sara anoche, una sonrisa se volvió a dibujar en mis labios al recordar lo que había pasado, cuando ya me encontraba listo apagué el grifo y me envolví en una toalla para salir del baño y poder vestirme.
-Ya estoy listo.-Dije casi gritando.
-Al fin amor eres peor que una mujer ni yo me demoro tanto en vestirme.- Quien se encontraba en el sofá se levantó de este y metió su teléfono en su bolso,
-Me lo has dicho pero bueno quiero verme hermoso
-Tu eres hermoso -Me beso y pellizcó mi trasero.
-Oye degenerada.-Dije.
-Anoche no decías eso.-Dijo y ambos reímos.- Bueno vamos por Emma ya la extraño.-Hablo.
-Lo sé, también yo.-Dije ahora yo.
Cerramos la puerta del departamento y bajamos hasta el subterráneo en busca de mi auto, cuando ya estábamos en el arranque con destino a la casa Villalpando.
-Hola cariño ya han llegado.- La madre de Sara nos abrió la puerta de la casa ahora que recuerdo ella sabía de esto por eso se trajo a Emma a su casa, una sensación de vergüenza me acompaño haciendo que tome más fuerte la mano de Sara.
-Hola mamá ¿Cómo se portó Emma?-Pregunto Sara emocionada.
-Excelente durmió toda la noche ahora esta con tu hermano en el jardín, Hola Harry cariño pasa.-Explico y después me saludo.
-Hola Suegra.-Ella rio.- Gracias por cuidar a Emma
-No hay problema la extrañábamos acá en casa ahora vamos al jardín ya tenemos listo el almuerzo.-Dijo sonriendo.
Camine tras ella hasta llegar al jardín escuche como Sara le hablaba a Emma quien soltaba una risita, mirar la imagen de mis dos mujeres era realmente perfecto, me acerque a ellas y vi como Emma me sonreía la tome en brazos para apretarla contra mi cuerpo.
El almuerzo en casa de mis suegros había sido de lo mejor entre risas y anécdotas y mucha conversación paso Sara ayudo a su madre mientras yo me quedaba con Emma, Alonso y el padre de Sara, debo decir que la relación entre los tres había vuelto a ser buena así que por ese lado no me preocupaba.
-Creo que es hora de irnos mi amor –Sara llego a mi lado.-Tu madre me ha llamado y me dijo que Andrea estaba en su casa y quiere a sus dos nietos con ella.
-Está bien, vamos.-Dije.
Nos levantamos del sofá y le pusimos su ropa a Emma tomamos su bolso y tras despedirnos de todos salimos con destino a casa de mi madre para otras horas familiares
ESTÁS LEYENDO
16 Años y Embaraza
RandomUna fiesta, Un poco de alcohol y las hormonas Alborotadas, la pequeña Sara Villalpando De 16 años la joya más cuidada de la familia Villalpando, con un futuro brillante por delante dinero de sobra, amigos de verdad, un hermano sobre protector. Un no...