Antes De Ti (COMPLETA)

Sexo y malos entendidos.

Shaila está colgada del cuello de Merle mientras él hace "transacciones" con algunos tipos en una mesa, bufe con molestia y volví mi vista al frente, tomé la botella de cerveza y bebí el último trago en ella, Daryl no ha emitido sonido desde que entramos, obviamente había cumplido mi palabra y le invite esa cerveza que dije pero eso no implica una charla entre nosotros o eso dejo claro al tomar su botella en silencio junto a mi. Me levanté y caminé hacia la rocola junto a la puerta, pongo una moneda y comienzo a buscar canciones a la azar cuando encuentro entre los álbumes esa hermosa canción que me lleva a un pequeño recuerdo de la infancia. Los primero acordes de "Fly away from here" de Aerosmith resuenan por los alto parlates en todo el bar, llevándome con sus notas a una parte de mi infancia donde por un corto tiempo fui feliz.

Mis padres bailan abrazados, mi madre lo toma por los hombros y mi padre aprieta su cintura mientras se besan y sonríen en la sala de la casa, esos momentos parecen volverse eternos en mi mente, recuerdo estar sentada en los ultimos escalones mirando como sonríen, parecían tan enamorados que es imposible imaginarse que algunos años después todo se iría a la mierda.

Me doy cuenta que bebí demasiado cuando siento mis ojos humedecerse con aquel recuerdo, niego con la cabeza apartando aquellas imágenes y limpiando una pequeña lágrima de mi mejilla volví al lugar donde me encontraba.

—Así que romántica ¿No?— murmura Daryl mirando al frente.

—Para nada.— me encojo de hombros mirándolo de lado.

Dixon soltó una risa burlona mientras bebe su cerveza, decido ignorarlo y esperar que Shaila por fin se aburra de aquel tipo y poder volver a casa.

[...]

—No pienso ir a ningún lado Shaila, ¿Estás loca? No los conocemos.— le exclamo moviendo mis manos.

El estacionamiento está desierto y pocas personas recorren el lugar lo suficientemente ebrios como para no notar nuestra presencia, la miró con molestia esperando que por una vez en su vida entre en razón y decida que lo correcto es que nos marchamos a casa. Shaila me mira con gracia y sonríe abrazando mís hombros.

—Vamos, será divertido.— sacude mi cuerpo con diversión.

—No. Yo me iré a casa, tu haz lo que quieras.— doy vuelta hacia el bar pero ya está cerrado.

Golpeo la puerta algunas veces pero al parecer nadie piensa abrir, Merle se acerca a mi con una sonrisa burlona y se cruza de brazos mientras bufo con molestia.

—Vamos muñequita, pueden llamar un taxi desde la cabaña.— sonríe de lado.

—¿Lo vez? Vamos Maia.— Shaila toma mi mano y prácticamente me arrastra hasta la camioneta.

Subo en la parte trasera y espero a Shaila pero como una descarada sube a la cabina dejándome allí sola, me cruzo de brazos molesta y tomo una bocanada de aire intentando controlarme. En cuánto lleguemos allí llamaré un taxi y me iré con o sin ella, ya es grande como para que este cuidando su culo como si fuese su madre, quiere estar con aquel tipo que lo haga pero que no cuente conmigo.
La camioneta arranca con lentitud alejándose por la oscura carretera. Avanzamos unos cuantos metros cuando, con lentitud, se detiene a un lado del camino. La puerta de la cabina se abre con rapidez y de allí baja Daryl con su característico ceño fruncido cerrando la puerta con violencia, da la vuelta a la camioneta y sube a la parte trasera junto a mi. Lo observo confundida mientras el motor vuelve a la vida y comenzamos a avanzar.

—Es un puto asco viajar allí con esos dos.— señala hacia la cabina.

Sonrío de lado negando con mi cabeza y abrazandome a mi misma intentando llevar un poco de calor a mi cuerpo. Viajamos en silencio y no es que sea una persona de muchas palabras fuera del trabajo pero el silencio entre Daryl y yo es tormentoso, inquietante. La mirada de aquel hombre sobre mi quema a tal punto de querer saltar de la camioneta y alejarme de él, estira una pierna dejando la otra flexionada y lleva el pulgar hacia sus labios mordiendo la uña y la piel a un lado de esta. Esquivo su mirada todo lo que puedo mirando el camino a mi lado e intentando pensar en cualquier otra cosa que no sea aquel desagradable hombre.
La camioneta gira en un pequeño camino de tierra y avanza unos metros a través del bosque hasta estacionar frente a una vieja cabaña, en cuanto se detuvo Daryl salto de ella con agilidad y sin esperar nada dio grandes zancadas hasta la puerta de su hogar. Merle y Shaila bajaron algo tambaleantes de la cabina mientras yo saltaba de la parte trasera con torpeza, seguí a la pareja hasta la cabaña y algo dudosa entre en ella, no esperaron ni a llegar a la habitación que ya estaban quitándose la ropa, hice una mueca de asco viendo como se acercaban hacia la primera puerta de un pequeño pasillo en la cual había dos puertas más, calculo que una será el baño y la otra la habitación de su hermano. Frente a mi había un viejo sofá azul de tres cuerpos, una pequeña mesa ratona de madera oscura algo gastada, con quemaduras de cigarro en ella y frente a estos una mesa de televisor con uno pequeño encima. A un lateral del salón está el comedor en el cual se encuentra una mesa redonda con cuatro sillas, frente a esta un viejo mueble con algunas puertas y en medio algunos cuadros con fotografías.

—Mierda.— susurro buscando el teléfono.

Miro a mi alrededor, junto a la puerta hay un perchero de madera negro con algunos abrigos y una pequeña mesita con llaves, cierro la puerta tras de mi, camino hacia el viejo sofá y me siento rendida. No tendré otra opción que esperar a que esos dos terminen su maratón sexual para que me digan donde está el teléfono y poder llamar un taxi ya que el menor de los Dixon ha desaparecido por completo de mi vista.
Pronto la cabaña se inunda de gemidos y jadeos exitados, cubro mis oídos intentando no escuchar pero es imposible, varios minutos después me levanto del sofa y camino impaciente de un lado al otro, más allá de donde se encuentra el comedor está la cocina separada por una barra, voy hasta allí por algo de beber, al entrar solo encuentro algunos platos sucios en el fregadero, la vieja cocina y una heladera. Rebusco en las puertas de la alacena pero al estirarse por un vaso un pequeño tarro de miel cae sobre mi ensuciando mi blusa y parte de mi pecho.

—Maldición.— murmuro quitando mi chaqueta y mirando hacia los lados.

Estaba sola allí así que con algo de cuidado de no manchar mi cabello me quito la blusa por encima de mi cabeza quedando en sujetador, enjuago la prenda bajo el diminuto chorro de agua que sale de la vieja canilla hasta que me sobresalto al oír esa ronca voz tan característica que él tiene.

—¿Ya te aburrirse de follar con mi hermano?— exclama con burla mirándome de arriba a abajo.

Lo veo parado en la entrada de la cocina con su torso desnudo, su cabello mojado y algo despeinado lo hacia verse totalmente sexy, un vaquero oscuro lo cubría de la cintura para abajo y podía jurar que esa prenda tan básica en la vestimenta de las personas se veía putamente ardiente en el.

—Yo no estaba follando con tu hermano.— escupo molesta parpadeando alguna veces para enfocar mi mirada en la de él.

—No parece.— se encoge de hombros y camina hacia la nevera, toma una botella de cerveza y con total agilidad la abre dándole un golpe seco a la tapa contra el borde de la mesada de mármol.
Se acerca hasta mi y extiende su mano a mi clavícula deslizando su dedo índice por la zona y llevándolo a su boca saboreandolo.

—¿Ahora le gusta esas mierdas de los sabores?— ríe. —Eres la primera con la que lo intenta.

—Mira idiota, yo no estaba follando con tu hermano sólo necesito que me digan donde mierda hay un puto teléfono para poder llamar un puto taxi de mierda y poder volver a mi puta casa y así alejarme de ti y de tu estúpido hermano.— empujo su pecho con mi dedo índice.

Dixon tomó mi muñeca con fuerza y de un empujón me chocó contra la pared detrás de mi quedando nuestros cuerpos a escasos centímetros de distancia, podía oler el perfume de su shampoo y sentir su aliento caliente sobre mi rostro. Su pecho subía y bajaba con rapidez y su ceño fruncido me demostraba que estaba furioso y no entendía por que, yo solo quiero llamar un taxi e irme lejos de ellos para no volverlos a ver.

—Primero; no vuelvas a tocarme los cojones así. Segundo; si tanto querías irte a la mierda no hubieras subido a la camioneta o a caso eres la chaperona de tu amiguita ¿Eh? Y tercero...

—Vete a la mierda Dixon.— intento empujarlo pero es inútil ya que cuenta con más fuerza de la que yo puedo llegar a tener.

Un carraspeo fingido nos advierte de la presencia de la feliz pareja en la sala de la cabaña, Shaila está despeinada y con la ropa desarreglada mientras el mayor de los Dixon se encuentra sólo con sus pantalones puestos. Daryl me soltó con rapidez y bufando tomo su botella de cerveza desapareciendo por el pasillo donde están las habitaciones, miro a Shaila quien sonríe elevando una ceja y yo niego exasperada.

—¿Puedes decirme donde está el puto teléfono?— pregunto entre dientes.

—Allí muñeca.— señala la pared junto a la puerta. —¿Es que mi hermanita no te ha dado un buen polvo o que?

—Idiota.— murmuro al pasar por su lado. —Shaila, llamaré un taxi y me iré con o sin ti ¿Entendido?— miró a mi amiga por encima de mi hombro.

Siii. Capítulo nuevo. ❤

Gracias por sus votos y comentarios. ❤

No olviden recomendarme con sus amiguitos. 😂

*TeamDixon*