Alojamiento

250 36 75
                                    

Los brazos de Shaila son mi lugar en el mundo, recuerdo cuando nos conocimos en el colegio, todos sabían mi historia y nadie quería ser mi amigo. No se si fue por lástima o por qué estaba igual de loca que yo pero ese día se acercó a mi con su gran sonrisa y sus ojos azules resplandeciendo, me tendió su mano y a partir de ese día nunca más nos separamos.

—Maia lo siento tanto, debí estar en casa y así evitar todo esto.— Dice mirando el golpe en mi frente.

Daryl nos mira apoyado en el respaldo del sillón en silencio, no me ha dirigido la palabra luego de besarme y no lo culpó, yo tampoco me dirigiría la palabra.

—Frank me pregunto por ti. Mi casero dijo que fue por mi casa.— suspira. —¿Me vas a decir que fue lo que paso?

—Frank... El...— me quedo en silencio sin poder continuar y como si leyera mis pensamientos Daryl termina mi frase.

—Frank es hijo de Vittorio Montana.— escupe con asco en cada palabra.

—¿Qué?— grita levantándose de su lugar mirándonos a ambos. —¿Pero como? No puedo creerlo... ¡Hijo de puta! Lo sabía, sabía que era una mierda.— comienza con un monólogo interminable caminando de un lado al otro, cuando se pone nerviosa comienza a hablar y hablar sin parar.

— Shai, no quiero volver a casa, no quiero verlo. No me siento preparada.— siento un escalofrío recorrerme.

—Puedes venir a mi casa, lo sabes.— se sienta junto a mi otra vez y acaricia mi brazo. —Pero el sabe donde vivo, irá por ti.— hace una mueca de lado con tristeza.

—Puedes quedarte aquí todo el tiempo que quieras, puedes usar el cuarto de Merle hasta que le den el alta y luego veremos como nos acomodamos.— dice Daryl cruzando sus brazos remarcando asi sus músculos. —Conozco a Frank, no se dará por vencido tan fácilmente.— se encoge de hombros y mira a Shaila. —Puedes traerle ropa y lo que necesite, puedes traer hasta tu puto gato si quieres.

Lo mire extrañada. ¿Por qué de pronto tanta amabilidad conmigo? No puedo creer que de ser un egocéntrico y arrogante pase a ser está persona frente a mi tan dispuesto a ayudarme sin recibir nada a cambio. Dudo en aceptar su oferta, se que si lo hago y termino lastiamda otra vez no podría soportarlo.

—¿Estás segura?— me mira Shaila con pena.

—No lo sé, no tengo muchas opciones.— me encojo de hombros mirando a Dixon.

Sus ojos azules me transmiten paz pero también miedo, se que es algo nuevo para él el ayudar así a alguien, se nota en su forma de actuar. No es de esas personas que demuestran afecto y mucho menos que ofrece su casa para que una extraña se aloje por tiempo indeterminado. Por que eso es lo que soy, una extraña, nos conocemos hace muy poco tiempo sin embargo me ayuda de esta forma y al diablo con mis pensamientos, intentaré creer en él. De todas formas ya estoy rota por dentro, nada puede ser peor que esto.

—Iré por tus cosas, te traeré ropa y eso. Tranquila, todo estará bien.— sonríe para tranquilizarme y se levanta de la silla caminando hacia Daryl. —Más te vale que la cuides bien Dixon.— lo señala con el dedo índice, él gira sus ojos de forma soberbia y le dedica una diminuta sonrisa que creo ella no notó.

Shaila se marchó y nos dejó solos otra vez, me pone nerviosa el hecho de estar así con él, este hombre logra intimidarme a veces, no deja de mirarme y eso me incomoda por demás. Parece darse cuenta por que tras carraspear se alejó hacia el cuarto de Merle aludiendo que debía acomodarlo un poco para mi, me ofrecí ayudarlo pero se negó puesto que podría encontrar algo que no quisiera ver o eso me dijo él.

Unas horas más tarde Shaila regreso con cara de pocos amigos, una maleta en su mano derecha y bola de pelos en la izquierda. Me acerqué con rapidez tomando al animal entre mis brazos apretujandolo fuerte sintiendo su suave pelaje negro sobre mi piel, el gato ronronea mientras lo acaricio y le digo lo mucho que lo extrañe. Comienza a removerse en mis brazos para que lo baje y así inspeccionar nuestro nuevo hogar provisorio.

Antes De Ti  (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora