Incomodo.

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Mis vacaciones comienzan por fin, dos semanas sin obligaciones, sin levantarme temprano y mucho menos soportar gente maleducada que te grita por estupideces. Estos últimos días han sido de lo mas extraño, Frank se ha quedado en casa desde el incidente y lo prefiero así a decir verdad, me ha venido a buscar al trabajo prácticamente todos los días y la verdad se lo agradezco.

¿Daryl? No se nada de él desde aquel día también, no lo he visto por el hospital y tampoco hemos hablado, Merle me ha dicho que está encargándose del negocio hasta que le den el alta y por esa razón no se presentó por el hospital.

No me importa ha decir verdad, tengo bien en claro que lo nuestro fue sólo sexo y nada más pero me molesta que, sabiendo lo que paso en mi casa, no se haya preocupado por mi estado por mínima cortesía.

—Maia, tenemos que salir, ya estás de vacaciones. No tienes excusa.— dice Shaila desde su lugar en el sillón. Frank me mira divertido y ella suspira con cansancio. —¿Desde cuándo el maneja tu vida?— señala a Frank con su semblante serio. — Para que sepas Frank, tu no me caes bien. Has convertido a mi amiga en una vieja amargada.— murmura cruzando sus brazos con molestia.

Frank se ríe a carcajadas mientras yo le dedicó una mirada algo molesta a Shaila, la conozco, se lo dijo en tono de broma pero es lo que de verdad piensa y es verdad que desde que está en casa ya no salgo mucho, prefiero quedarme con el mirando alguna película o serie. Me convertí en lo que siempre odie, una mujer en pareja. Aunque no lo hemos definido aún, no hablamos del tema para nada, no se que somos ni como llamarlo cuando alguien me pregunta por nosotros. Simplemente estamos juntos y ya.

—Bien Shaila, saldremos. ¿Dónde quieres ir?— digo con cansancio mirando a Frank quien sonríe de lado.

—Al Llano, hace mucho no vamos.— me mira con una sonrisa de oreja a oreja.

—Sabes que no quiero ir por allí, no quiero cruzarme con el idiota de Mateo.— suspiro pasando una mano por mi cara con fastidio.

—Vamos, te encantaba ir.— hace un pequeño puchero.

—Tu lo dijiste, me encantaba hasta que perdí mi moto.— la miro con obviedad.

—Vamos, será divertido. Ahora que no tengo que encargarme de nadie puedo ir a disfrutar un poco.— Frank me anima con una pequeña sonrisa.

Johanna a estado en la casa de su padre estos días, no se muy bien cual es su relación con él pero Frank evita nombrarlo y yo lo respeto, lo único que me comentó al respecto es que es un hombre complicado.

—Empiezas a caerme bien de nuevo Frank.— Shaila le guiña un ojo con descaro.

Niego divertida y voy directa al baño a darme una ducha, Frank y Shaila se encargarán de la comida, seguramente pedirán pizza como todos los fines de semana. Mi teléfono comienza a vibrar en el bolsillo de mi Jean y con rapidez lo tomo mirando la pantalla iluminada por un número desconocido, contestó deslizando el dedo por la pantalla.

—¿Hola?— digo esperando una respuesta que nunca llega, sólo la respiración de alguien al otro lado de la línea. —¿Quién habla? Si es una broma no es graciosa.— exclamó con fastidio.

Al no recibir respuesta simplemente corto la llamada y me desvisto apresurada metiendo mi cuerpo bajo la lluvia artificial dejando que el agua recorra mi cuerpo quitando el cansancio de mi último día de trabajo. Salgo envuelta en una toalla y camino directo a mi habitación, rebusco entre mi ropa algo para ponerme pero me sobresalto al sentir una manos envolver mi cintura.

Volteo totalmente aterrada y con mi corazón palpitando a mil por hora, llevo una mano a mi pecho y respiro con más tranquilidad al ver el rostro de Frank quien me mira con una sonrisa de lado.

Antes De Ti  (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora