Antes De Ti (COMPLETA)

Revelaciones.

—Shaila, estoy con Maia, tranquila....— hace una pausa y me mira de reojo como terminó de beber el whisky que anteriormente no me dejó beber. —Si, esta bien. No te preocupes...— niega a Joe con la cabeza para que no me siga sirviendo y me mira con seriedad. —La llevaré a mi casa para que se tranquilice... Si quieres, pero no será necesario.— suspira con cansancio y me mira. —Shaila, la cuidaré bien. ¿Si? Bien, nos vemos.

Corta la llamada y me entrega el celular, me mira con lástima y siento mi corazón romperse. Nunca me gustó que la gente sienta lástima por mi, siempre fui autosuficiente y estar así ahora frente a él, tan débil y desprotegida. Me convertí en esa niña de hace quince años atrás, cuando la vida se cagó en mi junto con aquellos hombres.

Se levanta con rapidez de la banqueta en la que está sentado junto a mi y me extiende su mano, lo miro con mi ceño fruncido sintiendo los efectos del alcohol propagarse por mi cuerpo y sin dudas la tomo. No se que puede ser peor que lo que estoy viviendo ahora mismo.

Me hace cruzar mi brazo por encima de sus hombros mientras él me toma de la cintura con firmeza arrastrándome fuera del bar. La brisa fría choca contra mi rostro haciendo que mi estómago se revuelva gracias al alcohol que me recorre las venas en este momento. Es ahora cuando comienzo a arrepentirme de haber bebido tanto, tal vez fue la mezcla o que mi estado de ánimo no es el mejor pero ahora mismo el suelo se mueve debajo de mis pies.

—Daryl, necesito...

Y pasa, dejo que el exceso de alcohol salga de mi cuerpo frente a nosotros, me doblo hacia adelante llevándo el brazo a mi estómago, apretando con fuerza mientras el dolor del vacío dentro de mi se hace presente ne ese momento. Dixon por su parte toma mi cabello entre sus manos y acaricia mi espalda con paciencia, las arcadas crean una imagen deplorable de lo que alguna vez fui y me transportan a mis borracheras pasadas donde la que sostenía mi cabello era Shaila y no el hombre junto a mi.

Las lágrimas caen por mis mejillas y ya no se si son por el dolor que llevo dentro o por el esfuerzo que me causó vomitar, me levanto con la vergüenza recorriendo mi cuerpo y limpio mis labios con el dorso de mi mano evitando hacer contacto visual con Dixon.

— Vamos a mi moto.— dice en un susurro.

[...]

El viaje en moto fue corto, me sostuvo con fuerza de su cintura por miedo a caer, en este estado no confío ni en mi sombra. Todo el bochorno que siento en este momento se intensifica al llegar a su casa y notar como sus zapatos están salpicados de vómito, de mi vómito.

Me lleva con cuidado hasta su sillón y me reposa allí mientras el se aleja hacia el pasillo de las habitaciones, sorbo mi nariz y suspiro, en este momento debo ser un espectáculo tan deplorable que hasta yo misma siento pena por mi. Estoy en pijama, despeinada, borracha y vomitada. ¿Qué mierda se pasa por la cabeza? Me siento mal conmigo misma, la vida que había logrado dejar atrás vuelve para atormentarme y tal vez está vez lograrlo.

—¿Qué fue lo que paso?— murmura Dixon sentándose junto a mi y logrando sacarme de mis pensamientos.

Lo miro por unos segundos y suspiro con pesar, necesito desahogarme y el es la única persona cerca. Se que cuando termine de contarle toda mi mierda saldrá corriendo lo más lejos posible de mi, se que no soy buena para nadie, ni siquiera para mi misma.

—Tenías razón.— murmuro arrastrando un poco las palabras. —Frank es un hijo de puta... igual a su padre, al mío, a todos los malditos hombres de mierda.— escupió con dolor sintiendo el nudo de mi garganta apretar a tal punto que logra entrecortar mis palabras.

—Espera, espera, no te entiendo. ¿Conoces al padre de Frank?— me mira con su ceño fruncido esperando una respuesta que me cuesta darle.

—Su padre. ¡Ja!— exclamo lanzando un suspiro triste. —Ese hijo de puta se llevó mi vida.— balbuceo solo para mi. —¡Montana! ¡Qué idiota! ¿Cómo no me di cuenta antes?— digo en voz alta bajo la mirada confundida de Daryl.