Una cita.

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¿Cómo termine en esta fiesta?

No tengo idea, solo se que Frank me suspendió a último momento y Shaila pareció feliz por la idea de sacarme de mi encierro. Una pequeña fiesta en una zona residencial de Atlanta es la mejor opción para divertirse cuando te dejan plantada. Al entrar la música a todo volumen acompaña el reventón que se formó aquí dentro, la gente se mueve por el lugar con dificultad por la cantidad de personas dentro de la casa y beben como si no hubiera un mañana. Me escabullo hacia la cocina en busca de una cerveza, la necesito con suma urgencia, me siento sobre la mesada de mármol en la cocina y bebo un largo trago mientras sacó mi móvil del bolsillo del short que Shaila me obligó a ponerme.

«De verdad lo siento Maia, me surgió algo importante.»

Estúpido mensaje y estúpido Frank, el se lo pierde. Lo único malo es que pensaba tener sexo y ahora mis planes se vieron truncados por vaya uno a saber que tema importante que tiene este hombre.

Como si la vida me odiara y la noche no se podría poner peor veo como del tumulto de gente que hay en la entrada de la cocina se asoma mi padre, me bajo de un rápido salto e intento alejarme pero fue en vano, tomó mi brazo con fuerza y chocó mi cuerpo contra la pared junto a la puerta de salida al patio trasero.

—Pero mira que agradable sorpresa, hijita. No sabía que frecuentabas este tipo de fiestas.— Dice con una sonrisa en sus labios.

—¿Qué mierda haces aquí?— escupo con molestia.

—Vine por trabajo, el que tenía que venir a proveer diversión a estas personas tuvo un accidente y me llamaron a mi.— me guiña un ojo y sonríe de lado. — Pero ya que estas aquí podrías darle a papi un abrazo ¿No?

El aire empieza a faltarme en los pulmones y mis manos comienzan a temblar, forcejeo con él pero es imposible, me choca con más fuerza contra la pared golpeando mi cabeza contra el marco de la puerta. Lo empujo viendo todo borroso pero me toma de las muñecas evitando que lo quite del frente, pronto mis manos se ven sueltas del agarre de aquel hombre y con algo de confusión siento como toman mi mano con fuerza y me arrastran fuera de la casa.

—Vamos, sube.— Daryl me observa desde su moto con su ceño fruncido.

—Pero Shaila...

—Sube, ella estará bien.— insiste señalando el lugar detrás de él.

Sin pensarlo más me apoyo en sus hombros y con rapidez nos perdemos en las calles de Atlanta. El viento choca contra mi rostro llevándose con el las lágrimas que caen resbalando por mis mejillas, encontrarme con aquel hombre que se hace llamar padre me pone de los nervios y siempre termino de la misma manera. Giramos tomando una carretera que no conozco y pronto nos encontramos en el medio del bosque, apagó el motor y dio dos golpecitos en mi rodilla para que me bajara, tomó un pack de cervezas de debajo del asiento y comenzó a caminar.

Caminamos en silencio por el frondoso bosque, los arbustos chocan contra mis tobillos causando un cosquilleo en el lugar, Dixon va delante guiándome en la oscuridad. De pronto se detiene en un pequeño claro, los árboles que nos rodean permiten que la luz de la luna se cuele entre ellos alumbrando un círculo justo en medio del lugar, Daryl camina hasta aquel lugar y se sienta en el suelo con el pack de cervezas frente a él.

—Ven, siéntate.— señala con la cabeza el lugar junto a él.

Me acerco con pasos dudosos y me siento con mis piernas cruzadas en forma de indio de frente a él, me extiende una lata de cerveza y el toma otra. En silencio tomo un largo trago de cerveza dejando que el líquido burbujeante recorra mi garganta, solo se oye el canto de los grillos y algún que otro búho.

Antes De Ti  (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora