Problemas.

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Un baño refrescante y una buena taza de café era lo que necesitaba en este momento, mi cara de recién levantada no es la mejor los domingos y menos después de haber bebido tanto anoche. Aún no he recibido noticias de Shaila y eso me preocupa un poco, por más que es una mujer grande que toma sus propias decisiones no debería de haberla dejado sola con aquellos dos tipos, estaba demasiado pasada y cuando está así no hay forma de hacerla entrar en razón.
Busque algo para ver en la tele mientras me acurrucaba en el sillón a pasar el resto de la tarde mirando series o algo así, encontré una vieja película de terror que aún de grande me da algo de pavor, "El exorcista" de William Friedkin, para ser una película de 1973 tiene unos efectos que te hacen helar la sangre. Mientras veía a Regan MacNeil bajar las escaleras totalmente endemoniada y con tanta facilidad para la posición en la cual se encontraba mi teléfono sonó sobresaltandome y haciendo que vierta el café sobre mi ropa.

—Maldición.— exclame con molestia.

Tomé el celular entre mis mano observando con el ceño fruncido el nombre de Shaila en la pantalla, eran casi las doce y media, es extraño que me llame a esta hora así que sin más rodeos tomé la llamada deslizando mi dedo en la pantalla.

—¿Shaila?— murmure con mi ceño fruncido como si ella pudiera verme.

—Hola Maaai.— estiró la letra a muy por demás. —Tienes que venir. ¡Tu... Hey!— grito.

Sólo lograba distinguir la música fuerte y los gritos de personas a su alrededor, supuse que se encontraba en algún bar o algo por el estilo. Es extraño porque mañana tiene que entrar temprano en la mañana y ella es muy responsable a la hora del trabajo.

—Shaila, háblame. ¿Qué diablos pasa? ¿Dónde estás?— digo en voz algo alta para que logre escucharme.

—Mai, estoy en el bar de anoche.— rió mientras escuchaba la voz de algunos hombres a su alrededor. —Tiens que venir.— grito.

—Shaila, mañana tienes...

Pero el tono al otro lado del teléfono me da a entender que ya me corto, suspire con molestia al pensar en ir hasta allí pero si está en problemas y me necesita debo ir por ella y traerla a casa. Se que se estaba riendo y también se que seguramente deba estar con aquel hombre pero no quiero que se meta en problemas, tengo que ir por ella. Tomé las llaves de mi auto y salí con rapidez del departamento, al cerrar la puerta me encontré con Frank quien salía del suyo con un rostro preocupado.

—Hola Frank. ¿Sales?— sonrio de lado.

—Si, mi hermana está en problemas de nuevo.— hace una mueca encogiéndose de hombros. —¿Tu también sales?

—Mi amiga está en problemas también. En un extraño bar cerca de Él Llano, tengo que ir por ella.— suspiro con cansancio.

—¿En lo de Joe's?— pregunto con su ceño fruncido.

—No se como se llama. Sólo se que queda a unos kilómetros de allí.— me encogi de hombros.

—Vamos, te llevo.— sonrió.

Sonreí y guarde las llaves de mi auto en la cartera colgandome está de lado, bajamos en silencio en el ascensor y en cuanto llegamos al subsuelo nos dirigimos a su auto. La noche está algo fresca así que me envuelvo mi chal cubriendo mi cuello por completo y comienzo frotar mis manos intentando entrar un poco en calor, Frank me miro de reojo y encendió la calefacción para luego encender el estéreo, "basket case" de Green Day resuena en los parlantes haciendo que tamborilee los dedos sobre mis muslos mientras Frank hace pequeños movimientos con la cabeza.
El camino es algo oscuro y silencioso, solo cruzamos dos autos en todo el camino y si lo hubiera hecho sola creo que me habría perdido pero al parecer esta no es la primera vez que viene hacia aquí ya que conoce todos los pozos y relieves del camino.

Antes De Ti  (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora