Mal momento

169 29 41
                                    

Debo reconocer que el bosque en la noche es aterrador, a pesar de estar tomada de la mano de Daryl, me atemoriza bastante el hecho de estar aquí. Lo único que nos alumbra el camino es la tenue luz de la luna, presiono la mano de Daryl cada vez que algún sonido extraño de deja oír en la penumbra.

— Daryl, no es que no confíe en tus habilidades de cazador, pero… ¿Sabes por donde vamos? — murmuro mientras intento divisar el camino.

— Por supuesto que si, conozco este bosque como la palma de mi mano. — dice sin preocupación apretando mi mano de forma protectora. — Cuando era niño me gustaba salir a explorar todo el tiempo, estaba por varias horas recorriendo estos mismos lugares. — suspiro y volteo a verme por unos instantes. — Un día me perdí, estuve varias noches durmiendo en los árboles y limpiándome el culo con hojas, cazando para poder comer y solo buscando la forma de volver a casa.

Mi corazón se partió en mil pedazos al oírlo confesar aquella pequeña y triste aventura, un niño solo en el bosque, sin saber cómo regresar a casa. Detuve su caminar y me acerqué a  su cuerpo envolviéndolo entre mis brazos, lo bese con dulzura y acaricie su mejilla sintiendo las vellos de su barba raspar mi mano.

— Lo siento. — susurre apenas.

— No es tu culpa. — tomó mi mano entre las suyas y beso el dorso de esta emprendiendo el viaje a la cabaña.

A lo lejos podía divisarse la estructura algo dañada de su acogedora cabaña, al llegar hasta la escalera de entrada me detuve, no quería entrar y ver al idiota de Merle, tampoco quería discutir con Daryl después de la hermosa tarde que pasamos juntos. Lo mire con una mueca incómoda y como si leyera mis pensamientos suspiro con derrota.

— Merle no está aquí, hace días que solo viene a cambiarse de ropa y se va. — deja la canasta sobre el parqué de entrada y se acerca hasta mi entrelazando nuestros dedos.

— Podría regresar mientras estoy aquí y no quiero tener que verle la cara. — lo miro a los ojos con tristeza. — No quiero pelear, en serio, pero no creo que sea buena idea que entre.

— Esta bien, solo dejaré esto adentro e iremos donde tu quieras. — dice sin expresión.

Asentí con una pequeña sonrisa y lo vi alejarse hacia la puerta de entrada, podía oír sus pasos desde aquí fuera, de pronto la luz de un vehículo iluminó el lugar sorprendiéndome por completo, volteo con rapidez viendo la vieja camioneta azul estacionada frente a la cabaña. De ella bajo Merle junto a una mujer rubia y con un muy maquillado rostro, vestía una diminuta falda y un top que poco dejaba a la imaginación, mi mueca se transformó a una asqueada por aquella situación.

Merle sonrió al verme allí parada y como si nada hubiera pasado entre nosotros se acercó a saludarme.

— ¡Cuñadita, tanto tiempo sin vernos! — exclamó con gracia.

— ¿Cuñadita? — pregunto la rubia con su voz chillona.

— Esta preciosura es la novia de mi hermanita. — exclama él, atrayéndola a su cuerpo.

— ¿De Daryl? — chilla haciendo una extraña mueca de sorpresa. — Daryl no tiene novias. — sentencia con algo de rencor en su voz.

— Pues ella es su…

— Merle.

Siento la voz ronca de Daryl detrás de mi interrumpiendo las palabrerías de su hermano, se para a mi lado y nos mira con su rostro serio, parece algo incómodo y tenso por la situación. Yo me remuevo en mi lugar e intento contener mis ganas de gritarle en la cara lo hijo de puta que es. La mujer junto a Merle me observa de arriba abajo con algo de curiosidad y fastidio, creo que no es el Dixon con el que quería enrollarse precisamente, recorre a Daryl con la mirada y se muerde el labio inferior sin un poco de vergüenza. Siento como en mi rostro sube la temperatura y podría jurar que estoy completamente roja de ira.

Antes De Ti  (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora