-Espera-Se levantó del sofá sujetando mi brazo- ¿No dirás nada al respecto? ¿No me preguntaras porque me pondría celoso?
-Sabes que hoy no es precisamente un buen día para mí -Dijo evadiendo la pregunta.
Soltándome de su agarre, me dirigí a la cocina sin voltear a verlo. El hecho de mirarlo a los ojos, darle una respuesta, todo estaba tan confuso en mi cabeza. Además de que lloré frente a mi vecino ¡Que cosa más vergonzosa! ¿Cómo podría recuperarme de algo así? Aunque fuera a la universidad a obtener más conocimiento, la vida me seguía dando lecciones como "Nunca evites a una persona, porque te la terminaras encontrando de todas formas". Irónico...
Serví el café en dos tazas y las coloqué en una bandeja con un plato de pastel para cada uno que había comprado unos días atrás. Si cruzaba esa puerta, ¿Seguiría esperando mi respuesta? Era un riesgo que tenía que correr. Me acerque sigilosamente con la bandeja en mano donde estaba él, mirando a las fotos colgadas en la pared. Miré hacia la misma dirección, encontrándome con la foto de nosotros dos mientras cursábamos el segundo año.
-Nos conocemos desde hace tanto tiempo y míranos ahora, cualquiera diría que somos desconocidos ¿No lo crees? -Musitó Adam aun observando la foto.
-No hemos hablado en un largo tiempo, solo es eso-Respondí dejando la bandeja en la mesita ratona frente al sofá.
-Fue por mi culpa que nos volvimos así -Murmuró sin hacer contacto visual mientras tomaba una de las tazas entre sus manos- Cambiando de tema, ¿Crees que pueda quedarme a dormir? Esta demasiado oscuro para volver a mi casa -Interrogó esbozándose una leve sonrisa. Él se estaba esforzando para no hacerme sentir mal.
-Mmm...-Estaba en graves problemas. Se volvería muy incómodo, nunca antes había tenido un chico tan cerca aun siendo Adam. Además como actuaria normal después que el dijo que estaba celoso, que había sido su culpa que nos distanciáramos, con todo eso sentía que algo dentro de mi deseaba pasar un rato más con él, pero que se quedara a dormir quizás era ir demasiado lejos.
-Tranquila, si te preocupa que te ataque o algo no lo hare, además dormiré aquí en el sofá para no molestarte -Propuso dándole unas palmadas al cojín del sofá.
-Su-supongo que estará bien -Titubeé un poco insegura si estaría bien dejarlo.
Tomamos el café hablando muy poco sobre nosotros, sobre la universidad y la familia de Adam. Evité tocar el tema que tuviera relación con el pasado, sino la situación se pondría demasiado incomoda. Desde afuera se veía como la luna empezaba asomar su resplandor en el cielo y como este poco a poco se veía cubierto por estrellas.
Adam estaba en el sofá leyendo una revista que le había dado sobre medicina y yo estaba echada sobre la cama de mi habitación mirando el techo sin motivo aparente. Entre varios parpadeos mis ojos se fueron cerrando hasta caer dormida. Sentía que iba flotando hacia el mundo de los sueños, llevándome a un pequeño barrio que en su camino tenía cerezos. Ya había estado en ese lugar antes...
Era la primavera del primer año de instituto, durante mi regreso a casa luego de una larga jornada de clases, iba pérdida en mis pensamientos, tales como los próximos exámenes de mitad de año que realmente eran un dolor de cabeza. Mientras la refrescante brisa del comienzo de estación acariciaba mi cabello y lo mecía de lado a lado.
Entonces los ladridos de un perro me alertaron. Volteé para ver de donde provenían esos ladridos y ¡Bam! De un momento a otro me vi estrellada contra el suelo atrapada entre cuatros patas de un pequeño perrito blanco que estaba sobre mi lengüeteándome la cara mientras movía su colita animado.
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Solsticio de verano(1er libro de la trilogía)
Teen FictionEl solsticio de verano es el encuentro poco casual entre el sol y la luna, que solo ocurre en dos en el año, creando un hermosa mezcla de colores en el cielo, combinando la luz con la oscuridad, la fría noche con el radiante día, inventando algo nue...