Capitulo 32: Saldando cuentas

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Inmediatamente vi como el trio de brujas, como solía llamar a Katherine, Kim y Tanya, aparecieron en escena, saludando aquella chica misteriosa, con confianza, como si ya la conocieran de antes. Hablaban animadamente, señalando de tanto en tanto las fotos, echandose a reir a carcajadas cada oportunidad en que  la muchacha de cabello morado apuntaba con el dedo una en específico.

Al terminar su conversacion llena de energia, espantosamente "malvada", la chica misteriosa  se dio la media vuelta hacia la entrada de la universidad, despidiendose de ellas con una sonrisa maliciosa y aproveché la ocasión para acercarme a la escena. Me aparté efusivamente de la pared donde estaba escondida, para  saber que estaban tramando, enfrentarlas y me acerqué con la frente en alto, con la actitud más seria y fuerte posible, intentando que la sangre que hervía  de rabia  no me consumiera, incluso a que el recuerdo de Katherine ahorcándome no afectara en lo más mínimo mi valentia.

Hice una mueca de lado ,victoriosa, al ver como sus rostros se llenaban de espanto y sorpresa al verme por alli . En verdad planeaban publicar esas fotos sin que nadie se enterase quien fue pero obviamente no había funcionado.

— ¿Qué se supone que haces por aquí cerecita? –Masculló Katherine dedicándome una sonrisa falsa.

—Vengo a detener lo que sea que estén haciendo –Contesté dirigiéndome a la cartelera.

—Que graciosa, cree que puede enfrentarse a nosotras- Chistó Kim impidiéndome el paso.

—Pienso que deberíamos emparejar el color de su cabello con su rostro ¿Qué creen chicas? –Preguntó Tanya tronando sus dedos en forma de puño.

Retrocedí unos pasos hacia atras ante su comentario. Tenía miedo que fueran capaces de golpearme en frente del edificio, porque ni siquiera les importaria el hecho que cualquiera podría escucharme si gritaba por ayuda.

—Están locas –Rodé mis ojos- No pueden publicar fotos sobre otros.

—Claro… ¿Tú puedes quedarte con cualquier chico que se te plazca, fingir que eres la alumna ejemplar pero nosotras no podemos ayudar a una amiga?—Interrogó Katherine acercándose a mi prepotente.

—Si esto es por Solomon….-Musité soltando un largo suspiro fastidiada.

—Al fin al cabo es tu culpa que el pobre no pueda jugar en un buen tiempo –Reclamó Kim sintiendo pena de él. Realmente estaban obsesionadas…demasiado obsesionadas.

—Ya me canse de lidiar todo este tiempo contigo, esto se termina hoy y ahora, me da igual que el decano me expulse–Masculló Katherine rechinando los dientes— Voy a desfigurar aún más esa horrible cara tuya.

Kim y Tanya se acercaron a mí efusivamente y sujetaron mis brazos para impedir que me escapara. En ese momento sentí que todo se movía en cámara lenta. Mi respiración pausada, asustada, la desesperación ocupando por completo mi cuerpo,  la sonrisa malvada de Katherine deseosa de golpearme, mis ojos que no deseaban ver lo que me pasaría, desviandose hacia las fotos de la cartelera descubriendo que quien era la protagonista...

De repente sentí un golpe en el abdomen, uno profundo que revolvió todo mi estómago, el que hizo que sintiera como algo se destruía en mi interior en pedacitos y luego una punzada bastante intensa. Bajé la cabeza ante el dolor pero Katherine sujetó mi mandíbula, elevando mi rostro de nuevo para que la viera a los ojos. Seguía respirando pausadamente, aunque con un poco más de dificultad, Vi que ella estaba preparando su puño para estrellarlo contra mi rostro con una sonrisa maliciosa, disfrutando el hecho de hacerlo mientras Kim y Tanya reían victoriosas y yo…yo esperaba el golpe final.

En ese entonces, se escuchó el chillido de la puerta del edificio abrirse y azotarse de repente contra la pared. Luego me vi en el suelo, con mi cuerpo liberado, tratando de recuperar el oxígeno, con mi estómago doliendo como el demonio. Tosí un par de veces, con las punzadas latentes en mi abdomen, tratando de recuperarme cuando unas zapatillas se detuvieron a mi lado, obligandome a alzar la cabeza para descubrir la causa que esas tres salieran huyendo, encontrando a la persona que menos deseaba ver  ofreciendome su mano para ayudarme.

Solsticio de verano(1er libro de la trilogía)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora