En un momento miré hacia el cielo azul con una sonrisa, encontrándome con un radiante sol iluminando todo a nuestro alrededor. Me recordaba un tanto a David :
“—Sara, quizás no te hayas dado cuenta pero el mundo sigue siendo maravilloso y brillante. Está en nosotros encontrarle ese brillo especial y estar deseos de conocer el mundo que hay ahí afuera lleno de lugares, cosas, personas, todos interesantes a su manera “
Al fin podía entender esas palabras a la perfección. El sol me mostraba lo brillante que llegaba a ser el mundo si lo miraba con ese rayo de esperanza que solo él podía reconocer. Tenía que agradecerle tantas cosas a David.
De repente Adam me volvió al suelo y se quedó pensativo mirando a la nada. Le dirigí la mirada extraña sin entenderlo pero cuando tuve la intención de preguntarle que le pasaba, hizo el gesto con la boca que me callara y escuchara. Concentré varios segundos mi audición hasta lograr escuchar a una multitud aclamando por “pelea” y un sector de fanáticas locas gritando “suéltalo”. Nos miramos uno al otro dándonos a entender la indirecta y salimos corriendo hacia dónde provenía el alboroto.
A medida que nos acercábamos, nos encontrábamos con más y más gente que presenciaba la pelea, los gritos y el abucheo de la multitud se escuchaba con más claridad pero nadie mencionaba un nombre. ¿Quiénes estaban peleando?
De alguna manera logramos hacernos camino entre el mar de gente que estaba allí observando, hasta dar con las gradas de la cancha de futbol. Fue entonces que los vi. Un chico rubio golpeando incansablemente con su puño el rostro del chico azabache, descargando demasiada ira y rabia con cada golpe. Cerré mis ojos por la impresión, doliendome de verlo en ese estado y la necesidad de intervenir crecía en mí con la mezcla de abucheos apabullandome. David se estaba dejando llevar por otro arranque de ira y queria detenerlo. Avancé unos pasos entre la multitud hacia la cancha decidida a separarlos cuando me vi atrapada por la mano de Adam que sujetaba mi brazo. Intenté zafarme pero obviamente era más fuerte que yo.
—Adam, por favor, deja que vaya –Le rogué aun intentando soltarme.
El fijo su mirada en la mía frunciendo el ceño, expresando con ese gesto que obviamente no me dejaria ir.
—Déja que solucione sus problemas solo Sara –Sentenció todavía con su semblante serio— Además si te acercas a él la gente creerá que hay algo entre ustedes.
Lo miré indignada, sintiéndome impotente, Adam no me dejaba ir para ayudar a mi amigo y realmente me parecía ridículo. David siempre había estado para mí ¿Por qué no podía ir a ayudarlo en ese momento? Volví mi vista al frente encontrándome a Solomon quien estaba en ese instante golpeando a David , sin controlar su fuerza, logrando que le sangrara la nariz y la cara le quedara totalmente marcada. No me gustaba estar en esa posición…quería ir con él de cualquier forma.
Entre varios forcejeos que tuve con Adam divisé una cabellera que no era necesario pensarlo mucho para saber quién era, a unos cuantos escalones mas arriba, rosa y corta,mirando la pelea con los mismo ojos de impotencia que los míos, cruzada de brazos pero con los pies inquietos. Ella tenía derecho a entremeterse pero como no cuestionarse el ¿Por qué se quedaba ahí parada? Seguramente sabía los motivos de esa pelea. Seguramente era por ella otra vez.
Mientras estaba observando a Rebecca un tanto enojada porque no hacia nada al respecto, desde lo más alto de las gradas se escuchaba “gruñir” a tres chicas sobre la pelea, que David debería dejar a Solomon en paz, que lastimarían a Rebecca de la peor forma posible, todas esas cosas que terminaron sorprendiendome y volteé para ver de quienes se trataba.
Katherine, Kim y Tanya, las enemigas de Natalie y supongo que también de Rebecca, murmuraban entre ellas como ideando un plan. Chistaban al ver como mi compañera de clase estaba allí parada sin inmutarse y como el pobre rostro de su Solomon se había arruinado. Después de quejarse, extrañamente, sin pronunciar nada más, abandonaron las gradas. Aunque no entendía el porqué, su comportamiento me daba mala espina y sospechaba que no estaban tramando nada bueno.
ESTÁS LEYENDO
Solsticio de verano(1er libro de la trilogía)
Teen FictionEl solsticio de verano es el encuentro poco casual entre el sol y la luna, que solo ocurre en dos en el año, creando un hermosa mezcla de colores en el cielo, combinando la luz con la oscuridad, la fría noche con el radiante día, inventando algo nue...