Always Together - You and I 2 (Max George)

Capítulo 16: Hermosa

«¿Qué?» fue lo primero que pensé cuando Max me presentó a la niña que estaba frente a mí, esperando a que reaccionara. Pero no podía hacerlo, no podía moverme. Esa niña era Caitlin. Estaba tan grande, tan adolescente, y yo la recordaba como a una pequeña niña. La hija de Max. Sí, era ella, se parecía a Charlotte y tenía algunos rasgos parecidos a los de Max pero no demasiado; sin embargo, se notaba a simple vista que era su hija. Caitlin... la pequeña por la cual había dejado todo. 

-¿Hola?- dijo al notar que yo no hablaba. 

Mis ojos fueron hacia Max y luego hacia ella. Sentí ganas de llorar y de abrazarla pero debía recordar que estaba en la cafetería y que muchas personas podían pensar que era raro. 

-Hola, soy Samantha- estiré mi mano para estrecharla con la de ella. Me miró frunciendo el ceño pero aceptó confundida-. Es un placer conocerte finalmente, Caitlin. 

-Me gustaría decir lo mismo, pero no sé quién eres- dijo soltando mi mano y encogiéndose de hombros. 

-Caitlin- la retó su padre en tono autoritario. 

-No importa- dije mirándolo-. Entiendo que no me recuerde, descuida- susurré. 

Max asintió. 

-¿Tienes tiempo?- me preguntó Max- Podemos sentarnos y hablar un poco. O tal vez en un café...

-Prometiste que tardarías poco, papá- se quejó la niña. 

Sonreí, qué adorable era escucharla decir “papá” y que se refiriera a Max. 

-Una promesa es una promesa, ¿no?- le dije a Caitlin quien asintió energéticamente y se marchó corriendo a buscar sus cosas. Me giré para mirar a Max- No importa, en verdad. Pero fue un placer verla, es lindo saber que ella tiene una buena vida. 

Max hizo una mueca de disgusto.

-En verdad me gustaría que los tres podamos hablar- respondió en un susurro-. Vayamos a cenar esta noche, por favor. 

-Max, recuerda que Connor...

-No es una cita, no estaremos solos, por favor. Caitlin tiene una buena vida, sí, pero ¿no te gustaría hablar con ella un poco? Conocerla, saber más acerca de nuestra relación. Dejaste todo por ella, ¿no quieres saber si realmente valió la pena?- preguntó conectando sus ojos grises con los míos. 

¿Cómo podía decirle que no a esa mirada? ¿Cómo podía negarme? Con sus palabras Connor se había borrado de mi mente. Ya no importaba. 

-Bien- respondí observando como Caitlin regresaba-. Solo una cena. 

-Gracias. Te llamo luego. Caitlin, dile adiós a Samantha. 

-Adiós- dijo la pequeña como si fuera una máquina programada. 

-Adiós, Caitlin. 

(Narra Max)

Caitlin y yo salimos de la cafetería dejando a Samantha allí. Fue difícil despedirme sin besarla pero debía contenerme, ya llegaría el momento. Bajamos al primer piso en el elevador escuchando la música de fondo. A Caitlin le gustaba. Al llegar abajo, me encontré con Kevin. 

-Max, estaba esperando por ti- dijo sonriendo. 

-¿Sucedió algo?

-No, nada. Solo... ¿Crees que puedes quedarte hasta el sábado en Nueva York? No muchos saben acerca de nuestro negocio y pensé que sería una buena forma de anunciarlo en una fiesta, un evento. Sería una especie de despedida para mí. Además, Dylan está en su luna de miel y sé que jamás me dejaría hacer una fiesta de despedida porque no le gustan, no las cree convenientes. Entonces, ¿qué dices?