Always Together - You and I 2 (Max George)

Capítulo 13: Llamadas silenciosas

La fiesta terminó. Max se había marchado unas horas más temprano que todos, supongo que para descansar para su vuelo del día siguiente. Antes de irse, me dedicó una simple mirada y desapareció por la puerta principal de la carpa. Yo estaba sentada al lado de Connor y sentí que mi corazón dolía al verlo desaparecer. Mi cuerpo comenzó a sentir ganas de ir corriendo tras él, abrazarlo, decirle que yo tampoco lo había olvidado y que me iría con el a Canadá para ver a su familia. Pero no lo hice, claro. Me quedé sentada al lado de mi novio, observando como Jennifer y Dylan cortaban el pastel de bodas y preguntándome si algún día viviría aldo así y si el que estuviera a mi lado sería Connor. 

Llegamos al departamento en silencio. No sabía qué había pasado entre Max y Connor, ni qué habían hablado, pero sorprendentemente Connor ya no estaba enojado ni distante conmigo cuando regresó después de ir al baño. 

-Entonces, ese tal Derek- dijo Connor mientras dejaba su abrigo arriba del sofá-... ¿es gay?

-¿Qué?- lo miré frunciendo el ceño. 

-Sí, el empresario me lo dijo. Max, el que no es de aquí. 

«¿Qué?» 

-No sé si Derek es gay... Creo que...

-Cuando lo vi tan cerca de ti quería golpearlo- rió- y luego Max me dijo que era gay y me sentí como un idiota por haberme enojado. De seguro es de esos gays simpáticos que puedes confiar en ellos y terminan siendo tus mejores amigos. Solía conocer a un chico así- dijo como si nada-. En fin, lamento haber actuado con los celos y no con la razón- dijo mirándome a los ojos. 

-Eh... Sí, claro, está bien- dije confundida, sin siquiera saber lo que decía-. ¿Dices que Max... Maximilian, dijo que Derek es gay?

-Sí, aunque no estoy seguro de dónde lo sacó. El tipo parece simpático. Maximilian. ¿De dónde es? 

-Creo que Kevin dijo que viene de Canadá- comenté. 

-Oh, como tú- sonrió-. Solo que a ti no se te nota tanto el acento, ¿no crees?- asentí desconcertadamente- Bien, ¿vamos a dormir?

-Me quedaré tomando un poco de té. Te alcanzo en un minuto. 

Connor me besó cortamente y desapareció. 

Me senté en el medio del sofá con mis manos apoyadas en mis rodillas. Intenté procesar toda la información aunque era demasiado. Primero Connor se había enfadado conmigo por haber estado tanto tiempo afuera; luego desapareció en el baño en donde conoció a Max; después ambos salieron y me vieron hablando con Derek, lo que despertó los celos en mi novio y, claro, más enojo; pero Max le había dicho que era gay para que Connor no se enfadara. Pero, ¿por qué lo había hecho? Si él no me había olvidado... Ugh, no lo entendía. 

Me recosté hacia atrás. Max no me había olvidado. Me sentía tan feliz y confundida al mismo tiempo. Porque, ¿qué se suponía que debía hacer? ¿Volver a Canadá, visitar a la familia de Max, decirle que yo tampoco lo había olvidado y comenzar una nueva vida juntos? ¿Y Connor, qué haría con él? No podía dejarlo como si nada, no después de esos años juntos, no después de todos los momentos vividos, no después de haber pensado por un momento que podía llegar a estar verdaderamente enamorada de él. Era tan complicado. 

Ni siquiera me había percatado de que seguía con mi abrigo puesto. Así que me puse en pie y me lo saqué. Pero, al hacerlo, algo calló al piso. Una tarjeta gris. Fruncí el ceño, yo estaba segura de que lo único que contenía mi abrigo era un poco de dinero y las llaves del departamento. Dejé el objeto de un material muy delicado (regalo de Connor por nuestro primer año de novios) y me agaché con cuidado por los tacones para tomar la tarjeta. Cuando la leí, mi corazón casi deja de latir.