Entré en el departamento de Nathan y Jace. Llevé todas mis cosas que había tomado del departamento, ahora, de Connor y me acosté en la cama de mi hermano, la cual había estado ocupando las últimas noches.
Connor y Taylor... ¿Quién iba a imaginarlo? Ella nos miraba de una forma especial en el casamiento de Dylan y Jennifer, y no me quedaban dudas de que ella estaba desesperada por amor. Necesitaba un hombre en su vida, y la oportunidad fue perfecta cuando Connor recurrió a ella. Sabía que no eran novios y le creía a Connor cuando dijo que nada serio pasaba entre ellos, pero también sabía que en un futuro ellos terminarían juntos. A pesar de que los dos me habían hecho cosas malas de diferente manera, no eran malas personas y ambos necesitaban lo mismo: amor. Deseaba que pudieran ser felices juntos y que Connor dejara de amarme para poder quererla a ella.
Suspiré pesadamente y giré en la cama. Estaba incómoda, como esos momentos en los que ninguna posición te viene bien. Salí de la cama y me acosté en el piso mirando el techo, sintiéndome extraña por sentirme más cómoda en la fría madera que en la cama.
Quería irme a Canadá, quería estar con Max, quería olvidarme de todo por un rato. Estar al lado de Max era algo que necesitaba constantemente. Decidí llamarlo.
-¿Hola?- respondió y por su tono de voz pude notar que ya sabía que era yo la que llamaba.
-Hey, ¿cómo te sientes?- pregunté sonriendo.
-Me siento bien, mucho mejor- suspiró-. Ahora mismo estoy en la cocina trabajando un poco con Kim a mi lado cocinando- sonreí más al imaginarlo sentado en la mesa con sus pijamas a cuadros leyendo algo importante, como un niño pequeño que hace la tarea-. Tengo sueño, creo que dormiré un poco ahora. ¿Qué hay de ti?
-También tengo sueño- murmuré- y ahora mismo estoy acostada en el piso mirando el techo.
-¿En el piso?- Max soltó una carcajada suave que me hizo reír a mí también- No debes estar en el piso, deberías estar aquí conmigo...
-Max ¿estás diciendo esas cosas frente a Kim?- mis mejillas se tornaron rojas de solo pensarlo.
-No, tonta, estoy subiendo las escaleras para ir a dormir... Supongo que estás sonrojada- adivinó.
-No, claro que no- me mordí el labio inferior.
-Si, claro que si- ambos reímos-. Ya estoy acostado- me informó como si yo pudiera hacer algo al respecto.
-Bien, te dejaré dormir...
-No, háblame. Me gusta dormirme luego de escuchar tu voz. Cuéntame algo- pidió.
-No tengo nada que contar, Max- cerré los ojos divertida-. Ya estoy lista para irme a Canadá- dije lo primero que se me vino a la cabeza.
-¿Qué?
-Dylan tiene casi todo listo para que comience a trabajar y yo tengo todas mis pertenencias, todo lo que necesito. Supongo que la semana que viene puedo regresar- susurré. No estaba segura de si podría irme tan rápido pero la idea era esa.
-Sam, eso es genial. Gracias a dios- dijo en voz baja como si estuviera a punto de llorar-. Creo que ya no estoy enfermo con esa noticia- reímos.
Me quedé dormida escuchando a Max contarme algo acerca de una película de tiburones. Ambos habíamos acordado que hablaríamos hasta que el otro se quedara dormido y obvio que me iba a dormir con algo tan aburrido como tiburones. Los pasos de Jace entrando a la habitación me despertaron.
-¿Qué haces en el piso? Son las tres de la mañana- preguntó algo divertido mirándome desde arriba.
-La cama no me resultaba cómoda- expliqué sentándome en el piso-. Ouch- mi espalda dolía.
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Always Together - You and I 2 (Max George)
AcakOcho años pasaron desde la última vez en la que Samantha y Max se vieron. Ocho años desde que ella marchó junto a Jace y Nathan a Nueva York para una nueva vida. Ahora, ella es una excelente editora con aspiración de ser escritora; mientras que Max...