Capítulo 38: Tú, yo, y nuestro infinito.

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AVISO: para apreciar este capitulo, tal vez sea mejor que vuelvan a leer el capitulo 8 de You and I (primera novela). link: http://www.wattpad.com/25346725-you-and-i-max-george-fanfic-capitulo-8 (tambien dejaré el link en los comentarios)

(Narra Sam)

-¿A dónde se supone que estamos yendo?-  le pregunté a Max que conducía a una velocidad normal por las calles de Vancouver pero él no respondió, solo sonrió de costado sin mirarme y siguió, era una sorpresa. Estaba emocionada y sorprendida por todo, me preguntaba qué seguía ahora. Max era genial con las sorpresas, siempre lo había sido, y me gustaba que no había perdido esa característica en él. Connor seguía en mi cabeza, sobretodo en aquellos momentos en los que Max estaba en silencio y yo tenía más tiempo para pensar al no estar entretenida. ¿Y si estaba llorando? ¿Y si arruinaba su vida? Terminaría todo con Connor pero no estaba segura de querer que él se vaya de mi vida. Connor era una gran persona, ¿por qué no ser amigos?

-No estamos tan lejos- las palabras de Max me sacaron de mis pensamientos y miré hacia afuera por la ventanilla, estábamos saliendo de la ciudad. Lo miré frunciendo el ceño, ¿qué era todo eso?-. Descuida, no te estoy sacando de la ciudad para asesinarte o algo así- bromeó-, pero es un lugar al que nunca has ido, le pertenece a mis padres, lo compraron hace poco tiempo y me pareció un buen lugar para... Bueno, para la sorpresa- sonreí al escuchar sus palabras. Seguíamos avanzando por la carretera, casi ni nos cruzábamos autos que iban en la misma dirección pero nos cruzamos con más de tres autos que iban camino a la ciudad-. Antes de llegar quiero que sepas que yo no fui quien organizo todo. Quiero decir, la idea sí la tuve yo, claro, pero Nina fue la que se ocupó de todos los arreglos. 

-¿Qué quieres decir con eso?- pregunté confundida. 

-De seguro Nina sigue en tu cabeza, de seguro piensas que es mi amante o algo así, aún cuando yo mismo te he dicho que solo tenemos una relación de trabajo. Te conozco, sé cómo eres- ambos sonreímos-, pero con esto debes dejar de dudar. ¿Crees que le diría a mi amante que organice una sorpresa para la mujer a la que verdaderamente amo? Eso sí que sería estúpido- dijo con tono de voz obvio. Sonreí, sonreí y sonreí muchísimo más al escuchar esas palabras-. De acuerdo, estamos llegando- anunció. 

Giré mi cabeza para mirar por la ventana. Adelante nuestro había una reja negra que dejaba ver un camino bastante largo, con árboles a los costados. Simplemente hermoso. Miré hacia los costados mientras Max ingresaba un código en un aparato negro para que la reja se abra automáticamente: un muro rodeaba el lugar. Se notaba que era viejo pero a la vez bellísimo y parecía de película. La reja se abrió, miré a Max emocionadamente como una niña pequeña y él rió, una carcajada muy sonora que me llenó de alegría el corazón. Avanzamos dejando atrás la reja y el muro, y nos adentramos en ese largo camino con árboles muy cuidados que se entrelazaban entre así arriba del camino, haciendo que el sol no se filtre sobre nosotros. Max no apreciaba el lugar como si lo conociera de memoria, como si no fuera necesario hacerlo porque esa no era su primera vez allí, pero yo estaba asombrada, alucinada, olvidada de todo: de Connor, de Jace, de Nueva York, de que estábamos en Canadá, inclusive de Max y su sorpresa. El lugar me gustaba tanto que había olvidado absolutamente todo lo que me preocupaba. Seguimos avanzando hasta que el camino comenzó a doblar hacia la derecha en una especie de círculo alrededor de un lugar con más árboles. Max hizo girar su jeep y, a mitad del círculo, me sorprendí al ver una enorme casa ubicada justo frente al camino pero que yo no podía ver debido al círculo de árboles. Era blanca, increíblemente grande, con escalones en la entrada y columnas que revelaban que era una casa vieja. Hermoso, todo era hermoso. El sol de la tarde sí llegaba a ese lugar produciendo una sensación de bienestar, de familia, de tranquilidad. Suspiré. Max me miraba sin preocuparse en el camino y sonreía, pero yo no podía apartar la mirada de la casa de dos pisos y repleta de ventanas pequeñas. La puerta de madera era enorme, no veía la hora de pasar por allí. Atrás de la casa seguían los árboles como si fuera una enorme casa en el medio de un bosque enorme. Wow. 

Always Together - You and I 2 (Max George)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora