Capítulo 39: Como dos adolescentes

463 25 1
                                    

(Narra Sam)

Me desperté lentamente, aunque ni siquiera recordaba cuándo me había quedado dormida. Mi cabeza no estaba sobre una almohada sino que estaba sobre... Max. Estaba acostada sobre el pecho de Max. Sonreí con comodidad y me acomode más en su pecho, nuestras piernas mezcladas unas con otras, nuestras manos seguían entrelazadas, estábamos juntos. Recordé la hermosa noche que habíamos pasado juntos, sus sorpresas, sobretodo la más reciente: su tatuaje con mi nombre hecho en Nueva York, según me había contado luego. Max se había hecho ese tatuaje sin saber si yo regresaría con él, sin saber si elegiría a Connor o a él, simplemente se lo hizo porque, con volver a encontrarme, ya sabía que estábamos destinados.

-¿Sam?- una voz adormilada pronunció mi nombre, levanté mi cabeza apoyando mi mentó en su pecho para ver a un max completamente dormido y desorientado- ¿Qué hora es?- preguntó.

-Ni idea, pero creo que el sol está saliendo- miré la ventana, se podía apreciar un color naranja claro desde la dirección por la que salía el sol-. ¿Quieres desayunar?- pregunté.

-Suena bien- sonrió con los ojos cerrados y su cabeza aún apoyada en la almohada, de repente abrió los ojos para mirarme-. ¿Desayuno en la cama?- levantó una ceja, yo reí, parecía un niño pequeño.

-Yo me encargo, capitán- me sumé al plan.

Necesitaba ropa cómoda así que Max fue el primero en abandonar la cama para ir a otra habitación y buscar ropa para ambos. Él se eligió unos pantalones de algodón grises, zapatillas Nike deportivas y una camiseta gris que me reveló que Max se había estado ejercitando demasiado. A mí me entregó pantalones de algodón parecidos a los suyos solo que en un color celeste claro, pantuflas de conejitos y una camiseta rosa pálido que tenía un arcoiris pintado.

-¿Es una broma?- pregunté saliendo del baño en el que me había cambiado, Max me miraba apoyado en la pared del pasillo conteniendo una risa.

-Es lo único que pude conseguir- dijo mordiendo su labio inferior.

-¿Se está riendo de mí, señor George?- llevé mis manos a mi cintura dejando mis brazos en jarra y golpeé mi pie contra el piso varias veces.

-Claro que no, señorita Morrison- pero no pudo evitar soltar esa carcajada que estaba aguantando y estalló en risas-. ¡Pareces una niña de quince años!- exclamó divertido.

Sin decir nada corrí los pocos centímetros que nos separaban y salté a su cuerpo colocando mis piernas alrededor de su cintura, enredé mis brazos en su cuello y él llevó sus manos unos centímetros más abajo de mi trasero. Por la posición, le sacaba varios centímetros de altura siendo yo ahora la que debía bajar la cabeza para mirarlo.

-Creo que usted está jugando conmigo- dije en un susurro, al estar tan cerca de sus labios recordé que no los había besado desde antes de quedarnos dormidos.

-Tú eres la que juega conmigo- susurró de regreso.

Acortamos la distancia, nos necesitábamos. El beso se tornó más apasionado, Max apoyado en la pared y yo sostenida por sus brazos. La ropa comenzó a ser incómoda y fue en ese momento en el que supe que debíamos parar.

-Max, el desayuno- logré decir respirando agitadamente, él me miró de la misma manera-. El desayuno- repetí.

-Sí, claro, vamos- me bajó-. Lamento eso.

-Descuida.

Sabía que era difícil para Max, sabía que aunque dijera que no tenía importancia, sí la tenía. No solo para él, para ambos. Nos necesitábamos de todas las maneras posibles y haciendo el amor es la máxima conexión que dos personas pueden llegar a formar. Él lo quería, yo lo quería, podíamos pero no debíamos. No, no en esta ocasión, no por el respeto que aún tenía por Connor, porque no podía sacarme de la cabeza la imagen de un Connor triste, llorando en el sofá del apartamento por mi culpa.

***

Max había estado hablando por teléfono en el jardín de la casa por unos veinte minutos. Al poco tiempo entró. TSentí unos brazos aferrarse a mi cintura, a los pocos segundos su pecho chocó con mi espalda y su mentón se apoyó en mi hombro derecho.

-¿Sabes? Cuando dijiste "yo me encargo" no pensé que te lo tomarías tan literalmente- comentó viendo cómo terminaba con la mezcla para los pan cakes.

-Puedo hacerlo sola- aseguré-, tú ya hiciste demasiado- le recordé, depositó un beso en mi mejilla mientras yo terminaba que me hizo arrugar la nariz-. Tonto.

A los pocos minutos todo estaba listo, Max organizó el desayuno en la barra y nos sentamos en las sillas altas que tanto me habían gustado al verlas por primera vez. Los pan cakes estaban deliciosos, había hecho un gran trabajo, y Max se había encargado del jugo de naranja que también estaba genial.

-Mmm en verdad tu cocina ha mejorado en estos años- dijo Max saboreando el pedazo de masa-. Me recuerda a los de Lucy- dijo con la mirada perdida en el plato, como primer reflejo llevé mi mano a la suya y la apreté con cariño, sacudió la cabeza saliendo de sus pensamientos-. Están buenos- agregó para romper el momento de tristeza y sonrió.

-Me gustaría ir al cementerio antes de marcharme- me miró sorprendido-. Ya me fui una vez sin despedirme, no lo haré dos- ya era sábado, faltaba muy poco para mi regreso a Nueva York y sí, ya tenía planeado volver, pero la mudanza podría tardar más de lo esperado.

-De acuerdo, te llevaré- aceptó.

-¿Hoy?

-No, hoy tenemos planes- comentó.

-No estoy enterada de ningún tipo de planes...- al parecer Max tenía todo organizado cuando yo ni siquiera sabía en qué día estábamos- ¿más sorpresas?- me sorprendí, Max rió.

-No es para tanto, solo pasaremos el día con Caitlin y con Albert- dijo como si nada pero no pude evitar mi grito de emoción al escuchar esas palabras, Max rió-. ¡Sam, tranquila! Son solo dos niños y déjame advertirte que son bastante insoportables cuando se lo proponen.

-¡Es la mejor idea que has tenido!- exclamé feliz, Max me miró con cara de pocos amigos- Bien, lo siento, solo estoy emocionada. ¿Dónde los veremos?- pregunté con alegría.

-Almorzaremos juntos en un Burger King. Acabo de llamar a Charlotte y a Caroline, ellas llevarán a sus hijos allí y luego pasaremos el resto de la tarde juntos.

-¿No crees que a Jack le moleste?- pregunté olvidando un poco mi emoción.

-Trabaja los sábados, no lo notará- se encogió de hombros-. Ahora terminemos de comer, necesitaremos energías para esos dos diablos.

_____

Aclaro esto porque creo que algunos titulos de los caps no se estan entendiendo: este se llama COMO DOS ADOLESCENTES por caitlin y albert que VUELVEN a aparecer en la historia y por como actuan sam y max cuando estan juntos...

Always Together - You and I 2 (Max George)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora