Capítulo 76 parte dos

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(Narra Max)

Intenté llamar a Samantha otra vez mientras conducía de regreso a mi casa, pero ella no respondía el teléfono. Sabía que ella era orgullosa, pero no era del tipo de chica que no responde las llamadas cuando estás preocupado. Conociendo a Sam, sabía que, por lo menos, me enviaría un mensaje informándome que estaba bien o que no volvería a la casa. Aunque tal vez ya había regresado mientras yo no estaba. Llamé a Kim.

-No está aquí- me dijo cuando le pregunté si había llegado-. ¿Crees que debamos informarle a la policía?

-No todavía. No estamos seguros, tal vez ella no quiere volver- la detuve-. Avísame si aparece, tendré mi teléfono desocupado por si llama.

A los pocos segundos de colgar, mi teléfono empezó a sonar otra vez. Aparqué a un costado de la calle para no conducir mientras hablaba. Era un número desconocido, atendí pensando lo peor.

-¿Si?- sentía el corazón en mi garganta.

-Señor George, mi nombre es Oliver y soy el encargado de chequear su cuenta bancaria- me relajé al escuchar esas palabras-. Llamo para informarle que la cuenta relacionada con la de usted, a nombre de Samantha Morrison, ha retirado absolutamente todo el dinero, con un total de doscientos mil dólares- yo mismo había depositado esa enorme cantidad de dinero por si algo pasaba, Sam tendría la oportunidad de utilizarlo, aunque ella dijo que sería solo por emergencias-. Es mi trabajo informar cuando algo tan extraño pasa. Necesito que me diga si usted está de acuerdo con la operación o quiere que tomemos otras medidas.

No era normal. Sam no haría algo así. Por un momento pensé que quería el dinero para escapar, pero no tenía sentido, no ahora. Estábamos comprometidos. Sí, habíamos peleado, pero esto no lo justificaba. Había algo extraño detrás de todo esto, era obvio.

-Estoy de acuerdo- dije finalmente-. No hay problema.

-Buenas noches, señor.

Sí, había un problema, pero yo mismo debía solucionarlo. No tenía sentido decirle a los del Banco que algo extraño pasaba, porque tampoco estaba seguro de qué pasaba exactamente. O Samantha había sacado el dinero para quien sabe qué; o alguien había robado.

Debía empezar por encontrarla y ya sabía a quién ver para eso.

***

Toqué la puerta de aquella vieja casa, seguramente alquilada, en la que vivía la persona que buscaba. No podía creer que estaba recurriendo a él, pero no tenía otra alternativa. Si él no podía ayudarme, no sabía qué podía hacer.

Ryan abrió la puerta vistiendo pijamas de cuadros azul y gris. Me miró con el ceño fruncido.

-¿Qué haces aquí?- preguntó con duda.

-Necesito tu ayuda- expliqué-. ¿Puedo pasar?

-No- se negó-. ¿Samantha te mandó a pedirme perdón?- se interesó, con orgullo. Idiota.

-Mira- dije suspirando- creo que ella está en peligro en este momento, y si no me ayudas a rastrear el auto que tú mismo le vendiste, posiblemente esta película no tenga el final feliz que queremos.

Me miró sorprendido, tardó unos minutos en reaccionar y luego se corrió para que adentrara en la casa. Era moderna aunque no tanto. Había una mesa a un costado y me senté sin siquiera preguntarle.

-Necesito el número de placa para rastrearlo- expliqué. Ryan me miró fijo y desapareció por una puerta. Me levanté de la silla sin comprender, cada minuto que Ryan tardaba, era un minuto perdido, un minuto en el que no sabíamos qué pasaba con Samantha. Apareció luego con una laptop en sus manos. Me volví a sentar y él se ubicó frente a mí-. Mira, no es momento de jugar al Candy Crush- le avisé-. Solo dame el número de placa y mis empleados podrán...

-No, no es necesario- interrumpió-. El auto tiene un dispositivo que lo rastrea- genial, eso era bueno-. Solo debo buscarlo en la computadora. Es como cuando pierdes tu iPhone y tienes la posibilidad de rastrearlo, solo que esto es más costoso que un teléfono- explicó mirando la pantalla y tecleando algo con velocidad-. Aquí, ven.

Cuando me paré a su lado observé un mapa con las calles de Vancouver y un círculo rojo en una calle a la derecha.

-¿Ahí está?- pregunté entrecerrando los ojos.

-Sí- confirmó. Me fijé con cuidado, el círculo se estaba moviendo con lentitud-. Está andando ahora mismo.

-Eso no significa que sea Samantha la que conduce- murmuré-. Lo seguiré. Te llamaré para que me digas las calles a medida que avanza- ordené.

-Wow, espera- me detuvo levantándose de la silla-. ¿Por qué habría de ayudarte? Lo único que has hecho es odiarme- dijo con odio-. Y llamé a Samantha hoy mismo, ella y yo ya no somos amigos, gracias a ti.

-Tienes razón en todo lo que dices, pero eres un mentiroso pésimo. Se te nota a kilómetros que la quieres- le expliqué, Ryan bajó la mirada sin atreverse a negarlo. Era obvio-. Si ella está en peligro...

-¿Cómo estás tan seguro? ¿Cómo puedes saber si no quiere escaparse de ti enserio?

-Porque la conozco- dije simplemente, no necesitaba más-. ¿Ayudarás o no?

-Bien. Te iré diciendo las calles.

Levanté mi brazo para estrechar su mano. Ryan dudó pero luego lo hizo.

***
-Acaba de aparcar allí, estás a solo metros de distancia- explicó Ryan en el teléfono-. Llámame si necesitas algo.

-Claro, mantente alerta- pedí y colgué.

Ryan me había llevado por calles distintas a las del auto de Samantha para que ella, o la persona que estaba conduciendo, no notara que estaba siguiendo el auto. Si alguien conducía, me llevaría hasta ella; si Sam conducía, la encontraría. Así que aparqué mi auto y caminé hasta colocarme detrás de un arbusto. Encontré el auto de Samantha aparcado, las luces se apagaron y alguien bajó de él. Pero no era ella, era un... hombre. ¿Estaba con otra persona? ¿Estaba saliendo con otro tipo? Él bloqueó las puertas del auto y comenzó a caminar una calle atrás. Lo seguí desde la calle de enfrente, chequeando que no notara que estaba allí. Llevaba un bolso gris colgando del hombro y caminaba con rapidez. Lo seguí con cuidado. Dobló a la derecha, luego a la izquierda, dos calles más y volvió a doblar a la derecha. No recuerdo cuántas veces dobló, pero fueron más de quince. ¿Por qué dejaría el auto tan lejos del lugar al que iba? La única respuesta fue: por seguridad. Lo seguí hasta que miró a ambos costados y desapareció por la puerta trasera de una casa. ¿Dónde era? Conocía el lugar de alguna manera, aunque no estaba seguro. Así que conté las casas que había a la izquierda, luego doblé la calle para estar frente a todas esas casas, conté lo necesario y terminé frente a la casa de Nina.

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PERDON POR TARDAR! Tenia cosas que hacer.

Esperen al proximo :)

Que creen que va a pasar? Max llega justo a tiempo o nina y paul le hacen cosas antes?

Always Together - You and I 2 (Max George)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora