Capítulo 49: Alas rotas

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RECOMENDACIONES: leer el capítulo 34 de la primera temporada.

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(Narra Max)

La sopa de Kim estaba buenísima pero ya no soportaba estar sentado o acostado en mi cama por tento tiempo. Necesitaba salir, trabajar, despejarme. Tal vez en otro momento me habría gustado estar enfermo para quedarme en cama y no hacer nada, pero este no era el caso ya que al no tener mi mente ocupada en otra cosa solo pensaba en Samantha y en el imbécil de su ex novio. Lo único bueno que podía sacar de toda la situación era eso: que él ya no era su novio.

-Ella está bien- la voz de Kim sonó desde el marco de la puerta, venía a llevarse el plato de la sopa ya vacío-. Deja de pensar tanto y de pensar que tú eres responsable de lo que sea que haya pasado- aconsejó.

-Sé que está bien pero... Ugh, la situación me saca de mis casillas- apreté los puños, Kim sonrió y se acercó para agarrar el plato que descansaba en la mesita de luz desde hacía unos dos minutos-. ¿Qué te dijo Samantha?- pregunté rápidamente antes de que se vaya, Kim me miró frunciendo el ceño- Cuando hablaron por teléfono, cuando yo dormía- aclaré. Ella pareció comprender y recordarlo.

-Que te cuidara y que no te dejara cometer ninguna tontería- explicó, aunque noté que ocultaba algo.

-¿Nada más?- insistí.

-No, nada más, ella estaba muy preocupada por ti- asentí-. Debes tomar el calmante que te recetó el doctor ahora- sacó una pastilla blanca de su bolsillo y me la tendió.

-Odio esa cosa, me hace dormir muchísimo- ella asintió, como si no solo ya supiera que el calmante me hacía dormir sino como si quisiera que eso pasara-. ¿Debo tomarlo ahora?- miró su reloj.

-Sí, ahora mismo- indicó.

Confié en Kim y tomé la pastilla con un vaso de agua. Mis ojos se cerraron lentamente luego de quince minutos. Y esa noche, soñé que Samantha y yo éramos felices sin dificultades.

(Narra Sam)

-Wow- dije al verme en el espejo del salón de belleza.

Al llegar al lugar no estaba segura qué quería hacerme para cambiar, pero el estilista me aconsejó que cortara mi cabello un poco y luego algo que jamás había pensado: volverme más rubia. Claro que no era un rubio muy exagerado ni llamativo, solo que mi cabello estaba más claro que de costumbre y se destacaban las puntas en donde el rubio era más intenso.

-¿Qué te parece?- preguntó el estilista.

-Es genial- dije emocionada-. ¡Me encanta!- exclamé.

-Eso es bueno- sonrió-. Ven, vamos a la caja registradora.

Pagué el corte de cabello más que satisfecha y salí del lugar. No era de noche y el día estaba muy hermoso, genial para caminar. Para que Jace y Nathan estuvieran tranquilos, les envié un mensaje avisando que llegaría en media hora al departamento y que todo iba bien, aunque ellos estaban trabajando todavía y no iban a estar allí para cuando yo llegara.

Amaba caminar por Nueva York, observar las personas metidas en sus mundos, observar sus atuendos, los enormes edificios, cientos de personas de diferentes nacionalidades... Me encontré a mí misma pensando que extrañaría esa ciudad. Ocho años viviendo allí era mucho, demasiado a decir verdad. Claro que podría volver con Max cuando él tuviera que viajar a Nueva York por la editorial. Estaba feliz de volver a Vancouver pero una gran parte de mi corazón y de mi historia quedaría encerrada en ese mismo lugar, en Central Park, en la pista de patinaje sobre hielo, en mi departamento con Connor...

Always Together - You and I 2 (Max George)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora