Capítulo 35 parte 2

471 24 2
                                    

Corté la llamada sin siquiera decirle quién era. Nina. Max estaba con la tal Nina cuando me había dicho que iba a estar trabajando muy duro hasta tarde. ¡Y encima quería que lo llamara! ¿Para qué? ¿Para que después su amante me atendiera el teléfono? Amante, ¿eso sería Nina? Una simple mujer con la cual tenía sexo casual. De seguro Max tenía a una chica así y esa chica debía de ser Nina. Hijo de puta. Aunque, ¿de qué me quejaba? Yo no tenía un amante, sino que tenía un novio lo que era peor ya que lastimaba a ambas personas. Pero no podía evitarlo, sentía celos. Ni siquiera me había besado desde que había encontrado a Max (o desde que él me había encontrado a mí) pero aún así la situación no me gustaba. Yo estaba ahí, en Canadá, por él, por el futuro, ¿y él me lo pagaba así? Aunque sea podría haber esperado a que regresara a Nueva York para ir corriendo a la cama de la zorra de Nina. 

Cuando regresé a la mesa, Caroline ya había pagado la cuenta. 

-Gracias- le tendí el teléfono-, déjame pagarte la mitad. 

-No, descuida, yo quería hablar contigo después de todo- se levantó de su silla-. ¿Todo va bien?- asentí- Tu cara demuestra lo contrario, ¿ocurrió algo con Max?

-No, solo que estaba trabajando y no podía hablar mucho- mentí. Salimos del rasturant con Caroline en silencio-. Gracias por la cena Caroline, me alegro poder hablar contigo otra vez. Quería explicarte las cosas, solo espero que podamos tener la relación de antes.

-¿Piensas volver a Canadá?- preguntó esperanzada. 

-Es una posibilidad que estoy considerando- admití. Con cada segundo que pasaba allí, mis ganas de volver se hacían más y más fuertes. 

-Espero que así sea- admitió-. Lauren está pensando en realizar una cena de despedida para el domingo, ¿qué dices?

-¿Qué hay de Jack?- pregunté sorprendida. 

-No irá, supongo. Él tiene que hablar con Max y seguramente lo hará cuando tú ya no estés aquí. Cuando estás cerca Max no piensa con claridad...- asentí con la cabeza. 

-Entonces nos veremos el domingo. 

-Claro. 

Me subí al primer taxi que vi y le indiqué la dirección del hotel. La voz de Nina no paraba de resonar en mi cabeza. ¿Qué estarían haciendo ahora? Deseé tener batería en el teléfono para llamarlo e interrumpir su momento con ella. Pero no pude evitar preguntarme si tenía derecho alguno a enojarme. ¿Podía enojarme porque Max estaba teniendo un momento de diversión? Después de todo, él nunca pudo rehacer su vida por amarme a mí ¿y ahora yo era la que le reclamaba amor? Parecía injusto para él. Aún así, podría haber esperado a que Samantha Morrison no estuviera a unos pocos kilómetros de distancia para tener sexo. La mentira era lo que más me dolía. 

Llegué al hotel, la recepcionista ni siquiera me miró lo cual me pareció extraño, subí a mi habitación, coloqué el celular a cagar y me metí en la baño para una ducha. Necesitaba relajarme, pensar un poco, y no hay mejor momento para pensar que durante un baño. Suspiré pesadamente, las gotas de agua caían por mi espalda y mi cabello. La situación me volvía loca. Por una parte, la mentira de Max, por otra parte, el hecho de que él era libre después de todo y podía hacer lo que quería. Pero eso no me gustaba, no me gustaba para nada. 

Salí del baño con solo la bata típica de hoteles puesta. Con una toalla secaba mi cabello de manera desprolija y, al terminar, la tiré en el piso sin importarme. El celular ya tenía 30% de batería y tres llamadas perdidas de Max. Suspiré, era obvio que pasaría. 

(Narra Max)

La llamé por cuarta vez. Solo esperaba que respondiera. Según lo que me había dicho Caroline cuando la llamé preocupado porque Samantha no se comunicaba conmigo, ella sí había recibido mi mensaje y sí me había llamado desde el celular de Carolina. Pero esa llamada nunca me había llegado, me fijé más de diez veces en el celular y era imposible que éste funcionara mal ya que era casi nuevo. 

-Responde, responde, responde- murmuré mientras escucha los ''pi-pi-pi'' de espera. Me senté en el borde de mi cama, esperando-. Vamos, Sam, vamos. 

Estaba preocupado. ¿Y si le había pasado algo de camino al hotel? ¿Y si estaba ignorando mis llamadas? Porque cuando los celulares ''mueren'' se apaga y no se puede llamar, simplemente escuchas la voz de la contestadora. Pero ahora sí podía llamar, o sea que su celular estaba encendido. Comenzaba a volverme loco, no entendía nada. 

-¿Hola?- respondió de un largo rato que parecieron horas pero solo habían sido simples segundos. 

-Sam, por Dios, ¿dónde estabas?- pregunté. 

-Me estaba bañando- comentó simplemente-. Hey, estoy un poco cansada. ¿Podemos hablar mañana? Creo que estoy por tener gripe, ya sabes...

-Oh, ya veo- murmuré-. Claro, duerme bien- fue lo único que pude decir, sorprendido por la situación. Esperaba que ella tuviera ganas de hablar conmigo debido a que no nos veíamos desde la mañana y que no habíamos hablado por teléfono como se suponía que haríamos. 

-Igual para ti- contestó y colgó. 

¿Pero qué mierda estaba pasando?

Always Together - You and I 2 (Max George)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora