Capítulo 52 parte 2

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(Narra Sam)

Cuando escuché las palabras de Max el teléfono casi se me sale de las manos, pero por suerte pude retenerlo. Sin embargo, no pude retener las lágrimas. Jack había tenido un accidente.

-¿Qué sucedió?- pregunté con los ojos cerrados, como si haciendo eso podría pensar que todo era una mentira, que todo estaba bien. 

-Yo estaba en la casa esperando hasta que me llamaron del hospital. Estaba lloviendo, perdió el control del auto y venía un camión de frente...

Tapé mi boca con mi mano libre y solté un grito ahogado. Un camión. Lluvia. Un choque. Y no pude evitar recordar el accidente con mis padres, del cual yo podía llegar a ser responsable. ¿También era responsable por esto? Después de todo, Jack estaba enojado con Max por mi culpa.

-Te necesito aquí- continuó y nunca estuve tan feliz de que alguien me sacara de mis pensamientos como en ese mismo momento. 

-Iré- dije sin pensarlo y mirando la hora en mi reloj de muñeca-. Tengo el pasaje para el miércoles, pero puedo cambiarlo para hoy.

-Bien- aceptó. Nos quedamos en silencio por unos segundos-. Te espero- colgó.

Él estaba destruido. 

Intenté llamar a Jace, pero antes de que respondiera colgué. Recordé las notas que me habían dejado los últimos dos días. Él y Nathan estaban trabajando muchísimo, estaban haciendo algo importante, y no podía interrumpirlos, no así. no otra vez como aquella vez en Vancouver hace ocho años, el día en el que me marché. Y solo había una persona que se pasó por mi cabeza en ese momento. Ni siquiera lo pensé más de una vez, saqué mi teléfono y busqué el número guardado. 

-¿Hola?- atendió Thomas del otro lado. 

-Tom...- dije con un hilo de voz- Te necesito, ahora. 

-¿Sam? ¿Qué pasó? ¿Por qué lloras?- escuché una puerta que se cerraba detrás de él- ¿Dónde estás? 

-En el departamento de mi hermano... En verdad te necesito...- las lágrimas interrumpían mis palabras y se me hacía difícil respirar, los nervios eran más de los que imaginaba- Jack tuvo un accidente... No sé que hacer... Tom...- sollocé. 

-¿Que Jack qué?- exclamó con clara preocupación en su voz- Voy a buscarte en unos diez minutos, envíame la dirección por teléfono- pidió con calma aunque sabía que estaba haciendo un gran esfuerzo para tranquilizarse y no perder el control. 

Le envié la dirección a Thomas e hice lo que él había hecho: intentar tranquilizarme, poner mis pensamientos en orden, respirar pausadamente y que los nervios no tomaran control de mi cuerpo. Podía hacerlo, sabía que podía hacerlo, había pasado por situaciones peores y debía confiar en que todo estaría bien. Jack era fuerte, Jack podía hacerlo también. Así que, una vez que terminé con mi proceso de tranquilización, comencé a procesar toda la información y mi conclusión fue que estaba a punto de irme a Canadá. El viaje programado para el miércoles se había adelantado para ese mismo momento pero no tenía nada preparado. Corrí rápidamente a la habitación de Jace en donde la mayoría de mis cosas aún estaban en mi bolso de ropa y solo unas pocas prendas en el armario. Guardé esas prendas con las demás sin fijarme cómo las guardaba y luego corrí al baño para tomar lo que era mío. No pude evitar recordarme a mí misma haciendo algo parecido solo días atrás en el departamento que solía compartir con Connor. Parecía algo tan lejano... Y luego recordé a Jace y a Nathan: tendría que irme sin despedirme de ellos. 

Miré el reloj y descubrí que había hecho en todo en cuestión de cinco minutos. Aún me quedaban tiempo y corrí a la cocina para dejarle una nota a Jace y a Nathan. Lo más probable es que no tuviera tiempo de hablar en el aeropuerto ya que la hora pasaba y yo aún debía llegar hasta allí, cambiar el pasaje y subir al avión. 

Escribí. 

Jace y Nathan:

Lamento despedirme así pero nada de esto estaba planeado. Como saben, mi pasaje de avión estaba programado para el miércoles de la semana próxima pero Max me llamó diciendo que Jack, su hermano, tuvo un accidente. Debo estar allí, y en parte me siento responsable de lo sucedido. Lo siento, prometo volver para visitarlos. Los llamaré cuando llegue a Vancouver. Intenté guardar todas mis cosas pero si he olvidado algo no duden en enviarlo, yo les pasaré la dirección de la casa de Max luego. 

Los quiero. 

Dejé la nota, o a la carta, arriba de la mesa y suspiré pesadamente volviendo a leer las palabras "nada de esto estaba planeado" algo que me daba mucha impotencia porque, literalmente, nada de mi vida con Max se podía planear. Siempre sucedía algo, generalmente malo, que cambiaba todos los planes hechos y se terminaba haciendo algo totalmente diferente. ¿Por qué? ¿Por qué así? ¿Por qué a nosotros?

Mi celular sonó y era Tom avisando que ya había llegado. Tardó doce minutos exactamento, algo increíblemente rápido y eso solo me confirmó lo desesperado y triste que él también debía estar. Bajé por el elevador rápidamente y salí del edificio para ver un auto negro de una marca que no pude reconocer aparcado. Tom salió, sin decir una palabra agarró mis pertenencias y las dejó en la parte trasera mientras yo ocupaba el asiento del copiloto. Cuando volvió a entrar, pude notar que había estado llorando. 

-¿Qué sucedió?- preguntó cuando ya había comenzado a conducir, rompiendo el silencio. 

-Max y Jack estaban peleados hace unas semanas- Tom sacó los ojos de la calle para mirarme a mí como si la noticia lo hubiera sorprendido demasiado, yo ignoré su mirada y miré hacia el frente-, por mi culpa- agregué. 

-¿Qué quieres decir con eso?- preguntó volviendo a llevar su mirada al frente pero con cierta distancia en su voz. 

-Max y yo estuvimos distanciados ocho años, pero eso no hizo que él me olvidara. Max intentó rehacer su vida, volver a enamorarse, tener una pareja estable, pero no podía hacerlo porque no podía olvidarme. Antes de volver a encontrarme, le había prometido a Jack que lo intentaría, que intentaría volver a ser feliz, pero claro que las cosas cambiaron cuando aparecí en su vida de nuevo- respiré profundo para poder seguir hablando y para que las lágrimas no se escaparan de mis ojos-. Jack se enojó muchísimo, con ambos. Lo entiendo, él quería ver a su hermano feliz y que vuelva a aparecer la mujer que lo dejó después de tanto tiempo debe ser frustrante, pero también creo que ese no es el único lado de la historia...

-Lo entiendo- interrumpió Tom-. El otro lado de la historia es que Max puede volver a ser feliz contigo, que por fin te encontró, que su decisión es compartir su vida contigo otra vez a pesar de todo lo que haya pasado. 

-Exacto- asentí. Ya comenzábamos a acercarnos al aeropuerto, y no fue hasta ese momento en el que observé que Tom conducía con muchísima velocidad-. Así que Max le ofreció de hablar y solucionar sus problemas en una casa de sus padres, algo alejada de la ciudad. El problema es que estaba lloviendo y... Y un camión venía de frente. El resto ya puedes imaginarlo- murmuré con muy poca voz. 

-Todo es una mierda- dijo con rabia-. ¿Qué harás ahora?

-Pensaba irme a Canadá el miércoles pero hay un vuelo programado para dentro de una hora aproximadamente. Lo cambiaré, aunque debo pagar por eso, no me importa- le informé mi plan, el cual extrañamente no era tan malo después de todo. 

-Bien, pero no serás la única que pagará: yo voy contigo. 

Always Together - You and I 2 (Max George)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora