Capítulo 79: La verdad

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(Narra Sam)

Desperté lentamente en el hospital. No estaba confundida ya que recordaba todo, en cualquier momento tendría los resultados de los exámenes que me había hecho para chequear que todo estuviera bien. Aunque en la ambulancia me había dicho que mi bebé estaba bien, las pruebas me lo confirmarían. Observé la aguja en mi brazo que me comunicaba con una bolsa que contenía proteínas y alimentos que me faltaban para estar más fuerte. Luego estaba el típico botón que aprietas cuando necesitas que una enfermera te ayude. Lo apreté. Al instante había una entrando en la habitación.

-¿En qué puedo ayudarte?- me dijo sonriendo. Vestía toda de blanco y tenía una sonrisa de madre orgullosa, aunque debía ser unos pocos años más grande que yo.

-Necesito saber si mis familiares están afuera- mi voz sonó rasposa pero logré hacerme entender. Ella sonrió.

-Hay muchas personas afuera. ¿Quiere a alguien en especial?- sonreí.

-Max George- expresé.

-Oh, no. El señor George no está aquí- mi corazón comenzó a latir con fuerza, era imposible-. ¿Alguien más?

-Eh...- pensé- Jack George. 

Ella asintió y se fue. Era extraño que Max no estuviera a mi lado al despertar, pero era imposible que no estuviera esperando afuera. Bueno, por lo menos no lo había visto abrazando a su ex al despertar esta vez. Jack entró con cuidado y me sonrió al verme.

-Qué bueno que estés bien- expresó con alivio, aunque pude notar su horror al ver mi cabello. Yo no lo había visto todavía ya que ni siquiera había ido al baño una vez. 

-Gracias. ¿Y Max?- la preocupación era palpable en mi voz, no me interesaba hablar de otra cosa que no fuera eso. 

-Está en la comisaría. Se supone que llegará en cualquier minuto. Tranquila, no escapó- dijo divertido, probablemente porque es lo que yo había hecho años atrás-. ¿Cómo te sientes?- preguntó llevando una silla a mi lado y sentándose en ella. Le sonreí un poco, sobretodo porque Max estaba por llegar seguramente. 

-Estoy bien, algo cansada, y confundida- le conté, Jack asintió con la cabeza y soltó un suspiro-. Ellos iban a violarme- murmuré mirando mis manos entrelazadas arriba de mi estómago, él me miró sorprendido- iban a grabarlo- seguí- y justo llegó Max- mi voz se cortó y un nudo se formó en mi garganta. Jack agarró mis manos y las apretó. 

-Ya estás a salvo- fue lo único que dijo, mirando tan profundamente en mis ojos que sentí, por primera vez, que en verdad teníamos una conexión. Asentí con la cabeza y le sonreí sin mostrar los dientes-. Max muere por verte- cambió de tema-, está preocupado por ti. 

-También estoy preocupada por él- suspiré-. Esto es demasiado. 

Jack empezó a contarme cosas sobre Albert y Caitlin para distraerme. Intentaba no reír ya que al hacerlo me dolía la cabeza pero sí le sonreía y le hacía preguntas típicas para que supiera que estaba concentrada en sus historias. Sin embargo, una parte de mí seguía pensando en Max. Tenía ganas de verlo, debíamos hablar. Estaba segura de que la pelea había quedado completamente en el pasado, cuando uno está a punto de perder algo se da cuenta de lo estúpido que pudo haber sido en el pasado y eso es justo lo que nos había pasado. Cuando estaba en esa silla solo podía pensar en que quería estar otra vez a su lado, aún cuando habíamos dicho cosas horribles solo horas atrás. 

Unos golpes en la puerta indicaron que alguien quería pasar. Al instante se abrió y Max apareció. Entró despacio, arrastrando los pies, parecía un muerto en vida. Estaba pálido y sus ojos rojos solo mostraban lo mucho que había estado llorando. Me miró finalmente, reflejaba solo tristeza, y luego miró a su hermano. 

-Te veo luego, Sam. Ponte bien- dijo Jack, me besó en la frente y salió algo confundido de la habitación. 

Max se quedó unos segundos allí, mirándome en silencio. ¿Por qué actuaba así? Yo estaba bien, sin importar lo que había pasado, no era para ponerse así. Pensé que tal vez se sentía culpable. 

-Estoy bien- fue lo único que dije. Él negó con la cabeza y caminó lentamente hasta sentarse en la silla que Jack había ocupado segundos atrás. Miró mi cuerpo y se detuvo en mis manos, agarró una de ellas y la besó con lentitud-. Max, ¿qué pasa?- pregunté confundida. 

-Yo... vi el video... Sam...- balbuceó. Debía estar hablando del video que Nina había comenzado a grabar, el video que iba a contener mi violación si Max no llegaba. 

-Fue horrible, sí, pero ya estoy aquí- le aseguré como si no fuera obvio. 

-¿Es verdad?- dijo. Lo miré con el ceño fruncido. 

-Max, acabo de decirte que estoy aquí, por supuesto que es verdad. ¿Acaso no me...

-¿Es verdad que estás embarazada?- me interrumpió. 

Oh. Claro, había dicho frente a la cámara que estaba embarazada en un intento de que tuvieran piedad y no hicieran nada. Lo había olvidado. Cerré los ojos con fuerza y suspiré. No quería que se enterara a través de un video, no quería decírselo en un maldito hospital. Quería hacerlo con una hermosa cena, con velas, en medio de un lugar feliz, en nuestra casa... Tal como lo había planeado con Kim. Esto era totalmente distinto, no había romance, ni alegría, Max lloraba y lloraba por eso. Lloraba porque estaba embarazada. La idea de que él no quería tener un hijo me deprimió. 

-Sí- respondí finalmente. Max se tapó el rostro con las manos y comenzó a llorar más y más. No quería un hijo conmigo-. Iba a decírtelo en la cena, pero luego peleamos y... Lo siento, no sé cuándo pasó, no sé cómo... Debería haberme cuidado más, lo sé- mi voz comenzó a temblar mientras veía a Max negando con la cabeza mientras seguía ocultando su rostro y llorando-. Si no quieres verme después de esto, lo entiendo... Puedo volver a Nueva York...

-¿Qué?- me miró finalmente, respirando con un poco de dificultad por haber llorado con tanta fuerza- ¿Piensas que no quiero este bebé?- frunció el ceño- Sam, no podría estar más feliz. 

¿Qué?

-Pero estás llorando- dije sin comprender, sintiendo una extraña alegría dentro mío. Sentía a Cosita patear con fuerza. 

-Lloro porque nuestro hijo tuvo que pasar por ese momento horrible, gracias a Nina y su hermano- explicó limpiando unas lágrimas-, lloro porque estuviste en la peor situación de todas estando embarazada y no creo que el estrés sea bueno para el bebé- continuó- y lloro porque nada de esto habría pasado de no ser porque te amenacé con que no me casaría contigo si no ibas a casa de Nina. 

-Esto no es tu culpa, es de los dos, es de Nina- lo miré a los ojos y me estiré para tomar su mano, todo mi cuerpo dolió y no pude evitar hacer una mueca de disgusto, pero lo aguanté. Cuando conseguí su mano me tiré hacia atrás otra vez, sintiendo como mis músculos se relajaban-. Hay que pensar en el presente- murmuré. 

-Aún así, lo siento- finalizó. Yo asentí con los ojos cerrados, sintiendo mi cuerpo caer en un profundo sueño. 

Estaba en casa. 

CORTITO! PERO NECESARIO. 

EL PROXIMO YA ES EL ULTIMO CREO... ESPEREN A MAÑANA!

Always Together - You and I 2 (Max George)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora