Always Together - You and I 2 (Max George)

Capítulo 44: En busca de la felicidad

(Narra Max)

Observé como Samantha le entregaba su pasaje a la muchacha parada en la puerta y luego desaparecía por un pasillo que cada vez estaba más repleto de personas. Suspiré pesadamente, ella ya se había marchado, y me senté en la misma silla que antes con los codos en mis piernas y mi rostro escondido en mis manos. Era muy difícil, mierda. Pero ella volvería, ella estaba decidida a estar conmigo, ella había vuelto a mi vida y me amaba. No podía estar más feliz. Esto, lo de su partida por un tiempo corto pero indefinido, era la última prueba.

Me puse en pie rápidamente aunque fue una mala idea ya que todo comenzó a dar vueltas, me estaba mareando un poco. Toqué mi frente, estaba calienta y solo significaba que tenía fiebre. Genial, no podía ir a trabajar en ese estado pero recordé la reunión programada para ese día, lunes, y no podía cancelarla, el empresario que venía a verme venía desde muy lejos y seguramente me cancelaría el proyecto si yo no me presentaba en la reunión. Respiré profundo un par de veces y volví a levantarme, dispuesto a dirigirme a la empresa.

Mientras conducía recordé las palabras de Sam: ella quería que yo hablara con Jack. Sin dudas, iba a citarlo en la casa que habían comprado mis padres, la misma en la que se llevó a cabo la sorpresa para Sam, porque sabía que Jack amaba esa casa y se relajaba notablemente cuando estaba allí, lo único malo es que quedaba en las afueras de la ciudad a unos tantos minutos pero de seguro él conduciría hasta allí. Sin embargo, no me sentía del todo bien físicamente así que decidí dejar la conversación con Jack para más tarde, tal vez el viernes o el sábado.

Llegué a la empresa luego de veinte minutos, faltaban otros veinte para la reunión. Las piernas me dolían al igual que la cabeza. Cuando las puertas del elevador se abrieron en el piso, lo primero que vi fue a Nina detrás del escritorio sentada en la silla de siempre y completando unos papeles. Sonrió al verme y se levantó.

-Buenos días, señor George, ¿puedo ofrecerle algo para desayunar?- preguntó como siempre ya que generalmente no desayunaba en casa sino que tomaba un café en la empresa. La miré con atención, ni siquiera se sonrojó después de haber tenido esa conversación tan extraña por teléfono, Sam hubiera estado roja como el fuego en su situación, pero ellas eran diferentes.

-No, gracias, Nina, ya desayuné- me miró con una cara extraña, estaba sorprendida por lo que acababa de responderle, casi siempre aceptaba su café-. Iré a mi oficina, avísame cuando sea hora de la reunión- pedí, ella asintió sin decir una palabra pero cuando estaba pasando frente a ella, habló.

-¿Se fue?- preguntó, la miré fruncienco del ceño- Samantha- aclaró, la miré aún más sorprendido.

-¿Disculpa?- estaba desconcertado, esto ya era demasiado, era problema mío si Samantha se iba o se quedaba, ¿en qué la afectaba a ella? Por suerte Nina pareció notar su error.

-Lo siento, yo no...- suspiró- Solo lo imaginé por su cara- dijo rápidamente, no sé porqué pero sentí que mentía.

-Respeta mi vida privada, por favor- pedí, ella asintió-. Avísame para la reunión- fue lo último que le dije y me marché.

(Narra Sam)

El avión llegó unas cinco horas luego a Nueva York. Había dormido casi todo el viaje pero aún así estaba cansada y mi cuello dolía como los mil demonios. Solo quería llegar al departamento y dormir. Y luego recordé que ese departamento era el mismo que compartía con Connor y que allí lo encontraría finalmente.

Luego de recoger mis maletas me dirigí a las afueras del aeropuerto, en donde me encontraría con Jace. Tardé solo cinco minutos en verlo sentado arriba de su auto con las piernas en el suelo cruzadas y sus lentes de sol. Sonrió al verme y se acercó para abrazarme, dejé las maletas en el piso y le correspondí al abrazo. Necesitaba eso, el abrazo de un familiar, de una persona que me quisiera verdaderamente y que no sea Max. Necesitaba a mi hermano. Le sonreí mientras tomaba mis maletas y nos dirigimos al auto en donde guardó mis cosas en la parte trasera y luego tomó el asiento del copiloto a mi lado.