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Finn Wolfhard no sabía sí soñaba que estaba durmiendo o sí en verdad lo estaba haciendo.

Se encontraba en una reunión,  era miércoles por la mañana en los Ángeles, California y a su alrededor se encontraba una parte de todo el reparto de Stranger Things o por lo menos habían asistido todos sus compañeros y amigos actores de la serie. Se encontraban en las oficinas de Netflix y esperaban a que sus demás compatriotas llegasen. Todos los chicos que habían sido levantados forzosamente por sus madres esa mañana estaban un tanto molestos, porque aquel tiempo de espera hubiera podido llegar a ser cinco minutos más de sueño.

Pero no tenía caso, ya estaban despiertos, lejos de sus camas y viendo a su compañero de cabello rizado muriendo de sueño. Al principio se preocuparon, ya que su apariencia no era del nada agradable. Gaten y Caleb eran quienes estaban más desvelo por saber cuál era la razón por la que su amigo estaba así.

  —¿Qué diablos le pasa a Finn?

Preguntó Gaten. La joven actriz, Millie Bobby Brown se encontraba platicando con su amigo Noah Schnapp acerca de un chico que comenzaba a gustarle. Los dos miraron a sus demás compañeros, queriendo saber porqué tanto lío. Caminaron hacia los sillones donde se encontraban sus amigos y miraron con fija atención a Wolfhard.

Éste se hallaba acostado en un sillón, con el cabello despeinado como si un huracán pasará por su cabeza, con los ojos tan rojos como una rosa y el rostro demacrado  como si tuviera una resaca después de una noche de diversión.

—Todo es tu culpa, Millie.

Habló el moreno, la joven de cabello corto y ojos color marrón miró ofendida a Caleb, llevándose las manos al pecho y formulando en su rostro una mueca.

—¿Yo? ¿Y por qué?

—Porque rompiste el corazón de Finn, hay distintas maneras de hacerlo, Millie pero, esto es ya  pasar límites. 

Todos fruncieron el ceño, no sabían a lo que se refería el moreno. Millie rodeó los ojos, odiaba cuando hablaban así de ellos dos, ¿qué parte no entendías que solo eran amigos Finn y ella? Millie miró nuevamente a Finn, caminó hacia él y comenzó a mover de su hombro para que despertara.

  —Tierra llamando a Wolfhard, te necesitamos.

Finn abrió levemente sus ojos y se topó con los de la castaña una sonrisa abarcó su rostro la cual se fue marchitando al volver caer en los brazos de Morfeo. Millie, al ver que Finn volvía a dormirse, no le quedó más alternativa que zarandearlo de un lado a otro y gritarle como su fuera su madre.

—¡Finn patatas Wolfhard o despiertas en este momento o me encargo yo misma de meterte en una alberca de agua congelada, tú decides!

Finn abrió los ojos de golpe, se sentó como rayo bien en el sillón y se estiró para deshacerse de su tan profundo sueño, ese que es digno de reyes. Sabía perfectamente Wolfhard que Brown no bromeaba y lo que escuchaba salir de sus labios, lo cumplía a toda costa. Sus amigos se sentaron a su lado y lo miraron atentamente, tratando de saber lo qué le ocurría.

  —¿Qué te sucede, viejo? Jamás te habíamos visto tan, tan...

Habló Noah, quien no encontraba la palabra perfecta para acabar su oración.

—Tan depresivo.

A completó Gaten, Noah asintió con la cabeza aprobando lo que acababa de decir Gaten.

  —¡Exacto! Tan depresivo, ¿sucede algo?

Finn pasó sus manos por su cabellera y dejó soltar un prolongado suspiro.

—No se preocupen, no me pasa nada, tan solo estoy así por algo sin sentido.

Ni siquiera él creía sus palabras y tampoco esperaba que sus amigos le creyesen, tan solo quería olvidar esa historia de su vida pero sabía que sería muy difícil poder lograrlo. Los chicos le miraron extrañados.

—¿Nada? ¿Por algo sin sentido? Por favor, Finn, todos sabemos que pasa algo y no nos quieren contar. Anda, somos tus amigos y sabes que puedes confiar en nosotros.

Todos le regalaron una amistosa sonrisa sabor a winis a Finn, éste sonrió y se sintió tan afortunado de tenerlos a su lado.

—De acuerdo, pero prometan no reírse de mí, ¿va?

—Lo prometemos.

Dijeron al unísono.

Finn se reincorporó, pensó unos minutos para recordar esa triste historia que había leído el día anterior. Sería difícil tratar de describir con sus propias palabras el terrible trago amargo que sentía en su garganta ya que no es lo mismo sentir a plasmarlo en una hoja de papel o decirlo fluidamente. Miró a sus amigos, buscando un poco de desinterés por parte de ellos pero con lo único que se topó fue con miradas ansiosas.

  —Ayer me la pasé leyendo una historia o FanFic en Internet sobre mí, escrita por una fan. La historia trata sobre una chica distraída con su alrededor y perdida en la vida, ella solía creer que el mundo no era más que un comercial barato que creaban esas personas ambiciosos por el dinero,  a decir verdad, ella no le veía ningún sentido a la vida. Hasta que aparecí yo en esa historia, era el encargado de salvar esa alma vagabunda de la ciudad, sin embargo, ocurrió una terrible tragedia.

«La escritora, la malvada pero maravillosa escritora vilmente con el poder de sus palabras destruyó a la protagonista de la historia con el terrible suceso de mi muerte en esa historia. No solo fue difícil el hecho de leer como se suponía que moriría, sino el como es que las personas se llegan a aferrar tanto a alguien. Es increíble saber pero doloroso también, que un tan solo mal movimiento puede llegar la vida a cambiarte tu vida de dos maneras: O te ayuda o te destruye, esa ya es una decisión personal y en mi opinión, fue tan hiriente esa novela que llegué a llorar como un niño que no le compraron su dulce favorito. Ayer me la pasé derramando lágrimas y dormí con el corazón roto por un simple FanFic, suena ridículo porque no es real, no obstante, todo lo que sentí en ese momento, sí lo fue.

Los chicos le miraron con un poco tristeza y felicidad a la vez. Nunca les pasó por la cabeza que Finn llegaría a ser tan sentimental y tampoco, que sería capaz de leer historias de él mismo. Los chicos se pararon y lo envolvieron en un abrazo. Mientras en los ojos de Finn rondaba una pequeña lágrima.

Su celular sonó, pero él lo ignoró. Quería llorar nuevamente y quería ser consolado, le hubiera gustado que la escritora estuviera presente para decirle todo lo que pasaba por su mente y decirle con todo y detalles lo abatido que estaba. Pero ella no estaba y eso era peor.

Sí en ese momento, Finn le hubiera echado un vistazo a su celular. Tal vez, pero tal vez, hubiera podido decirle todo ese remolino de sentimientos a la causante de todo.


Si Finn tuviera wattpad, les confesaría sus amigos que estaría así de taco ignorado por un FanFic.  



 

 

Wattpad || Finn WolfhardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora