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Finn caminaba de un lado a otro en la habitación de su dormitorio.

Habían regresado ya a casa, sus padres descansaban en su dormitorio y su hermano jugaba vídeojuegos. Le había preguntado si quería unirse a él pero no se sentía de ánimos para gritar y sentir la adrenalina en su cuerpo mientras jugaba.

Estaba aburrido, a decir verdad pero nada de lo que podría hacer en ese momento, le apetecía. Por suerte, hacía unas horas hablaba con Noah y como él también se aburría en su casa, iría a pasar unos días a la casa de Finn. Algunas veces acostumbraban a pasar su tiempo libre en casa de los integrantes de Stranger Things, o por lo menos eso hacían Gaten, Caleb, Noah y Finn.

De las chicas, hacían lo mismo pero nunca se les había ocurrido juntarse todos en una casa para ver películas, jugar o simplemente charlar. A pesar de que diferenciaban en la edad, todos se llevaban muy bien, compartían gustos todos y solo en unas cosas diferenciaban: Eran muy unidos.

Así que Finn esperaba impaciente a Noah, quería contarle sobre la tragedia que le había ocurrido en Wattpad: El plagio de su grandiosa historia de la chancla, La rompejetas.

Y cuando menos lo esperó, tocaron el timbre de su casa. 

Finn salió de su habitación y bajó velozmente las escaleras, una sonrisa se posó en su rostro y abrió la puerta donde encontró a un joven adolescente que mostraba en su rostro un terrible problema de acné. Cosa que no tenía cuando se vieron la última vez.

No obstante, Finn no notó eso al primer vistazo. Solo se había dedicado a sonreír y abrazar a su amigo. 

¡Byers!

¡Wheeler!

Una de las cosas que ambos compartían, es que solían hacer referencias a de sus personajes en la vida real e inclusive, de los mismos memes de Internet. Era divertido hacerlo.

—Pasa, pasa, ¿quieres que te ayude con esto?

Noah asintió, los dos metieron algunas cosas que había traído Noah para pasar la siguiente semana con él, Noah se despidió de su chófer y se adentraron a la casa de los Wolfhard, Finn sirvió un poco de jugo y se sentaron en la sala de estar.

—Por Dios, Noah, ¿ahora sí ya te apareció el acné?

Noah enrojeció.

—Ya sé y no me gusta para nada. Sé que es normal pero me complica todo. Ni siquiera puedi hacer vídeollamadas con Millie porque no quiero que me vea así.

—¿Qué? ¿Tienes miedo que se desenamore de ti? —Bromeó Finn.

—Muy chistosito, pero no. Sabes cómo es ella: Se cuida tanto su piel que hasta me había recomendado una crema para el acné, para que no sea tan ''visible'' pero... ¡Soy muy olvidadizo! Y no recuerdo que debo ponérmela en las noches y no quiero que se moleste.

Finn río.

—Millie es muy especial en ese aspecto. —Y en ese preciso momento, su sonrisa se quedó congelada y la recordó a ella—. Millie y galansky son muy diferentes.

Noah frunció el ceño.

—¿Quién es galansky? ¿y caso ese nombre existe?

Finn se acomodó en el sillón, miró de reojo su celular apagado y recordó que no había hablado con ella para nada los últimos días. Volvió a mirar a Noah.

—Ella es una chica que conocí en la aplicación que te dije. Su nombre de usuario es ese y es la escritora de la historia que les conté, con ella he hablado en los últimos meses, es una estudiante de preparatoria por lo que ahora sé o sospecho, compartimos muchos gustos musicales, literarios y otros. Ella es el tipo de chica que sale a las calles como se levanta, o puede arreglarse en casa sin alguna razón. Ella es tan... ¡Diferente para mí! y en las últimas semanas no he hablado con ella para nada y eso me causa un poco de impaciencia y he llegado a los extremos casos de releer su historia una y otra vez, porque es en el único lugar donde sus palabras, me consuelan.

Noah no desvió  en ningún momento su mirada de su amigo, lo escuchaba con mucha atención y sonrió al saber que Finn comenzaba a tener un hack de amor.

—Vaya, Finn... —Soltó un suspiro—. Me haz dejado sin palabras pero, me hace feliz saber que haz conocido a alguien y por lo que me cuentas, es muy especial para ti pero, debes caer en cuenta que la conociste por una red social, no sabes su edad, ni su nombre, ni siquiera de donde vive. Conoces sus gustos pero no  sabes en sí su identidad, ¿Qué tal si es un secuestrador de 50 años? Sabes de esos peligros más que nadie.

Finn asintió.

—Lo sé, lo sé y estoy consciente de ello, pero si fuera un secuestrador, ya me hubiera forzado a decírle cosas mías y además..., ¿Qué secuestrador escribe una historia tan llena de arte? Es muy poco probable que se trate de una persona así.

Noah dudó unos instantes.

—En eso tienes razón pero aún así, ten cuidado y no reveles para nada tus datos. Recuerda que eres famoso y que sí se trata de que es una chica común que es fanática tuya, no puedes decírle que eres el mismísimo Finn Wolfhard, protagonista de todas esas novelas que están en Wattpad. Ya sabes que pueden llegar a hacer por conocerte.

No había pensado en eso.

Solo imaginaba lo grandioso que podría llegar a ser conocerla a ella. Verla en persona y poder escuchar su voz.

Su voz...

¿Cómo sería el sonido de su voz?

¿Cómo se escucharía ella leyendo su misma creación?

Estaría claro, que Finn moriría de emoción si pasara eso. Deseaba tanto que suceda pero tenía razón su amigo: Pondría en riesgo su persona.



Wattpad || Finn WolfhardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora