Me quedé callada, confundida, nerviosa y estaba sintiéndome estúpida. La primera vez que escucho su voz y me habla en un tono tan frío. No dije nada más durante toda la clase y además sé que Justin tampoco iba a hablarme.
(...)
Al fin había salido de la odiosa clase de ciencias. Tomé mi mochila y rápidamente salí del colegio, al fin era libre. El sol seguía radiante pero había un aire frío que lo acompañaba, era un clima fresco, perfecto. El viento chocaba con mi rostro a medida que caminaba a paso lento. Me coloqué mis audífonos nuevamente para perderme en mi propio mundo. Tarareaba una melodía muy pegajosa que hace ya varios días la tenía en mi mente.
De repente, recordé la perfecta voz de Justin, era melodiosa. Ese simple y frío ''No' había permanecido en mi mente por horas... Mierda, de nuevo pensando en él. Rápidamente traté de mantener mi mente en otra cosa... Erick, oh, cuánto lo extrañaba. Extrañaba ver sus ojos.... sus ojos... Justin tiene una mirada tan profunda, aunque sólo me la haya topado por unos segundos. ¡Mierda! ¿Por qué sigo pensando en él? No debería, tengo novio, sí, tengo novio.
Intentaba no pensar en nada que no fuera la dulce canción que sonaba en este momento en mis oídos a través de los audífonos. Me dispuse a cruzar la calle sin mirar a ningún lado, estaba en la mitad de la calle cuando miré hacia la izquierda y pude ver como un camión a alta velocidad estaba a punto de matarme. Me quedé ahí sin reaccionar, sin saber qué hacer, estaba paralizada cuando sentí unas frías manos tomarme por la cintura para dejarme de forma brusca al otro lado de la calle.
Mantuve mis ojos cerrados esperando que todo pasara. No entendía nada. Sentía una presión arriba de mi cuerpo con una aroma peculiar, ese aroma... Es fácil reconocerlo, sólo una persona altera mis pulmones de esa forma. Una respiración un tanto agitada chocaba contra mi rostro, eso fue lo que me hizo abrir mis ojos lentamente. Era él, Justin, Justin me había salvado la vida. Sus ojos color miel estaban encima de mi mirándome de una forma un tanto extraña, pero podía ver cada centímetro de su rostro.
Salí de mi pequeño trance cuando Justin se quitó de encima de mi mientras miraba hacía todas partes sin detenerse hasta que finalmente posó su mirada en mí. Sentí una punzada de dolor en mi pierna derecha, la cual estaba descubierta porque había roto mis jeans. Tenía un poco de sangre en la rodilla.
—¿Estás bien? —escuché decir a Justin por lo que me giré inmediatamente a mirarlo.
Nunca lo había escuchado hablar de corrido.
—Si —sonreí un poco nerviosa y a la vez de una forma fingida. Esperaba que Justin no se diera cuenta de mi sonrisa falsa, pero sí lo hizo.
—Idiota —susurró Justin al ver como el camión se marchaba sin siquiera preguntar si me encontraba bien o algo por el estilo.
—¿Segura que estás bien? —insistió.
—Segura —sonreí.
—No es cierto ¿Quieres que llame a tus padres? —preguntó.
—Prefiero que no, así me ahorro un regaño —musité casi en susurro.
Justin hizo una mueca extraña lo cual me causó ternura y a la vez algo de nerviosismo por lo que solté una pequeña risita.
—Eh, y… ¿A tu novio? —habló de forma clara titubeando un poco.
Y aquí es donde me pregunto ¿Cómo demonios sabe que tengo novio? ¿Me habrá visto con Erick antes? ¿Acaso ha notado mi presencia?...