—Justin para —caminé hacía a él más rápido y lo tomé por el brazo pero obvio, era más fuerte que yo y continuó caminando. —Por favor.
Al decir eso, Justin instantáneamente se detuvo. Me sentí tan bien al darme cuenta de que Justin me había obedecido.
—¡Controle a su novio! —alegó Roark con una sonrisa irónica. Me dieron ganas de golpearlo. Ahora comprendo a Justin, el profesor Roark en serio sabe cómo hacer sacar de las casillas. —Recuerden no estarán libres hasta que terminen de limpiar la biblioteca.
Dicho esto desapareció de la biblioteca. No pensé que el profesor Roark fuera de esta manera, creí que era uno de los mejores que podía tener esta escuela, pero presenciando los últimos hechos he cambiado de opinión.
—No entiendo absolutamente nada —suspiré.
—No hay nada que tengas que entender —dijo Justin mientras caminaba hacía otro lugar.
¿Había vuelto el Justin frío y extraño? Lo seguí a paso lento mientras que por mi mente pasaban las escenas anteriores como cuando estuvimos a punto de besarnos.
—¿Por qué eres así? —pregunté mientras lo detenía suavemente por un brazo y lo obligaba a mirarme— ¿Por qué te comportas diferente? No te entiendo...
—Tú no me conoces, ______ —me interrumpió. Sin previo aviso, comenzó a tocar mi mejilla izquierda, acto seguido mis piernas comenzaron a temblarme y mi corazón se agitó. —Si supieras como soy realmente, no querrías verme más.
—¿Cómo puedes estar seguro de eso?
—Todas las personas que están a mi lado, no quieren verme más cuando me conocen realmente, no creo que seas la excepción —musitó mientras me daba la espalda.
—Al menos podrías confiar en mí —susurré. Justin se giró lentamente para enfocar sus ojos en mí.
—Ven —tomó de mi mano y a la vez, tomó dos sillas para ponerlas de frente y luego me hizo sentarme— ¿Quieres que te cuente la verdad?
—Claro que quiero —dije obvia mientras me acomodaba en aquella silla— Odio cuando me ocultan cosas.
—Está bien —tomó un poco de aire y se sentó a mi lado mientras me miraba directo a los ojos— George Roark estuvo con mi madre antes de que yo naciera, cuando eran jóvenes. George estaba enamorado de mi madre, incluso, estaban a punto de casarse, pero en ese momento apareció mi padre. Fue como un flechazo o amor a primera vista. Mi padre me dice que se enamoraron desde la primera vez que se vieron a los ojos. Mi madre dejó a George cuando conoció a mi padre, casi a un mes de contraer matrimonio. Esto, Roark nunca se lo perdonó. Hasta el día de hoy, mi madre está muerta y recarga todo su odio contra mí...
No dejé que dijera ni una palabra más, sólo me digné a abrazarlo fuertemente. Justin me correspondió el abrazo cargando su mano cerca de mi cintura y la otra en mi cabeza. Su olor se impregnaba nuevamente en mis fosas nasales llenando mis pulmones de manera adictiva.
Su madre murió... ahora comprendo todo. Comprendo porque Justin se comporta de esa manera con el profesor Roark, porque es tan frío y cambiante... yo sería de la misma manera si mi madre muriera.
Pasaron algunos minutos en esa posición, era tan cómodo estar así. Sentir su aroma, estar casi recostada en su hombro, escuchar su respiración cerca de mi oído, simplemente hacía que me olvidara de todo. Nos fuimos separando lentamente. Le sonreí de manera dulce mientras le acariciaba su mejilla. Justin sonrió cabizbajo de manera tímida.
—Odio dar lástima —confesó.
—No me das lástima —le contesté sonriendo.
—Prométeme que no le contarás a nadie —dijo mientras me miraba seria y directamente a los ojos.
—Lo prometo —sonreí nuevamente.
