20: « Oh, Jay... »

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  20: « Oh, Jay

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  20: « Oh, Jay... »

Mi emoción, mi curiosidad por acariciar su piel se fueron descontrolando, mis mano se encontraban desabotonando su camisa blanca, uno por uno, lentamente. Sus labios no se retiraban, y su lengua jugaba con la mía, haciendo una pequeña guerra. Sentí como el cuerpo de Justin empezaba a empujarme, y sus besos se deslizaron por mi hombro desnudo, y fui ahí donde fue consiente que estábamos caminando hacia las escaleras.

No pude evitar ruborizarme al pensar en la habitación, no iba a acobardarme, yo quería esto tanto como Justin. Quería todo con él. A tropiezos subimos las escaleras, hubo un momento que casi nos caímos, pero nos sostuvimos del barandal antes que eso sucediera.

—Pey... —pronuncio Justin mi nombre antes de abrir la puerta—. ¿E-estás segura de esto?

No le respondí, simplemente bese nuevamente sus labios que significo una afirmación a su pregunta y Justin no dudo en continuar. Abrió la puerta y la cerro una vez que entramos. Mis manos se deslizaron por su camisa abierta, y no dude en quitársela. Sus ojos mieles me observaron durante esos segundos, y una vez que termine con mi trabajo, él volvía a colocar sus manos en mi cuerpo para acariciarme.

Solté un pequeño jadeo cuando sentí su mano bajar el cierre de mi vestido, podía escuchar la cremallera sonar por la habitación en silencio, y cuando llego al final, fue por los tirantes. Los bajo con lentitud, y entonces hizo lo que más me esperaba, hizo que el vestido rojo cayera al suelo.

Mis mejillas se encendieron, y no pude evitar ponerme nerviosa.

Justin se quedó embobado durante unos segundos, su miraba demostraba tanto deseo que estuve por saltar encima suyo. Cuando reacciono, se acercó hacia mí. Sus manos se deslizaron por su espalda hasta llegar a mi trasero, y dio un apretó haciendo que soltara un gemido.

Fui consciente de su sonrisa pícara, eso me demostró que ya se estaba soltando más. Deslizo sus manos de abajo hacia arriba, hasta detenerse sobre mi corpiño, y lo desabrocho pacientemente. Otra prenda más volvió a caer al suelo. Mis senos quedaron al descubierto ante su mirada. Sus besos regresaron, comenzó en mi cuello, se deslizaron por mi pecho y finalizaron en mis senos donde uno de mis pezones fue tomado entre sus suaves labios.

—Oh, Jay... —gemí, y cerré los ojos al disfrutar de esa maravillosa sensación.

Su lengua caliente contorneo mi pezón, sentía que iba a desmayarme de placer y emoción. Deslice mis manos por su cabello y lo despeine con mis acaricias, al mismo tiempo que intentaba que siguiera dándole atención a mis senos. Una corriente de excitación corrió por mi cuerpo y tome su mano libre para ponerla sobre mi otro pezón, y Justin de inmediato entendió lo que quería, y no dudo en ponerse a jugar.

Cuando se retiró, no pude evitar hacer una mueca, pero lo mejor estaba poner venir, me hizo caer sobre la cama y se colocó entre mis piernas. Abrazo mi cuerpo con el suyo, y pude sentir lo caliente que estaba al igual que pude sentir como su erección se aplastaba contra mi parte más íntima. Joder, esto era maravilloso.

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